XXXVIII. La Pareja Perfecta

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El encuentro con James fue lo suficientemente incómodo, Kara estrechó su mano mientras el hombre había decidido no mirarle directamente, claro fue que por instantes se encontraban solos, quizás por tiempo breves en los que los organizadores del recinto se encontraban en una llamada o se trasladaban a una diferente zona

-Kara... –comenzó a decir James

-ya me lo dijo Andrea -cortó ella sin intensión de escucharlo

-debí disculparme personalmente...

-pero no lo hiciste y sinceramente no esperaba que lo hicieras –atajó la ojiazul con determinación-. Ahora estamos aquí, y no es que sea agradable verte, pero tampoco intentare sabotearte o humillarte como lo hiciste

-por favor, Kara, intentemos que esto salga bien –pidió James con alguna cordialidad que ella jamás le conoció

-saldrá bien, por supuesto, confío rotundamente en mi talento –finalizó sin agregar algo más

El hombre solo decidió distraerse y no traer el tema a futuro

Los primeros días Kara conoció diferentes personas del gremio, el museo del Prado se vestiría con la asistencia de personajes reconocidos dentro del mundo del arte, y aquello había sido tan asombroso para la ojiazul. Los desayunos se habían vuelto tan interesantes. Había conocido a Gayle, una escultora Británica con estilo modernista creadora de varias obras que hoy decoraban en París, conoció a Leslie Willis, una muralista de aspecto gótico que había venido desde las calles, descubierta por Andrea, ahora su arte permanecía en diferentes museos del mundo, con su peculiar estilo. Y por último se encontraba Maxwell, un escritor peculiarmente refinado e irónico con un humor burlesco. Sus movimientos eran tan naturalmente femeninos, su talento permanecía en novelas independientes de reconocimiento en diferentes países

La bienvenida al año nuevo había llegado, celebrarlo con un grupo de personas desconocidas no estaba entre sus planes, desde su llegada a Brooklyn la había pasado con Nia y Brainy, aunque habían sido solo ellos, la noche siempre había sido agradable. Aún en esa ocasión lejos de Nueva York era mejor estar en compañía de personas nuevas que estar sola en esa gran habitación de hotel. Había hablado poco a Nueva York, la diferencia de horario jugaba en contra, a última hora recibió un último texto por parte de Álex y su madre. Y Lena simplemente había hecho aviso de que se encontraría haciendo papeleos con Jack y que al finalizar celebrarían el año en la casa Arias-Danvers, como todos los años.

La ojiazul dio un último vistazo a su vestido color beige corto con cintillo negro. Al llegar a planta baja se encontró con James, quien parecía aún más musculoso con ese traje elegante color tiza. Mantenía una conversación en un español perfecto con Allen, sí, quizá James desconocía que el hombre era americano

-señorita Danvers -saludó Allen poniéndose recto-. Se ve increíblemente bien

Kara sonrió y se dirigió al automóvil con James detrás de ella, y partieron a lo que pudiera ser la mansión de Maxwell, a los límites de la ciudad apareció, acampada por los árboles y luces distantes que daban a entender lo elegante del lugar. El automóvil se detuvo justo fuera, era tan grande como la mansión Luthor

En un parpadeo la puerta había sido abierta

-gracias Allen

-que pase un agradable noche –deseó el joven amigable

Y se encaminó escaleras arriba con James a su lado en un incómodo silencio, ¿quién hubiera dicho que su ex compañero de academia estaría ahí, en un silencio incómodo por haberle puesto el pie en un par de ocasiones?

La mansión Lord, tan enorme como lo esperado, exagerada entre elegancia y detalles rayando en lo absurdo. Detalles terminados en oro, desde cuadros, lámparas y barandillas sobre la pared moldeada. Las personas dispersas entre porte y copas de champagne, canapés de cangrejo y cualquier guarnición cara a su haber. James se ajustó la corbata y en seguida se incorporó a un grupo de personas parlanchinas, Kara quedó en pie, tan incómoda como una gacela en caza, desconociendo todo ese mundo. En un instante hubiera preferido permanecer en esa habitación de hotel

My Pretty Sleeper [Supercorp - AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora