Felix
Nos dirigíamos a mi casa, no quedaba tan lejos de la universidad, así que fuimos caminando.
—Estaba planeando que salgamos a un bar el fin de semana. —Inició la conversación Sana. —Para darte la bienvenida a Corea, Felix. —Se dirigió a mí, mientras entrelazaba sus manos con las de Chan.
—Claro, me parece bien. —Dije mirando al frente. —Le diré a Seungmin y Jeongin, también pueden ir, ¿cierto?.
—Sí, sí, está perfecto. —Dijo entusiasta mi prima. —En el transcurso de la semana nos ponemos de acuerdo entre todos. —Fue lo último que pronunciamos por al rededor de cinco minutos, donde el silencio comenzaba a ser incómodo. La verdad era que no faltaba mucho para llegar a mi casa, así que quise mantenerme sin hablar hasta llegar.
—Bebé. —Volvió a hablar Sana y sabía que se dirigía a Chan. Yo me encontraba a un lado de Sana, mientras que del otro se encontraba Chan, así que decidí apresurar un poco mi paso y no incomodarme con la charla de la pareja. —Hay algo de matemáticas que no entiendo muy bien, ¿podrías ayudarme? —Alcancé a escuchar a Sana decir tiernamente. Estábamos por cruzar la calle y llegar por fin a mi casa, así que incrementé aún más mi velocidad. Quería encerrarme en mi habitación cuanto antes luego de tantas emociones en un solo día.Estaba a punto de cruzar casi corriendo, cuando de pronto siento un jalón en mi brazo, lastimándome, pero al mismo tiempo, veo cómo un auto pasa frente a mí que ahora estoy tirado en el piso sintiendo uno de mis tobillos doler.
—¡Felix! -Escucho a mi prima preocupada. —¿Estás bien? Dios, fíjate antes de cruzar, estábamos a nada de llegar a casa, no debiste apresurarte. —Me miraba con el semblante serio pero su voz se entrecortaba, y sabía que estaba a punto de llorar.—Lo siento, Sana. No estaba poniendo atención. —Y entonces me percaté de que seguían sujetándome del brazo, y vi al propietario de la mano. Chan también había caído conmigo, su rostro sólo mostraba la preocupación en su máxima expresión. Traté de soltarme del agarre y evitar su mirada, pero él se levantó primero del suelo aún sujetándome y ayudándome a levantar también. Pero cuando intenté seguir caminando, mi tobillo se dobló por falta de fuerza y entonces regresó el dolor que en un principio sentí en esa zona, estaba por volver a caer, pero Chan me sostuvo antes.
—Creo que te has hecho daño. —Dijo Sana mirando la escena. —vayamos a tu casa a revisarte. —Y se fue acercando a mí para tomarme de un brazo y apoyarme en ella para seguir caminando.
—No te preocupes, yo lo llevo. —Escuché a Chan decir y volteé mirándolo con pánico. ¿Por qué haces esto, Bang Chan? Deja de tratarme como si te importara.
Sin importar que le rogara con la mirada que no lo hiciera, me tomó de la cintura y se inclinó para también tomarme ambas piernas y cargarme con tanta delicadeza como su fuera a romperme. Cruzamos las calle asegurándonos de que ésta estuviera libre y llegamos a mi casa. Saqué las lleves de uno de mis bolsillos del pantalón y se las entregué a Sana para que abriera, pues no había nadie en casa aún porque mis padres seguían trabajando.
Ella abrió y le indicó a Chan dónde estaba mi habitación mientras ella iba por el botiquín que se encontraba en el baño principal, dejándonos a Chan y a mí solos.Entramos a la habitación y me dejó con mucho cuidado sobre mi cama, donde me quité el tennis de mi pie lastimado para revisarlo, pero Chan quitó mi mano y él mismo inspeccionó mi pie, revisando que el hueso no estuviera roto o algo por el estilo.
—¿Qué haces? —Dije alejándolo un poco. —Yo puedo cerciorarme de que todo esté bien. —Le hablé cortante.
—Por favor, no te muevas, podrías lastimarte más. —Enunció él. Y tocó levemente desde la punta del pie hasta el tobillo, donde yo solté un leve quejido. —No tienes una fractura, sólo fue el impacto en tu talón de Aquiles al doblarse. —Habló serio. —Debes de fijarte antes de cruzar la calle, Lixxie. —Y fue a lo único a lo que presté atención.
—No me llames así. —Solté firme. —Nade me llama Lixxie desde... —Estaba por terminar la oración pero Sana llegó con el botiquín. Nadie me llama así desde que te fuiste. Terminé para mis adentros.—Perdón por tardar, pero no podía abrir la puerta del mueble en donde estaba. —Dijo Sana sentándose a mi lado y le entregó el botiquín a Chan.
—No se rompió nada, ¿verdad? —Preguntó preocupada.
—Al parecer no, sólo vendaré su tobillo por ahora y creo que no le hará mal tomar algo para el dolor. —Le respondió Chan a su novia. —Si no se te pasa el dolor ve al médico, ¿sí? —Esta vez se dirigió a mí y yo solamente asentí.
—¿Tú estás bien, Chan? —Preguntó mi prima.
—Sí, no te preocupes, sólo un pequeño raspón en el brazo. —Respondió quitándole importancia. Luego de eso no habló más y se concentró en vendar cuidadosamente mi pie. Sana volvió a salir de la habitación para ir por un vaso con agua para que me tomara las pastillas.
—Nadie te llama Lixxie desde ¿qué? —Repentinamente habló Chan. —No terminaste de decirme.
—Solo olvídalo. —Dije cansado. De verdad que no quería hablar de ese tema. No quería volver a abrir esa herida que seguía sin cicatrizar totalmente.
—Olvidar ¿qué? —Salté un poco en mi lugar, la voz de Sana me sorprendió.—Na-nada. —Dije nervioso. Y gracias al cielo Chan intervino.
—Bebé, pásame las pastillas y el vaso para que Felix las tome y descanse un poco.
—Claro cariño. —Dijo sonriente haciendo lo que el mayor le pidió. —Te dejaremos descansar, ¿sí? —Siguió. —Si te duele y tus papás todavía no llegan, no dudes en llamarnos. —Ambos comenzaron a salir de la habitación. Pero Chan se detuvo en el marco de la puerta.
—Felix no tiene mi número aún. —Dijo regresando a donde yo estaba. —Préstame tu celular para anotarlo. —Extendió su mano y no tuve más opción que ceder. Cuando me lo regresé miré el contacto y bufé rodando los ojos. Pues se había registrado como "Channie 💜". Él simplemente sonrió y salió de la habitación junto con su novia.Finalmente quedé solo en la habitación y en la casa entera. Me dispuse a llorar, ¿qué haría ahora de mi vida con Chan de regreso en ella? Y no sólo él, las cosas ya no podrían volver a ser lo de antes porque ya tenía una novia a quien amaba.
Chan
Sana y yo salimos de la casa del pecoso. Se había hecho un poco tarde gracias al pequeño accidente que tuvimos y a que estuvimos un rato con el menor.
—Será mejor que regrese a casa Chan, debo hacer tarea, y me imagino que tú también. —Anunció mi novia.
—¿No quieres que te ayude con matemáticas? —Le pregunté.
—Otro día tal vez más temprano, ¿sí? —Y mi única respuesta fue solo asentir, dándole un beso en los labios que pronto tomó más duración. Pero antes de que se hiciera más intenso, lo corté separándome un poco de ella. —Regresa con cuidado a casa. —Le dije sonriendo.
—Tú igual, amor. —Se despidió de mí con una mano en el aire, yendo en dirección a su hogar.
Y al fin suspiré aliviado por primera vez en todo el día. Aunque tratara de no tomarle importancia a Felix, no podía, mi corazón latía fuerte y rápido cuando lo veía, y sinceramente con Sana no me pasaba algo parecido. Tal vez nunca estuve enamorado de ella y sólo me atrajo porque cuando más necesitaba a alguien, ella llegó a mi vida.~TheQuinnQuinn. 🍓
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PHOTOGRAPH ~ CHANLIX
FanfictionLuego de cinco años de mudarse de Australia a Corea del Sur y formar una nueva vida, Bang Christopher Chan está por comenzar su último año en la universidad; mientras que un chico del extranjero, con bellas pecas adornando su rostro, llega para inic...