𝑪𝒐𝒏𝒕𝒊𝒈𝒐

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Rozar tus labios con los oscuro o turbio, se ha vuelto un hábito.

Camino a la puerta de la cocina supuestamente para tomar un vaso con agua, una pequeña mentira, pero tiene una razón justificable.

¿Qué le estará pasando? Vamos, trata de disimular, ¿no puedes ser  menos obvia?

Atravieso el jardín hasta llegar a la cocina, en lo que entro observo todo a mi alrededor, pues antes de llegar ahí pensé que encontraría a Matt husmeando en el refrigerador a ver que encontraba de apetitoso.

Pero no, no hay nadie en la cocina, así que rápidamente me dirijo a las gradas, paso el marco de la puerta de entrada de la cocina.

Subo las gradas y llego a la puerta de mi cuarto, cautelosamente abro la puerta y poco a poco y entro a mi habitación y me encuentro con el cuerpo de Matt casi en coma, pues yo si me hubiese despertado con aquel ruido que hizo la puerta y, en cuanto a su posición está boca arriba con su brazo derecho extendido sobre el colchón y el izquierdo sobre el pecho.

La verdad Matt se mira tan atractivo en ese estado, o sea, parece un ángel dormido y eso me provoca una mayor curiosidad por él.

Me voy acercando poco a poco hacia Matt con pasos sumamente silenciosos, prácticamente voy en puntillas hacia él, miro fijamente el rostro de Matt mientras camino sigilosamente para asegurarme de que no ha logrado escuchar ni el ruido que hizo la puerta al abrirla, ni mis pasos que yo catalogo como sigilosos, pero quién sabe, este muchacho es una caja de sorpresas y si podía controlar la mente de cualquiera tal vez tendría la habilidad de escuchar hasta el más mínimo ruido a cualquier distancia.

Ya no nos hagamos, se ve suculento.

Antes de entrar a mi habitación pensé que Matt iba a percibir el primer paso que diera y se pondría en posición de ataque, pero no lo hizo, está tan profundamente dormido que no escuchó ni un solo ruido o al menos eso pienso, ya que cabe la posibilidad de que esté fingiendo.

Me agacho hasta donde está el colchón y que torpe soy, válgame el cielo, en cuestión de segundos perdí el equilibrio y "caí de culo" esa frase se la aprendí a Dax, a pesar de que la caída no fue de una altura peor, ahora mi trasero me duele horrible, o sea, entré con la intención de no hacer ruido alguno y terminé haciendo lo que nunca me propuse al idear la misión en mi mente.

En ese instante en el que se produjo un estruendo por el golpe que yo misma me ocasioné, Matt se despertó y se sentó sobre el colchón como muerto que acaba de resucitar, ese brusco movimiento me hela el cuerpo, lo juro, siento que mis manos tiemblan, siendo sincera sí me imaginé si me caía Matt se despertaría por el ruido estruendoso ocasionado por mi torpeza, pero no de esa manera.

Y ahora Matt se encuentra viéndome con sorpresa como si tan solo mi presencia le espantara mientras yo estoy sentada en el suelo mirandolo como una completa estúpida, es que... ¿Qué clase de mujer se resiste a un muchacho como él? Y peor por como está ante mi: sin la camisa roja con rayas negras entrecruzadas, la dejó tirada sobre mi cómoda, en verdad que no conoce lo que significa orden, ahora ese joven desconocido se encuentra con su pecho desnudo, mirándome con una expresión de sorpresa en su rostro.

Demonios que chico tan, pero tan atractivo el que tengo en mi casa.

Matt solo lleva puesto el jean que Dax le obsequió y está sentado en un colchón. Yo me muestro temerosa ante él, por lo tanto, relaja su expresión y ahora me observa con detalle mi rostro que luce asustado, levanto mi brazo, le muestro mi mano en señal de paz porque no tengo ninguna mala intención con él y puesto a que captó el mensaje le digo:

—Calma, solo quiero asegurarme de que no estés hirviendo en fiebre o que no estás haciendo cosas extrañas, no sé...

Matt ni se inmuta ante mi comentario, al contrario me sigue viendo con cara de "no entiendo nada", prosigo:

—¿Entiendes lo que te estoy diciendo Matt?  —le pregunto con voz baja por temor a que se altere nuevamente.

Solamente asintió.

—¿Y por qué no me contestas?

—No sé qué decirte.

Un momento, el Matt que conocí hace unas horas al que solo creí capaz de decir "ayudar" como inicialmente me dijo cuando se manifestó en un sueño nada prolongado, acaba de pronunciar cuatro palabras fluidamente, al parecer el habernos escuchado a Dax y a mí hablando, lo hizo comprender como responder esa pregunta.

—Perooo... ¿Cómo es que supiste que responderme?

—No lo sé.

Ya comprendo, ahora esa frase la copió de mí, la escucha cada vez que Dax me pregunta cómo es que Matt me logra transmitir esos recuerdos, mi respuesta siempre ha sido "no lo sé".

Pese a eso, por lo menos Matt está progresando, confieso que no puedo evitar estar sola en la misma habitación con él, Matt me causa de todo, su aroma, su mirada, su rostro, la completa definición de Matt me hace sentir como si un número incontable de alas de mariposas rozaran las paredes de mi estómago, eso es exactamente lo que cualquier mortal siente cuando se da cuenta que está lleno de locura por un ser en específico y esa locura te lleva a hacer incontables estupideces. A veces hasta ser el o la protagonista de un perfecto ridículo, pero si hablamos de seres ridículos, voy de primera en la lista.

Matt se va acercando lentamente hacia a mí en una posición anormal a la de un ser humano, su posición es exactamente igual a la de un animal acechando a su presa y por instinto natural.

Voy retrocediendo para evitar el contacto con él (no sé por qué retrocedo si lo que más deseo es tenerlo cerca), y en lo que voy retrocediendo volteo a la puerta del baño, noto que las luces siguen encendidas desde que bañamos o mejor dicho limpiamos a Matt. De repente escucho el ruido de las canciones que le gustan a Dax en este momento no recuerdo la letra, creo que conectó su USB a mi equipo de sonido y la verdad el volumen lo tiene muy fuerte, hasta a mí me inquietó.

—A Dax le parece que estamos en alguna fiesta —digo para mí misma.

La música resuena hasta mi habitación, en una parte de la canción la voz femenina que la canta realiza una nota súper aguda y esa potencia mezclada con la intensidad del volumen provocaron que Matt se tapara las orejas, arrugara el rostro demostrándome su dolor o incomodidad que posiblemente siente, lleva su cabeza al suelo, en seguida las luces del baño que siguen encendidas desde hace horas empiezan a parpadear, cosa que nunca había pasado.  Inmediatamente me aparto de la puerta del baño (estaba en frente de la puerta), me levanto y observo a Matt con un mayor grado de angustia por sus gestos de dolor.

Al parecer me encuentro en una situación paranormal.

—¿Matt? ¿todo bien corazón? —y así es como nos damos cuenta que esta persona, osea yo, está enamorándose de a poco.

No soporto ver a Matt sufrir de esa manera y le grito a Dax:

—¡Apaga la música!

—Calmaaa, calma, ahorita —Dax responde al instante. 

Dax apaga la música y Matt elimina el gesto de disgusto en su rostro, me agacho frente a él y coloco mis manos sobre sus mejillas para observarlo con más detalle, noté que en su frente se marcaron dos venas como estuvieran a punto de salir de su lugar.

—No te muevas —le ordeno.

Salgo de mi habitación corriendo y de esa misma manera bajé las gradas a toda velocidad, entro a la cocina y saco del refrigerador la jarra con agua, en un ágil movimiento, sirvo agua en un vaso, en eso recuerdo algo:

Un día antes de la aparición de Matt la luz estaba baja, las hornillas de la estufa tardaron en calentar para freír la carne de las hamburguesas que Dax terminó de preparar y en la cocina empezaron a parpadear las luces por un breve momento.

De inmediato supe que Matt no lleva solamente un día en mi casa, se aseguró de que hacernos pensar con su sigilo que solo éramos Dax y yo en esta casa.

I N E X P L I C A B L E © +18 [Shadows #1]  [Completa] ✔️ / EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora