Para Peter, ser Spider-Man era agotador. Amaba ser el amigable vecino hombre araña, pero al ser sólo un niño, bueno, mejor dicho; adolesecente de diecisiete años, era agotador. El lado bueno de todo esto, es que, gracias a que es spiderman, pudo conocer a el amor de su vida. Por así decirlo.
Ese hombre que usa traje rojo y negro, es llevado por un taxista a sus misiones, ese hombre que es un idiota, pero un idiota lindo. Ese hombre que antes era un mercenario, una bola de sicatrices; ese mismísimo DeadPool, se ganó el corazón de Parker.
Al principio para Wade fue algo duro. Peter se hacía el difícil, pero a Wilson le encataba.
Paso el tiempo, unos meses, se hicieron grandes amigos, hasta que llegó el punto de querer mostrar sus rostros. Peter no tuvo problema; es más, hasta Wade casi se desmaya por ver tanta hermosura detrás de esa máscara. Peter, quien es un pan dulce, aceptó la apariencia de Wade. Era un momento tan lindo, tan hermoso. Peter tenía un leve rubor en sus mejillas, con las llemas de sus dedos recorría cada sicatriz, como si estuviese contandolas. Se acercaron, quedando a pocos centímetros de que sus labios chocaran, sus respiraciones cálidas se mezclaban, y el rostro de Peter estaba más rojo que un tomate.
Y en ese momento, Wade corto la poca distancia que los separaba.
Se besaron, se besaron como si no hubiese un mañana.
Y desde ese hermoso momento, son una paraja feliz. Algo tonta, pero feliz.
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-¿Bebé, estas bien?- Pregunto preocupado Wade.
-Si... Estoy- No pudo terminar, ya que volvió a vomitar.
-No puedo creer que estés embarazado. ¿Cómo es posible?- Dio un saltito de felicidad. Lastimosamente Peter no pudo verlo, ya que estaba encerrado en el baño.
-¿Cómo que "como es posible"? ¿Que paso la noche anterior? ¿Y la otra noche antes de esa?- Habló y sus mejillas se tornaron a un color carmesí. Recordar esos hermosos momentos lo ponían tonto.
-No seas tonto. O sea, digo, ¿Cómo es posible? Eres un hombre, y que yo sepa; los hombres no quedan embarazados.- Se llevó una mano al mentón, pensando. Peter iba a contestar pero rápidamente fue interrumpido:- Fui muy duro. ¿No crees?- El castaño ríe nervioso.
-Si, pero.. Ese no es el punto.- Abrió la puerta y salió del baño- El punto es... Es raro. Al parecer la araña que me picó era hembra, sus células se mezclaron con las mías y me creo un útero, o algo asi me explicó Bruce.- Explicó haciendo movimientos con las manos. Wade asentía con la cabeza, sin entender nada.
-¿Qué quieres que sea?- Pregunto el castaño.
-Que sea mío.- Contestó burlón.
-Es tuyo, pendejo.- Le pego un codazo. Wade sólo río.
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