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Sonó la alarma indicándome que era hora de levantarme para ir a la universidad. Aún no puedo creer que éste ya sea mi último año en ese lugar donde tuve increíbles experiencias, aunque tampoco faltaron los malos momentos; pero no son nada comparados con lo bien que la pasé desde que inicié mi carrera.

Ya van cinco años desde que me mudé a Corea, yo sólo tenía 18 cuando mi padre nos dijo a mi mamá y a mí que teníamos que cambiar de residencia por cuestiones de trabajo. El tiempo pasa volando, y en un abrir y cerrar de ojos, ya casi estoy por graduarme.
Cuando por fin esté libre de la escuela, pienso independizarme un poco más de mis padres y rentar un departamento, tal vez lo haga con alguno de mis amigos, y así será más fácil dividir los gastos.

Eran las 7:00 am y ya me estaba alistando para salir de mi casa en camino a mi primer día de clases en mi último año de universidad. Ésta quedaba a una cuadra de mi casa, así que podía terminar con tranquilidad mi desayuno y salir unos diez minutos antes de iniciar las clases.

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—Hola, bebé. ¿Qué tal tu fin de semana? ¿Me extrañaste? —Dijo Sana sonriente, abrazando al más alto.
—Sabes que sí, guapa. Me la pasé acostado en mi cama sin nada qué hacer, mis padres salieron cenar el sábado y ayer estuve jugando algún videojuego. A ti, ¿cómo te fue con la visita de tus tíos?—Respondí dándole un beso en la frente y despeinando su cabello.
—Pues creo que bien, aunque no había nada interesante para conversar. —Dijo jugando con su cabello entre sus dedos. —Por cierto, no recuerdo si te hablé de mi primo, pero dicen mis tíos que por fin vendrá a Corea a terminar sus estudios. —Mencionó emocionada.
—Ah, sí. El chico que es australiano. —Respondí mientras guardaba mis libros en la mochila y dejaba otros en el casillero.
—Ese mismo. No pudo llegar con su familia porque tenía que recoger algunos papeles de su escuela para poder inscribirse aquí, pero en unos días volará para acá. —Dijo emocionada. —Quiero que me acompañes al aeropuerto para su llegada, sé que se llevarán increíble, porque vienen del mismo país y tendrán muchas cosas en común, estoy segura.
—Ya verás que sí. —Le sonreí y me despedí de ella con un corto beso en los labios, pues íbamos en grupos y semestres diferentes.

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En el salón de clases, me encontré con mi amigo Changbin, quién estaba sonriéndole al celular mientras tecleaba algo. Me senté a su lado y en ese momento dejó su móvil de lado y me extendió el puño para que lo saludara.
—¿Qué tal tus vacaciones, Bang? —Me preguntó con interés.
—Bien, creo. No hice mucho, salí algunas veces con Sana, pero nada en especial, ¿qué hay de ti? —Le devolví la pregunta sacando uno de mis cuadernos.
—Estuvieron mejor de lo que esperaba. Hyunjin me presentó a sus papás y creo que les caí bien. También me quedé unos días en su casa y su madre es realmente encantadora, fue muy amable conmigo. —Dijo haciendo más grande su sonrisa, sus ojos brillaban.
—Me alegra tanto que seas feliz con la persona que te gusta. —Dije sincero. De repente sentí una presión en mi pecho y no supe la razón. Al parecer Changbin lo notó.
—Oye hombre, pero ¿qué tienes? ¿Las cosas no andan bien con Sana? —Preguntó con tono preocupado posicionando una mano en mi hombro.
—No, no. Todo está perfecto con ella. —Dije apresurado. Por suerte en ese momento llegó el profesor y me salvé de más preguntas. También luego de que el profesor entrara, llegó Minho, a quien no se le pierde la costumbre de llegar tarde a cualquier lugar. Se sentó a mi lado sonriendo algo agitado.
—Ah, se me olvidó que hoy empezaban las clases. —Dijo tomando un poco de agua. —Pero no sé preocupen, chicos, tienen a Minho para su bello inicio de clases a tiempo.

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Era horrible tener horas seguidas de clase, pero al fin terminó la tortura y los tres nos dirigimos a la cafetería para encontrarnos con Sana, Dahyun y Jisung, quienes iban en el mismo grupo.
—Pero miren a quién tenemos aquí, que alguien me diga quién es este chico tan guapo. —Dice Minho apenas llega a la mesa de los antes mencionados. Dándole un beso en la mejilla a Jisung quien ahora se encuentra de un tono carmín y sonriendo apenadamente.

—¿Llegaste bien a tu clase, Honnie? —Pregunta Jisung.
—Llegué justo a tiempo —Sonrie Minho mientras se sienta a lado de su novio. Yo tomo lugar a lado de Sana y Changbin se disculpa para ir por Hyunjin a su salón de clases.
—Entonces, Sana, ¿dices que aproximadamente en una semana llega tu primo? —Dahyun se dirige a su amiga luego de tomar un poco de su jugo.
—Sí, estoy muy emocionada por que todos lo conozcan, es un chico encantador. Lo poco que hemos hablado ha sido por videollamada porque nunca ha venido aquí, y le cuesta un poco de trabajo el coreano, pero ya lo está practicando más para no tener problemas con las materias. —Sonríe. —Es un chico muy inteligente y tiene el don de bailar increíble, creo que en Australia estuvo un tiempo en una academia de baile. —Yo solo escuchaba cada palabra que ella decía. —Ah, casi lo olvido, también tiene una pequitas hermosas, él dice que casi no le gustan, pero le dan un toque muy bonito a su rostro. —Dijo un poco desanimada eso último. Y mi mente no tardó en reaccionar ante eso. Se me hacía extremadamente familiar, pero no podía ser la misma persona. Hay miles de habitantes en Australia, la probabilidad era una en un millón. Sólo me quedaba esperar a que el primo de Sana llegara a Corea para al fin conocerlo.




Bueno, tenía ganas de escribir algo con el Chanlix como pareja principal. También habrá un poco de Minsung y de Changjin, aunque no sé si agregue alguna otra pareja próximamente.
Espero que les guste esta historia, que creo que será un poco más larga que las dos anteriores que he hecho.
~TheQuinnQuinn. 🍓

PHOTOGRAPH ~ CHANLIX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora