Parte 20

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Gavin despertó a la mañana siguiente sintiéndose mucho mejor, en día anterior Chloe le había despertado para que comiera y vieron televisión un rato mientras él se mantenía sentado, luego recibió algunas inyecciones más y volvió a dormirse, para ese entonces aún se sentía decaído, le dolía enormemente el pecho y apenas podía respirar, pero esa mañana parecía tener las vías respiratorias más despejadas o quizás sean solo imaginaciones suyas, pero podía respirar sin sentir tanto dolor.

A un lado de la puerta había un Chloe, no era quien le agradaba a Gavin, además, la chica mantenía los ojos cerrados y su led estaba apagado por lo que el detective asumió que estaba en estado de suspensión.

-Hola Salmón -Saludó al ver a su gato acurrucado bajo su pierna faltante, él simplemente buscaba un lugar cómodo cerca de su humano para poder descansar.

Intentó sentarse y acercó su mano a la cabeza del gato quien ronroneó al instante sin siquiera moverse, depositando toda su confianza en Gavin.

-Hola bribona -Saludó a la gatita a un lado, quien ya se veía bastante grande con su pelaje espeso y piernas poderosas. Pasó una mano por el lomo de la gatita, ella a diferencia de Salmón, levantó su cabeza y maulló para luego bostezar dejando escapar un quejido perezoso- ¿Los han cuidado bien? Supongo que se han sabido comportar.

Sonrió en cuanto Salmó abrió su ojos para verlo, se levantó y estiró antes de pasar sobre él, estiró su cuerpo pasando su cabeza por la barbilla de Gavin dando algunos lametones antes de acurrucarse muy cerca de él.

-También te extrañé -Susurró bajo volviendo a ver a la gatita frente a él- ¿Y tú? ¿No vienes a darme mi beso de buenos días?

La gatita corrió hacia él como si comprendiera lo que decía, saltó contra él y escapó comenzando a buscar pliegues en las mantas para esconderse y juguetear intentando cazar los dedos del detective.

Jugar con sus gatos le resultaba gratificante, le hacía sentirse mejor anímicamente y se replanteó el por qué de querer acabar con su vida ¿Por qué había tomado esa decisión tan ridícula? Ahora sufría las consecuencias de sus actos y estaba aún más enfermo que antes gracias a una tonta decisión. Repentinamente el pensamiento vino a su mente, ya recordaba por qué había hecho semejante tontería y las cosas volvían a ser claras frente a él volviendo a deprimirlo.

-Muy buenos días Gavin -Saludó Chloe al entrar al cuarto trayendo con ella una especie de mesa pequeña con ruedas en donde traía inyecciones, botellas de vidrio, toallas y algunos otros artículos.

-Hola Chloe -Saludó con seriedad bajando su mirada para pasar una mano por la cabeza de la gatita quien jugueteaba con una pequeña cinta que se había desprendido de un lado de una manta.

-¿Cómo amaneció?

Gavin no respondió ante aquella pregunta, simplemente hizo una mueca con su boca observando a los gatos sobre su cama.

-Hoy iniciaremos una rutina para que no quede postrado en cama -Continuó Chloe acercándose al detective tomándole el rostro con su mano diestra para girarlo hacia ella y así ver apropiadamente la herida en su frente- Le quitaré las puntadas de su frente y veremos la de su vientre, tomará un baño y luego intentará levantarse, le pediré a Elijah que instale un sujetador aquí o en la otra sala para que intente caminar.

-No puedo caminar si tengo una sola pierna -Gruñó quitando su rostro mientras fruncía el ceño.

Chloe volteó hacia la androide quien aún estaba en la entrada, ahora observaba hacia ellos sin llegar a demostrar ninguna expresión, al instante su led se volvió amarillo y salió de ahí dejándolos solos.

Te extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora