¡NO SABÍA QUE ESTABA EMBARAZADO!

CAPITULO II

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|||| CAPITULO 2 ||||

[POV GULF]

Me desperté con un sobresalto, en medio de mi sueño sentí una opresión en el pecho. Cuando pude enfocar la vista, observé el techo blanco y las paredes igual. ¿Dónde estaba? Al intentar moverme me dolió el abdomen.

-Tranquilo, respira despacio. No queremos que hiperventiles...-

Enseguida fije mi mirada en la mujer mayor que se encontraba enfrente mío. Vi su rostro curtido por los años, y su uniforme blanco. ¡Era una enfermera!, y como si una pelota de fútbol me hubiera golpeado la cabeza, recordé todo lo que había vivido.

¡No era un sueño! Todo era real... las imágenes de la cirugía, el doctor mostrándome el pequeño cuerpo de mi bebé, el llanto de mi hija... una niña.

Sentí tanto dolor en mi pecho, en mi cuerpo, en todo mí ser. Como jamás lo había sentido, el miedo me estaba haciendo pedazos.
¿Qué mierda voy hacer yo con una hija?

-Todo estará bien...-Comenzó diciendo la enfermera y vi su intención de acercarse a mí, ¡maldita sea no quería estar con nadie!
-¡Salga de mi habitación!- Grite histérico.

Odiaba todo esto, ¿Por qué me pasaba esto a mi? Claro, Se me olvidaba que soy un maldito fenómeno de la naturaleza que no sabía que estaba embarazado de 7 meses.

-Señor le pido que se tranquilice, está débil después de la cesárea y no es bueno para usted. Si gusta puedo darle un calmante y...-

Sin darme cuenta me encontraba sentado en la cama del hospital, llorando y mirando furioso a la maldita enfermera que no me obedecía.

-¡Largo de mi vista! Llama al doctor quiero verlo de inmediato-
Sentí mi cuerpo caliente de la rabia, no sentía el dolor muscular  por el momento, ni nada más.
La enfermera salio corriendo, y me alegraba por ella. Estaba a punto de perder los estribos.
Ya no se que sentir, nunca quise tener hijos. Nunca quise casarme, nunca quise pasar por lo que ahora estoy pasando... pero ahora me encuentro en una maldita habitación de hospital después de haber dado a luz a... mi hija.

Me arranque la aguja que estaba en mi brazo, al parecer me estaban suministrando suero. Pero no me iba a morir así que me largaría de ese maldito hospital cuando apareciera el doctor.

Seque mis lagrimas y baje de la cama, sentí un fuerte dolor en mi interior. Con cuidado trate de sostenerme de la cama y de una mesita que estaba a lado.
-¡Váyanse al infierno!- Grite desesperado.

No pude más y me desplome en el suelo, el miedo hacía temblar mi cuerpo y las lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas... ¿Qué voy hacer con una hija? ¿Cómo carajos le explicare a mi familia que di a luz a un bebé y que el padre no quiere saber nada de nosotros?

Sin quererlo, la imagen de Mew llego a mi mente, su expresión de horror al escuchar lo que dijo el médico, me hacía estar seguro que se había marchado. Lo más probable es que corriera lejos del hospital luego de oír eso, el me lo dijo muchas veces, no quería hijos, no quería relaciones estables... no me quería a mi.

-Te odio maldito Mew Suppassit...- dije entre sollozos.

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-Necesito un calmante para la habitación 358, el paciente se encuentra en crisis- comenzó diciendo la jefa de enfermeras, al llegar al área de enfermería -Jenn vamos a necesitar la ayuda de Tom, el paciente es masculino...-