𝑯𝒐𝒔𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍

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Esperamos encontramos en la sala del hospital más cercano.

Enfermeras, doctores pasando de un lado a otro impulsando camillas con enfermos, incluso moribundos. Las llantillas emiten un chirrido, demostrando lo antiguas y oxidadas que están.

Según nos notificó la madre de Steven, él se encuentra en cuidados intensivos, cuyo traslado fue realizado porque un forense aseguró que aún se le sentía el pulso.

Cada quien tomó sus cosas y llegamos al hospital en la camioneta de Dax. No me explico como es que ha sobrevivido, vaya que el altísimo mora a su lado. Culminar la estancia de Steven en la tierra tan joven, no está en los planes de el de arriba.

Dichosos nosotros que la vida del joven ha sido protegido, porque au muerte hubiese significado un ambiente castastrófico.

La madre de Steven, doña Isabelle llora desconsolada es los brazos de su esposo, el señor Aquiles. Vaya que amerita el nombre. Admito que mis gustos no se inclinen mucho por los hombres mayores, pero eso no liquida el hecho de que posea facciones dignas de un personaje de la mitología griega, como el mismísimo Aquiles, aquel que contaba como punto débil su talón.

Steven igual, no se queda atrás, es más bien la viva prueba del legado genético de su papá. Estaba en su trabajo al entrarse de la desgarradora noticia.

Él comparte las mismas sensaciones de angustia y dolor que Isabelle.

Al cabo de unos minutos el doctor sale de la sala de cuidados intensivos con el informe en mano.

— ¿El señor Aquiles? — interroga  detallando a los cinco que me acompañan en la banca.

— Acá doctor — levanta la mano, camina director a él, con El corazón en las manos.

— Arriba la cabeza Sr. Aquiles, su hijo es todo un milagro. No presenta ningún cuadro de amnesia, lo más, es su brazo roto.  Créame, en mis veinte años de labor, nunca he visto algo similar. Pese al fuerte impacto de la caída, su cráneo no recibió la lesión mas mínima. Su cerebro está genial. Steven es un muchacho que goza de una excelente salud y un afortunado destino — comenta extendiendo una sonrisa cálida a ambos padres.

Los dos relajan el semblante al escuchar las maravillosas, pero milagrosas buenas nuevas de su retoño.

Silueta hija de puta, quedaste patético, te falta estúpido.

Río con la voz de mi consciencia en mente, la silueta no se salió con la suya. Es claro que tomará cartas en el asunto, espero podamos detenerlo de lo que sea que vuelva a intentar con Steven.

Al menos los muchachos ya están alerta. Cualquier intento maligno quedará cesado.

Hasta parece que Steven fuera mi consanguíneo, siento como si el hermano que nunca tuve se hubiera escapado de las garras de la muerte.

Ahora más que nunca, los chicos deben andar a pasos cortos de Steven. Él a diferencia de la silueta no posee habilidades sobrehumanas. Dicho dato lo mantiene en constante desventaja.

Agradezco al cielo y oro por la salvación de mi vecino. Todos saldremos victoriosos de esta, tengo la certeza.

Se siembra la tranquilidad en el establecimiento, gracias a las buenas noticias del doctor y las divinidades.

Sacudí la cabeza al percatarme de mis indiscretas miradas hacia el suculento trasero del doctor.

No, por favor, con el doctor no.

JAJAJAJAJA consciencia pendeja.

Los chicos inician la conversación dejándome afuera de ella. Como tema central: Steven.

I N E X P L I C A B L E © +18 [Shadows #1]  [Completa] ✔️ / EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora