Parte 24

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Chloe acompañó a Hank y Connor a la puerta de la casa deseándole buenas noches y quedándose de pié en la puerta hasta ver que estos se alejaban en el auto del teniente.

Ninguno de los dos abrió la boca en todo el camino, Connor mantenía la mirada baja y las manos sobre sus rodillas sin poder formular una palabra, su mente seguía turbada por lo sucedido y sabía que si abría la boca comenzaría a llorar sin parar, por lo que decidió mantener sus labios sellados hasta que el teniente lo dejara en su departamento.

-Hank -Llamó al ver que pasaban frente al edificio en donde vivía pero el teniente no disminuyó la velocidad, por lo que volteó a verlo- ¿Dónde vamos?

-A mi casa Connor, esta noche no te dejaré solo.

-Creo que necesito estarlo.

-Vamos a mi casa y punto, tenemos que hablar.

El androide volvió a voltear al frente, apretó la mandíbula y suspiró para oxigenar sus circuitos que comenzaban a recalentarse por la cantidad de información que pasaba por su cabeza.

El camino a casa de Hank se sintió largo, Connor mantenía la mirada al frente intentando mantener la boca cerrada, algo bastante difícil en él, su propia programación lo obligaba a mantener largas conversaciones para aminorar las tenciones en su lugar de trabajo o empatizar con sospechoso o criminales, por lo que mantener la boca cerrada resultaba un extraño acontecimiento.

Por fin al llegar a la casa de Hank ambos bajaron del auto, el teniente abrió la puerta de su casa y entró escuchando el ladrido de su perro, quien sólo levantó su cabeza al verlo entrar, sin mucho ánimo fue a su cuarto sacando unas prendas para cambiarse ya que sus prendas estaban mojadas por meterse en la piscina y Elijah no se había molestado en ofrecerle algo, aunque tampoco lo hubiera recibido.

Connor cerró la puerta y se acercó al can agachándose a su lado y acariciándole el lomo con total delicadeza viendo como el viejo animal volteaba a verlo con ojos tristes.

-Creo que me van a regañar -Susurró bajo como si el perro fuera a contestarle- "Es que te has portado mal" -Continuó, fingiendo una voz gruesa y pesada imitando aquello al recordar como Gavin fingía la voz de su gato.

Dejó escapar otro suspiró y tomó postura viendo la casa, estaba ordenada y limpia, había algunos platos sucios sobre la mesa, pero nada que ya no hubiera visto en la casa de Hank. Se mantuvo de pié ya que sus prendas estaban mojadas y sucias, no quería molestar más a Hank, ya había ensuciado su auto, ya había arruinado su amistad con Gavin y ya lo había decepcionado suficiente para seguir provocándole dolores de cabeza, por lo que permaneció quieto con las mandos tras su espalda esperando paciente a que el teniente saliera del cuarto para hablar con él.

-Estas mojado -Advirtió Hank al salir del cuarto con algunas prendas en sus manos y una toalla limpia. Él se había cambiado de ropa por algo más cómodo y llevaba una toalla en su cuello con la que probablemente secaba su cabello.

-Estoy bien, Hank, no enfermaré.

-Cámbiate ropa y sécate ese cabello, puedes usar el baño -Insistió Hank al acercarse a él para entregarle las prendas.

-Hank...

-¿Puedes hacer caso por una puta vez? -Exclamó en un gruñido provocando que incluso Sumo bajara su cabeza dejando escapar un gemido.

Connor no volvió a protestar, se encogió de hombros y avanzó por la sala hacia el baño.

-Deja tu ropa en la lavadora.

-Gracias, Hank.

El teniente suspiró y se dejó caer pesadamente sobre el sofá tirando su cabeza hacia atrás mientras recordaba lo sucedido, la expresión de desesperación de Connor, el otro androide apretando, algo crujiendo como si se hiciera añicos, los gritos, el llanto y finalmente la mirada perdida de Gavin ante la pérdida de aquel androide, desastre tras desastre hasta que todo estalló. Pasó una mano por su rostro e irguió su cuello mirando hacia el pasillo esperando ver al androide salir del baño.

Te extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora