XXXIV. Una Promesa y La Peor Noche

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No puede pensar en algo que pueda arruinar aquello. Pero  quizá sí piense sobre el cómo su vida se ha tornado, y aquello realmente le parece tan poco creíble y alejado a lo ya estaba acostumbrada. Recordaba aquel pequeño local con los caballetes y lienzos amontonados, las oportunidades nulas, en James Olsen mostrando su charlatanería disfrazada de bondad, el bullicio de su mente al creer que no cumpliría sus sueños.

Pero ella ya estaba en el después, en donde todo era un significado de su vida

Pensó en ese pequeño desliz con una desconocida en el bar de jazz y sonrió ante ello. Esa extraña mujer que no dejaba de mirar sus manos y quién sería la pieza de puzzle que la complementaría.

Sonreía radiante, y al finalizar el día sus mejillas podían quedar entumecidas por ello

Aquella tarde la ojiverde había anunciado nuevamente su ausencia, no habían hablado de la razón, pues Lena parecía marcar el paso con una sorpresa, podría mostrarse lo suficientemente misteriosa ante lo no dicho pero Kara garantizaba verla feliz por sus sospechas: Su obvio retorno al teatro estaba en puerta

Fue al salir de la galería cuando su móvil comenzó a hacerse escuchar, y la sonrisa instintiva estaba en su rostro

-¡hola!

El suspiro de Lena pareció dramático "tengo un tiempo para respirar" anunció "prometo estar atormentándote con normalidad en un futuro"

Kara rió por debajo -pareces ya no querer asesinarme

"Los hematomas en mi cuerpo permanecen, Kara, y el óleo no ha querido salir de mi espalda del todo, tengo mis razones para hacerlo"

-sí, olvidé decirte que tardará días en limpiarse, y los hematomas, Lee, lo lamento nuevamente

"Si, sí, lo sé, intenta guardar tu sadomasoquismo a la próxima" bromeó causando una risa por parte de la ojiazul "¿Aún estás en la galería?"

-recién he salido -anunció mirando hacia el semáforo en rojo mientras chocaba con los transeúntes de frente. Cada neoyorquino acelerado en su mundo

"Podría enviar a Phil allí"

-no, estoy bien, ahora vivo en una zona decente ¿Lo olvidas?

"claro, me mantiene tranquila, créeme" aseguró la ojiverde

-¿Estás en Yards?

"Mi opción no sería estar en Yards si tuviera la noche libre, Kara, aún estoy haciendo eso, ya sabes"

-eso, claro

"Valdrá la pena te lo aseguro"

-Lo sé... -dijo en un suspiro, la extrañaba con obviedad

La última semana su relación se encaminó hacia llamadas telefónicas nocturnas y en mensajes de texto, Lena se había sumergido en el teatro, Kara estaba feliz por ella, pues ser positiva estaba palpable en la ojiverde quien estaba entregando su día y noche al gran proyecto. Aunque Kara a medida estaba preocupada por ella, y aunque sus preguntas sobre su alimentación o estar durmiendo bien eran continuas, Lena siempre respondía con evasivas. Lena se había transformado en una maniaca del trabajo. Y Kara, bueno, ella solo rondaba en extrañarla y preocuparse




-Sí, debes saber que ella se vuelve un poco loca cuando en verdad se compromete -señaló Samantha durante aquel desayuno en el jardín de la casa Arias-Danvers

-¿debo preocuparme? -Cuestionó Kara temperando sus manos con la taza de té-. Lo que vi en Broadway...

Sam tomó su mano por encima de la mesa llamando su atención entera -cariño, lo que viste en Broadway no es nada. Ahora seguramente esta con un arnés de seguridad enseñándoles a los constructores como hacer su trabajo -señaló poniendo los ojos en blanco-. Recuerdo esa ocasión, cuando tuvo erupciones en la piel por el estrés, y apareció con ungüento por todos lados, despidió a ese chico Martín por mirarla demasiado, después tuvo que lidiar con el estrés de esa obra y una demanda por despido injustificado

My Pretty Sleeper [Supercorp - AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora