Original Love: "Klaus Mikaelson" [3]

OL: La hermandad de los condenados.

Danielle

***

-He buscado por todo el Barrio Francés. Finn ha desaparecido. - asegura Klaus. - No puedo quitar la barrera que te tiene atrapada hasta que tenga mi mano alrededor de su garganta. Todo hubiera sido más fácil si hubieras salido conmigo.

-¿Y dejar a Kol solo? - le reprocho. - Además esperaba que tendrías un plan B.

-Davina. - me responde. - No lo sabe aún, pero va a ayudarme a romper el hechizo. Solo te pido mantener a Kol vivo, al menos hasta que sepamos donde está Rebekah.

Veo a Marcel levantar su polera dejando ver su pecho. Me mira y observo su herida ocasionada por un lobo.

-Danielle, ¿me estás escuchando? - me pregunta Klaus.

-Cuidaría a Kol de todas maneras. - le aseguro.

-Voy a sacarlos de esa casa, Danielle. Cueste lo que cueste. - bufo y corto la llamada.

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-¿Cómo es qué eso sucedió? - apunto la mordida.

-Mientras separaba a los lobos de una pelea. - asiento y busco una copa.

Muerdo mi muñeca y la pongo sobre el vaso cuando encuentro uno. Espero que caigan algunas gotas y se lo extiendo. Me mira fijamente mientras bebe y veo como su herida desaparece.

-Gracias. - me sonríe y subimos a la segunda planta.

Entramos al despacho y me siento junto a Kol que yace en el sillón.

-¿Qué pasa con las campanas de la iglesia? - nos pregunta. - Suena como el preámbulo de mi maldito funeral.

-Es la víspera del carillón. - le responde Marcel.

-Los locales tapan los ojos de los ángeles para que los muertos puedan caminar entre nosotros durante una noche sin juzgar. - Le explico. - Las campanas despiertan a los muertos y los guían al descanso eterno.

-Así que, vivas o mueras hoy, puedes unirte a las festividades. - le dice Marcel.

-Danielle se asegurará de que viva. - dice Kol sonriendo. - Y también tú Marcel. Soy el único que sabe cómo encontrar a Rebekah.

-Creo que subestimas el hambre que tengo y cuanto me gustaría apaciguar a mis amigos hambrientos tras esa puerta. - le advierte Marcel.

-¿Y qué diría Davina de eso? - le pregunta.

-Kol... basta. - le ordeno.

Marcel lo mira furioso antes de levantarse e ir donde están los demás vampiros.

-Tienes que controlarte. - le advierto. - Hay un montón de personas con colmillos que quisieran devorarte, así que trata de ser amable.

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-¿Qué crees que haces? - oigo a Marcel gritarle a Kol.

-Tu equipo de protección trataba de comerme. - me acerco a él rápidamente. - Creo que necesitan una lección.

Estaba a punto de lanzar su magia sobre los vampiros, pero lo veo caer al suelo retorciéndose de dolor antes de quedar inconsciente.

-¿Qué acaba de pasar? - pregunta Josh.

-No tengo una maldita idea. - responde Marcel.

Respiro hondo y sostengo a Kol con cuidado para llevarlo hasta la habitación y tenderlo en la cama. Lo acomodo bien antes de sentarme cerca de la ventana y observar las calles de New Orleans.