•Wade × Peter

【40】

[♡]: Enamorado.

Peter era un adolescente normal. Un chico normal, una vida normal, vestía normal. En el resceso, se la pasaba leyendo en la biblioteca. Tal parece que no tenía amigos, sólo una amiga rubia; Gwen.

Peter era demasiado tierno, adorable, sus anteojos lo hacían ver demasiado hermoso, bonito, perfecto.

Para todos; Peter era un chico simple. Pero para Wade; Peter era perfecto.

Wade, un chico alto, rubio, ojos azules, buen cuerpo, algo idiota; estaba perdidamente enamorado de Peter.

Hace tiempo que siente cosas por el, pero no tiene los huevos para decírselo. Además de eso; Peter tal parece que no quiere nada. O era demasiado inocente y no se daba cuenta.

-¿Peter gustará de mi?- Le pregunto Wade a su amiga rubia; Gwen.

-Wade, mi cielo, Peter no me dijo nada respecto a ti.- Contestó- Sabes que esta demasiado perdido leyendo sus cosas, esta constantemente estudiando. Esta perdido en su mundo.

-¿Y no puedo meterme en su mundo?- Miró a la rubia con una carita demasiada tierna. Gwen casi se derrite.

-¿Sabes?- Paró de caminar. Wade copio el acto y la miro confundida-, Si quieres le hablo de ti, y luego te digo lo que me dijo. ¿Bien?- Wade asintió con la cabeza, feliz.

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-¿Qué piensas sobre Wade?

-¿Wade? ¿Wade Winston Wilson?- Peter alzó la vista y se acomodó los anteojos.

-Ese mismo.- Contestó y bebió de su café.

-No lo se... Parece buen chico.- Sonrió de manera tierna, se acomodó nuevamente sus anteojos y volvió a leer su libro. Gwen asintió, pero no satisfecha con la respuesta.

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-¿Sólo eso te dijo?

-Así es. Luego volvió a leer.- Contestó triste.

-¿No le apareció un rubor o algo por el estilo?- Volvió a preguntar el rubio.

-Lo siento, no.- Creo una línea con sus labios. Wade asintió con la cabeza, algo triste.

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Peter caminaba a paso rápido con varios libros entre sus brazos, traía dos cafés y sus anteojos se caían de a poco.

-Mierda- Maldijo por lo bajo.

-¿Esto es tuyo?- Peter se dio la vuelta, viendo a un rubio con una hoja.

-Ah, si. Gracias.- Intentó agarrar la hoja, pero fue en vano; todo se le fue a la mierda.- ¡Joder!

-Déjame, te ayudo.

Ambos se arrodillaron al mismo tiempo, juntaron un par de hojas, libros y lápices. Quedaba una hoja en el suelo, ambos quisieron agarrarla, y sus manos se tocaron.

-Lo siento.- Se disculpó el castaño con un leve rubor en sus mejillas.

-No te disculpes.- El rubio le sonrió y se levantó.

-Soy Peter.- Aclaró una vez que se levantó.

-Wade, Wade Winston Wilson.- Dijo y el castaño sonrió.