May, Peter y Wade se encontraban sentados al rededor de una mesa. La mayor en un costado, y los dos menores al frente de ella.
Peter tenía la vista baja y jugaba con sus dedos, nervioso. Wade miraba para todos, con una mano se rascaba la nuca cada tanto y la otra mano estaba posada en la pierna de Peter; tratando de calmarlo, pero eso hacía que el castaño se pusiera aún más nervioso. May tenía el mentón apoyado en ambas palmas de las manos, con el ceño fruncido al igual que los labios. Mirandolos fijamente.
-Bien.-Hablo May después de unos largos minutos en silencio. Los chicos se asustaron y prestaron total atención a la mayor, mientras que sus manos lentamente se juntaban para entrelazarse.
-¿Bien?- Pregunto Wade.
-¿Cómo saben que se gustan?- Volvió a hablar May.
Los enamorados se miraron por unos segundos y sonrieron. Sus mejillas se tornaron de un color rosa y por instinto; se dieron un cortito beso en los labios. Como un "piquito", para ser exactos.
-Eeey, holaa, todavía estoy aquí.- Aclaró May mientras movía las manos para que le presten total atención. Los chicos se sobresaltaron, y avergonzados, fijaron su vista a la castaña.- Creo que no hace falta que contesten. Con tal sólo ver esa tierna escena; ya me dijeron todo.
Los chicos asintieron. Iban a levantarse para irse de esa situación bastante incómoda, pero May los detuvo.
-Ey, ey- Los frenó- Antes de que se vallan... Besense otra vez.- Pidió May como una niña pequeña. Los chicos abrieron los ojos como plato, se miraron y luego miraron a la castaña con una mueca de confusión.- Naaah, sólo bromeó. Vallanse, ni yo se porque quería hablar con ustedes.- Se encogió de hombros.
Los chicos se miraron, sonrieron, y se fueron a la habitación de Peter. Aún con las manitas entrelazadas.
-Como amo a mi tía- Aclaró Peter mientras se tiraba en su cama, suspirando aliviado.
-Yo también la amo.- Sonrió y se sentó al lado de su amorcito.
-¿Y ahora que somos?- Pregunto el castaño luego de unos segundos de silencio.
-No lo se... Creo que, ¿Novios? Debimos preguntarle a May.- Contestó el rubio mientras se acurrucaba al lado del castaño.
-¿Y... que piensan tus voces?
-¿Mis voces?- levantó la vista y pensó unos segundos.- Dicen que eres muy bonito.-El castaño sonrió y se ruboriso un poco- También dicen que si, que somos pareja. Y nos podemos dar besitos cuando queramos, sin preguntar.- Terminó de hablar y le plantó un beso en el cachete al castaño.
Peter lo miró, le sonrió y le plantó un corto beso en los labios. Wade hizo lo mismo pero no una, si no unas cuántas veces.
No sabían que hacer ahora mismo, no sabían como iban a hacer en la escuela, o como iban a reaccionar sus amigos. Ni sabían si le iban a decir a sus amigos, a decir verdad. Pero eso no les importaba ahora mismo. Sólo se dignaron a sonreirse y darse besitos en los cachetes y en los labios.
Esta era su hora feliz. Y la querian aprovechar lo máximo posible; sin separarse ni un segundo.
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