¡NO SABÍA QUE ESTABA EMBARAZADO!

CAPITULO XIV

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|||| CAPITULO 14 ||||

[POV GULF]

...-Dejare de hacerlo si me dices que me dejaras amarte Gulf Kanawut-

Me quede helado al escucharlo, mi cuerpo por completo se paralizo, solo podía sentir el palpitar acelerado de mi corazón.

Vi como sus ojos buscaron los míos. Y en el instante en el que nuestras miradas se encontraron, mil mariposas revolotearon en mi estómago.

No puedo negarlo más, lo quiero... y lo quiero solamente para mí. Nunca antes me había permitido pensar en tener a alguien, en pertenecer, en quedarme... pero de pronto este hombre movió mi mundo, me dio una hija y a pesar de escuchar mi pasado tan podrido... aún así quiere quedarse.

Una sonrisa se dibujó en mis labios, se siente tan jodidamente bien pensar que él sentía lo mismo que yo.

De repente tuve la necesidad de tocarlo, de sentir su suave piel entre mis dedos, como si tuviera vida propia mi mano toco su mejilla, lo vi sorprenderse un poco ante mi tacto.

-¿Y tú Suppassit, me dejarías amarte?-

Desconozco de donde salió el valor para decir aquello, pero me sentí liberado. Por primera vez en mi vida quería entregarme por completo. Quería permitirme confiar en él... quería amarlo.

Como respuesta, obtuve la sonrisa más radiante que alguna vez hubiera visto en Mew. Sus ojos brillaron y fue inminente mi emoción, carajo... lo deseaba. Deseaba todo de Suppassit Jongcheveevat.

-No puedes retractarte ahora Gulf, tú me amaras tanto como yo a ti-

Aún se me hacía inexplicable como otro ser humano podía causar tantos estragos en mi mente y en mi cuerpo con tan solo esas palabras.

-No lo hare- respondí con total seguridad mientras le sonreía. Esperaba transmitirle lo confiado y encantado que estaba con la idea.

-Te deseo- me susurro al oído.

Eso termino por encender todas mis terminaciones nerviosas, mi cuerpo tembló como una hoja de papel. Podía percibir un cosquilleo bajar hasta mi espina dorsal.

Cuando sus ojos volvieron a enfocarme, vi que su sonrisa parecía un poco más traviesa. Estoy seguro de que él advirtió cuanto me afectaba su cercanía. ¡Mierda estaba perdido!

Quería decir algo estúpido para que no se sintiera demasiado poderoso, pero él se inclinó más sobre mí y me beso.

Su contacto me sorprendió al principio, pero lo anhelaba tanto que correspondí al beso, como si la vida se me fuera en ello.

Coloque una mano detrás de su cuello y con la otra me aferre a su playera para atraerlo más a mí. Mi libido iba en aumento, sentía mi cuerpo cada vez más sensible y mi erección más dura.

Su lengua era tan ávida, que entraba y salía de mi boca causándome un remolino de sensaciones.

Quería más de él, necesitaba tocarlo aún más. Sin pensarlo dos veces, rompí el beso y me senté, empujándolo levemente hacia atrás, pero antes de permitir que dijera algo más, me abalance sobre él haciendo que callera de espaldas sobre la cama.

-¿Ya estas de travieso Gulfi?- su sonrisa burlona no hizo más que calentarme. ¿Pensaba que eso era ser travieso?

-Te voy a volver loco Suppassit- le advertí.

Me coloque a horcajadas sobre él, me gustaba sentir como su erección rosaba con mis glúteos.

Él tan solo me observaba mientras mordía sus labios, se veía tan sexy tratando de contenerse. Pero de un segundo a otro sus manos apretaron mis caderas y con fuerza hizo que mi culo rosara de nuevo su erguido pene, no pude evitar que un gemido escapara de mi garganta.