Parte 19

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Un doctor y dos enfermeras habían entrado al cuarto para ayudar a Elijah con Gavin, lo recostaron en la cama y volvieron a administrarle suero a través de una aguja en su mano, le administraron además algunos tranquilizantes y algo para el dolor ya que su pecho pedía a gritos algo que lo anestesiara mientras que la herida de lo que había sido su pierna aullaba de dolor por la caída.

Al día siguiente Elijah preparó una muda de ropa para Gavin, metió algunas golosinas a un bolso esperando que su primo estuviera de mejor humor, algo que estaba seguro que no pasaría, pero valía la pena intentar aminorar su mal carácter. Tras aquello dejó el bolso en la sala de entrada y fue al nuevo laboratorio para despertar a Nines con ayuda de Chloe quien podía acceder al androide con mayor facilidad accionándolo o durmiéndolo a su antojo.

Tras unos cinco minutos Nines abrió sus ojos mirando a los presentes hacia abajo, como acostumbraba frunció su nariz y comenzó a retorcerse entre los brazos mecánicos listo para atacar.

-Quédate quieto o te volvemos a dormir –Amenazó cruzándose de brazos viendo que tenía la atención de androide frente a él- Te desconectamos por unos días porque no queríamos lidiar contigo...

-¿Cómo está Gavin? ¿Volverá pronto? –Fue lo primero que preguntó haciendo sentir su voz apresurada y ansiosa.

-Lo voy a buscarlo ahora, Chloe se quedará contigo y por favor compórtate. Cambié el laboratorio a otro sector para que el antiguo laboratorio sea la nueva habitación de Gavin, así que podrás verlo cuando llegue, pero te advierto que no está de muy buen humor, así que si te ignora, es porque no se encuentra bien ¿Bien?

-Quiero verlo ahora ¡Lo quiero ahora! –Gruñó y volvió a moverse provocando que el brazo que sostenía su cola se soltara.

-¡Está en el hospital! –Gritó Elijah frunciendo el ceño haciendo que el androide lo viera fijamente- Lo iré a buscar ahora y necesita mucha tranquilidad y no un androide que grita porque no cumplen sus caprichos, si acaso llegas a molestarlo te juro que te desconecto sin importar las rabietas que pueda hacerme Gavin, ahora cálmate y deja de protestar –Volteó hacia Chloe y aclaró su garganta- Bájalo sólo cuando se calme y llévalo a la piscina, estaré de vuelta en unas dos horas a menos que pase algo más.

-De acuerdo, puede ir con calma, yo me encargaré de Nines –Afirmó la chica con aquella sonrisa dulce y calma que la caracterizaba.

Elijah salió del lugar subiendo a un auto que había alquilado, con una rampa para subir una silla de ruedas y se marchó esperando que las cosas no fueran tan mal.

Chloe observó a Nines, el androide seguía retorciéndose sin descanso, gruñía y se movía con la suficiente fuerza para mover los brazos mecánicos que lo sostenían.

-Creo que es correcto decirte que si llegas a soltarte sin mi autorización, serás desactivado –Susurró la chica manteniendo ambas manos entrelazadas frente a ella- Además, si llegas a soltarte caerás y te estropearás, tu esqueleto no es duro, tu recubierto tampoco y eso dañará tu piel y las funciones nerviosas que te provocan el tacto.

-Quiero saber... -Susurró Nines al detener su movimiento, miró a Chloe fijamente y apretó la mandíbula para no gritar.

-¿Qué quieres saber? Yo puedo responder tus preguntas...

-¡Qué es suicidarse! –Exclamó con furia- Que es depresión, que es cáncer... Que es amor... Hay... Hay miles de cosas que ustedes hablan a diario y no puedo entender, no sé qué es eso, no comprendo, soy un estúpido y por eso no puedo ayudar a Gavin.

-Tú no tienes un acceso a internet porque tu mente no tiene una misión incorporada –Explicó con calma aun viendo al androide hacia arriba- Cada androide creado por Elijah o Cyberlife tiene una misión incorporada. Hay androides de servicio doméstico, trabajadores con publico diverso, detectives. Cada uno con una misión incorporada, todos seguimos fielmente lo que nuestros sistemas indica, incluso yo que soy divergente, fui creada para servir, ayudar a Elijah en sus investigaciones y aunque desperté y tengo libre albedrío y derechos, siempre hay algo que me incita a ayudar en los quehaceres domésticos o en las investigaciones. Tú al no tener un propósito incorporado, no posees un límite de lo bueno y lo malo, hacerte acceder a internet puede darte ideas equivocadas de la realidad y puedes llegar a ser muy peligroso, más aun sabiendo tu historial de agresividad.

Te extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora