¡(천재)! Genius; kth.

Capítulo | cinco.

Hizo un ademán con la cabeza para que me bajara, cuando estaba de pie noté como el vestido ahora estaba muy apegado a mi piel gracias a la lluvia. Trate de arreglar un poco mi atuendo, pero fue interrumpido a ver como Taehyung se alejaba hacía lo que parecía ser la estancia, con una secretaria, unos sillones como sala de espera y unos ascensores detrás.

Le seguí el paso, el lugar estaba callado, lo único que se escuchaba era el ruido de nuestras pisadas, en mi caso el sonido de los tacones de Bomi.

—Hola señor Kim— dijo la joven recepcionista, le vi la cara cuando pasamos a su costado, miraba a Taehyung como si fuera un dulce envuelto.

Oh genial, es la típica recepcionista necesitada de atención, ¿esto puede ser más cliché?

—Hola SunHee— respondió con simpleza Taehyung, algo en mí se sintió feliz al ver 0 interés de él hacia ella. Quizá no le gusta ese tipo de chica, lo cual sería muy nuevo de ver para mí.

O porque a él no le interesa específicamente a ella, también podría ser que tenga novia y la información de Bomi sea falsa. Muchas posibilidades.

Nos subimos al ascensor y pude ver mi reflejo en el espejo de éste. Dios, estoy hecha un asco. Me abrace más al notar que el vestido deja muy poca la imaginación al estar mojado. Ahora me veo mal, tal pareciera que no me tapo por necesitar atención. Sí, lo sé, tengo una especie de trauma con ellas. Una me hizo mucho daño hace un tiempo, pero luego contaré sobre ella.

Taehyung apretó el número 15, y se cerraron las puertas. Cuando ya habíamos subido unos niveles, el ascensor paró dejando entrar a dos chicos de nuestra edad (más menos) que al parecer iban saliendo. A las 3 de la mañana que cosas, no sabía que salir en días de semana era moda.

Seguimos subiendo, pero me sentía un poco incomoda por la mirada de esos chicos, quizá es el vestido, lo sabía. Seguro pensaran que soy una fácil. Me abrace más y mire hacía el lado contrario a ellos.

Taehyung quien iba detrás mío, puso su chaqueta de cuero sobre mis hombros, ya estábamos llegando a su departamento y recién se le ocurre hacer eso. Se nota que le nació, tiene caballerosidad por naturaleza, cada vez quiero irme más de aquí.

Cuando por fin el bendito ascensor nos dejó en nuestro piso y cuando ya estábamos fuera de la visión de esos chicos pude soltar un suspiro aliviada.

—No deberías traer ropas así, si no quieres que te miren— dijo Taehyung caminando acercándose a una puerta. Su voz era grave, tanto que parecía que hubiera inhalado hexafluoruro de azufre, yo por el contrario, parecía que había inhalado Helio.

—Tú no me miraste, cómo iba a saber que ellos sí lo harían — dije cruzándome de brazos, caminando detrás de él. Lo vi sacando unas llaves del bolsillo de su pantalón. ¿Qué se cree? Acaso debería vestirme distinto solamente por los hombres, ridículo.

—¿Cómo sabes que no te vi? Créeme que cuando te puse el cinturón tenía mejor vista que los chicos del ascensor— abrió la puerta y paso. Por mi lado, creo que toda la sangre de mi cuerpo se fue a mi cara, sintiéndola bien caliente.

¡NO PUEDO CREER LO QUE ACABA DE DECIR!

El primer comentario "picarón" que escuché de él, ¿Será así siempre? o también tomó alcohol que hace decirle cosas incoherentes.

—¡Eres un pervertido!— chillé, cubriéndome aún más con su chaqueta.

Pero qué le sucede, no pensaba que fuera ese tipo de chico, por Dios.

—No grites despertarás a los vecinos— me tomó del codo para adentrarme a lo que sería su departamento. —Aparte no sirve de nada que te tapes, ya vi todo— cerró la puerta detrás de mí y ahora sí podía decir que llegue al tono más rojo.