•Wade × Peter

【11】

[♡]: Cafetería 3.

"-Hemos pasado hermosos momentos juntos, mi Peter. Desde que nos conocimos en la cafetería, nos enamoramos y fuimos novios, no creí que nuestro amor duraría toda la vida. Creí que duraría algunos años, pero veo que no fue así. Desde que aceptaste ser el amor de tu vida, estaba super feliz y te prometí que estaría para ti a todo momento. Y fue así. Nunca deje de amarte, y tampoco lo dejaré de hacer.- Seca algunas lágrimas que se habían posado en sus mejillas- Morir es parte de la vida, ¿no es así? Naces, vives y mueres. Viví contigo una vida fantástica. No quería que te fueras, pero llegó tu hora. ¿Voy a llorar por ti? Si, claro que si. Pero quiero que sepas, Pet, que siempre te amé y nunca voy a dejar de hacerlo. Fueron los 50 años más maravillosos de mi vida. Te amo, Peter. Descanza.- Volvió a secar varias lágrimas, sonrió y se fue de aquel cementerio."

-Me sorprende como aún te sabes todo lo que le dijiste ese día, abuelo.- Habla la nieta de Wade; May. Nombre que fue elegido por Lucía, su madre e  hija del rubio y castaño.

-Lo tengo anotado en un papel...-Habla lo más tranquilo- ¿Quien eres? ¿Me dijiste abuelo? ¿Soy abuelo? ¡Peter, somos abuelos!- Hace una pausa y una mueca de confusión aparece en su arrugada, pero aún bella, cara- ¿Dónde esta Peter?

Los ojos de Lucía se volvieron a cristalizar por décima ves ese día. Estaban en un hospital, con su padre internado. Ya era un hombre de avanzada edad; tenía alceimer, su vista de a poco empeoraba al igual que su sentido de audición, y lo peor de todo... Tenía cáncer.

-Papá...- Lucía se levanta de la silla y acaricia la mejilla de su padre.

-Oh, mi linda Lucía...- Sonríe- Estas enorme y bella.- Acuna su cara en la mano ajena- Y tu, mi pequeña mocosita...-Gira la cabeza a su nieta- Deja de crecer, ¿Si? Suficiente tuve que sufrir al ver a mi niña ya grande.

La pequeña (ya grande) May rie y abraza a su abuelo. Amaba pasar tiempo con sus abuelos, y ellos amaban pasar tiempo con su nieta. Su única nieta.

Al enterarse de que su abuelo Peter, quien estaba en el hospital antes, falleció mientras dormía, sintió que su mundo se fue abajo. Amaba cuando le contaba el como conoció a su abuelo, cuando se declararon, se casaron después de años, y adoptaron a Lucía. Amaba todo de el. Al igual que amaba a su abuelo rubio. Una familia algo pequeña, pero hermosa.

Su Tía Abuela May, falleció pocos días después de que Lucía diera a luz. Esa noticia devastó a Peter, pero siempre estaba su familia para consolarlo y hacerlo sentir bien. Ahora, Peter y su tía, se encuentran juntos.

-Papá, ¿te acuerdas cuando te dije que estaba embarazada?- Pregunta Lucía.

-Claro que si, nenita. Casi me da un infarto- Ríe- Pero estaba feliz, casi iba a explotar de la emoción. Y más cuando nació la pequeña y la acune en mis brazos...-Sonríe y ve a su nieta. Ladea la cabeza y otra mueca de confucion aparece en su rostro- ¿Quien eres tu?

-Abuelo... Soy tu nieta.. May.- Habla preocupada la castaña.

-Pfff, te la creiste.- Ríe un poco y empieza a toser- Dios, cada día estoy peor. ¿Harán chimichangas aquí? Tengo hambre.

-No, papá, no puedes comer eso. Recuerda el día en que te escapaste para comprar chimichangas y volviste con dolor de panza. ¿Lo recuerdas?.

El rubio, quien ahora sólo tenía unos pelitos blancos, ríe- Ese día. Si, lo recuerdo. ¿Y que pensaban? ¿Que iba a pasar los últimos días de mi vida comiendo vegetales y gelatinas? No no, señores. Quiero pasar los últimos días de mi vida con mi hija, mi nieta, mientras como chimichanga.