Capítulo 19

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No se si hice bien o no en aceptar a Mike, a venido ha ver a mis hermanos, pero viéndolos correr a sus brazos y sonreír mi opinión la hago aún lado. Mientras ellos sean felices ya nada más importa.

 
Él pasa un momento con ellos en la sala charlando de cualquier cosa, yo aprovecho ese instante para estar con mi angelito, mi niño está cada vez más delgado. Tengo que hacer lo posible porque se alimente más, últimamente no ha querido hacerlo y pienso que es a causa de las convulsiones constantes.
 

La enfermera que James le envió, a cuidado muy bien de él, pero ella dice que no lo ve bien, pero no quiere dar más detalles ya que tiene poco tiempo cuidándolo y no quiere alarmarme con algo que quizás no sea grave.
 

Lo bueno es que el lunes temprano ya tenemos cita con el neurólogo. Y espero que ya sea candidato para el dispositivo. No le comentaré nada a Mike sobre eso, hasta que vea y hable con Olivia se lo diré a ella, si no se sentirá más mal si se lo hago saber con él primero.
 

Quedamos de vernos el domingo, la cité en el parque que esta aquí enfrente del departamento y una vez platiquemos bien todo lo que tenemos pendiente vendrá a ver a los mostrillos. Ya se lo hice saber con su novio.

 
Es duro y muy doloroso seguir molesta con ella, pero aún me duele su traición, quizás estoy exagerando pero para mí eso fue, ya que ella me vio sufrir por la disque muerte de mi padre y ella más que nadie sabe la falta que nos ha hecho.

 
Después de darle su medicina y comida a Ray, lo recuesto en su cama, le cantó como ha el siempre le ha gustado y le tapo sus ojitos con un pañuelo, solo así se puede dormir, ya que las luces o los movimientos le distrae para conciliar el sueño, después de terminar de dormirlo me dirijo a la sala, se encuentran viendo películas mientras siguen charlamdo con Mike.
 

Él es un buen tipo y quiere mucho a mis hermanos, me ha dicho varias veces que quisiera adoptarlos junto con Olivia, eso habla muy bien de él. Es el sueño de Olivia ser la tutora de mis hermanos y el mío también, yo sé que ellos son los más perfectos para mis mostrillos, ya que yo no tengo un hogar y estabilidad para darles, en cambio ellos ya casi son un matrimonio y tienen un humilde y hermoso hogar que ofrecerles.

 
Media hora más se despide y les promete venir a visitarlos pronto, me voltea a ver esperando mi aceptación, yo asiento. No puedo seguir negándole verlos.

 
Mi celular suena en mi bolsillo de mi pantalón, lo tomó y miro la pantalla comprobando que es Rebecca, creo que ya llegó a su destino vacacional. Mis hermanos siguien viendo películas en el televisor, y yo me voy hacia la cocina para poder escuchar mejor y poder hablar tranquilamente.

 
—Hola —respondo.

 
—¡Luchi! —dice, esta chica solo sabe gritar.
 

—No grites, que me dejarás sorda —gruño —No me llames así —le digo quejandome por el apodo que Amy me llama.

 
—Bien, bien gruñona.

 
—¿Pasa algo? ¿por qué la llamada?

 
—¿Qué no puedo llamar a mi amiga, sin necesidad de nada? —se escucha molesta —Solo quería saber como estabas ya que no me has llamado y también para contarte otra cosa.

 
—Lo siento, es que traigo muchas cosas en mi cabeza y he estado muy ocupada.
 

—Lo se, lo se. Te conozco, te estresas mucho por todo, ocupas unas vacaciones como las mías.

 
—Creo que esas vacaciones serán ya cuando muera —suspiro.

 
—¡No digas eso! —me regaña molesta.
 

Una Luz En Mi Oscuridad (SIN CORREGIR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora