¡(천재)! Genius; kth.

Capitulo | quince.

Sentí la puerta de la habitación sonar al ser pasada la tarjeta para entrar, se escucharon los pasos que ya me habían puesto los nervios de punta. Estaba a un lado de la cama, fingiendo poner toda mi atención en el teléfono en mis manos, ahora mismo era mi única escapatoria.

- Traje de muchos tipos, seguramente vamos a terminar cansados estos días, mejor prevenir y tener provisiones.- Su voz sonaba cansada, seguramente estaba nervioso y ansioso, no entendía nada de lo que pasaba pero era notorio que para él era un problema enorme todo lo que pasaba. Quisiera preguntar, pero no sé si eso era oportuno, no debería molestar con preguntas tontas. No sé por qué me importa tanto que esté nervioso.

Dios que me pasa, Minhye por favor, no eres así.

Estaba ordenando lo que había comprado, me daba la espalda, podía ver como dejaba todo en el mueble en frente de la cama matrimonial en la cual estaba sentada con mis piernas cruzadas. Creo que este tiempo a pesar de lo mal que empezó, podría ser bueno. No sabía mucho de él, era un completo misterio, incluso su mirada era confusa, podía ver miles de sentimientos en ella pero a la vez ninguno era seguro. Llevaba sólo algunos minutos y ya encontré detalles de él. Es muy sencillo en su forma de vestir, no le gustaba juntar sus prendas, era incluso peor que yo en ese sentido. Traía una bolsa de tela para las compras, en el aeropuerto rechazó el popote de su café, tenía un buen sentido de reciclaje, aunque no parecía preocuparse por nada.

- Tae... - mi voz se hizo paso entre el sonido de todo lo que movía, por unos segundos se detuvo pero no se giró a verme, sabía que estaba esperando a que siguiera hablando pero quería que se girara, no quería hablarle a su espalda. A los segundos seguro entendió y se dio vuelta, dejando a la mitad todo lo que estaba haciendo. - Mira, no sé qué está sucediendo, no sé si pueda ayudarte con algo, ni tampoco sé por qué te estoy diciendo esto si no es de mi incumbencia pero estos días son nuestra única oportunidad de tener algún tipo de salida, no debemos estropearlo. Prometo no hacerte preocupar, no me acercaré a nadie y sólo nos vamos a enfocar en estos días dar lo mejor que tenemos. No quiero que me expliques ni me digas qué fue lo que pasó hace unas horas, sólo quiero que me des tu palabra de que vamos a lograrlo, no vine aquí para que estés distraído ni preocupado, no vine para perder.

Debo admitir que soné mucho más pesada de lo que quería, no es sorpresa, siempre me pasa pero de cierta forma logré decir lo que quería. Su mirada estaba puesta en mí y su seriedad estaba lentamente poniéndome más nerviosa, los segundos estaban pasando y no tenía ninguna respuesta de su parte.

- ¿por qué confías en mí? -

Esa es una muy buena pregunta, a decir verdad no sé desde cuando considero que él sea uno de los buenos, nunca me había parado a pensarlo. Quizás es por el tiempo que llevamos hablando y nunca me ha demostrado algo malo. Debo decir que no me caía bien al principio pero no habían razones aún entonces como para tener un temor, en realidad sólo sus actitudes eran o siguen molestándome un poco. Como ahora mismo, donde no me responde lo que acabo de decirle y además me responde con una pregunta.

- Supongo que porque eres mi compañero, quizás puede ser posible de que no seas completamente bueno, pero si quisieras hacerme daño creo yo que ya has tenido mejores situaciones para hacer algo que ahora. -

Según yo mi semblante estaba tranquilo, no quería demostrar que había pensado mucho en una respuesta o en la relación de compañeros que tenemos, quizás puedo decir que somos amigos pero no sé si es correcto el termino.

Mi celular sonó sobre el pequeño mueble que estaba a un lado de la cama, casi instintivamente respondí. No era muy preocupada sobre si escuchaban lo que decía, aparte la pantalla había iluminado el nombre de Bomi, no creo que ella tenga algo que ver con esto.