Forgive Me [Terminada]

11- No Lo Vuelvas Hacer

Juliana

Y esas semanas que faltaban pasaron de un tirón, terminé la habitación del bebé, a Val le gustó bastante, solo faltaba la cuna, Val me contó que mi hermano le iba a regalar la cuna. Sus antojos cada vez eran más seguidos y la mayor parte del tiempo en la madrugada.

Uno de esos días Val quería salir a comprar y yo me ofrecí a llevarla, fuimos al centro comercial, pasamos a varias tiendas de ropa, quería comprar unas de tallas un poco más grande ya que su ropa diaria no podría ponérsela en algunos meses más, yo también aproveche de comprarme algo. Ya de vuelta Val se fue a su habitación y sacó todo lo que compró para verlo mejor, lo que más había comprado fueron vestidos, un pantalón con elástico, una jardinera para embarazadas era de color amarillo.

–Esa te quedara muy bien— le dije, me miró—Resalta el azul de tus ojos— note que se sonrojo y sonrió levemente, empezó a meter su ropa nueva en los cajones, en eso mi teléfono sonó, lo tomé, era Sara, solté un bufido—Hola, Sara ¿que sucede?— Val me miraba de reojo— ¿Es necesario que te acompañe? Por que la verdad no tengo ganas de elegir camas... Es tu apartamento, Sara, no mio... Ya te dije que no puedo, estoy ocupada... Mejor hablamos luego, adios— le corte.

—Si tienes que irte, ve— me dijo.

—No es nada importante— le dije— Solo quiere cambiar la cama, no se para que necesita mi ayuda.

—Pues supongo que querrá tu opinión, duermen juntas ¿no? — yo solo la mire— Cuando dos perdonas viven juntas eligen juntas. Es tú novia ella...ella te necesita, yo estaré bien unas horas.

—Esta bien. No tardó— le dije, tomé mis cosas, le mande un mensaje y me fui al auto.

***

Estuvimos mas de 40 minutos dando vuelta por el lugar, además de la cama también se le ocurrió cambiar los sillones y la mesa de centro, esas cosas llegarían la semana entrante, la cama le costó más enco trar, ninguna le convencía mucho, hasta que al final se decidió por una.

—La cama llegará en tres horas, así que deme su dirección— le dijo el vendedor.

—No hay problema, mi novia la esperara— le dijo mientras le daba la dirección.

—No puedo recibirla, le dije a Val que no demoraría tanto— le dije.

—La mujer está embarazada, no inválida, puede aguantar unas horas sin ti— le pagó al hombre— Además yo tengo que irme a trabajar en el momento en que salgamos de aquí. Gracias por todo— se despidió del hombre y nos fuimos, Sara se fue en auto y yo me fui al apartamento a esperar la vendita cama. Al llegar note que la otra cama ya no estaba.

Me senté en el sillón, tomé mi celular y le marque a Val, atendió en el tercer tono.

—Hola.

—Hola, Val— la salude— Val, voy a tardar en regresar, tengo que esperar a que llegue la cama, luego me iré para allá.

—Esta bien, Juliana, no te preocupes. Además no estoy sola, Héctor me hace compañía, me compro algo para comer— apreté la mano al saber que él estaba ahí— Nos vemos después, adiós.

—Adiós— no se si alcanzo a oírlo por que corto la llamada antes— Héctor— apreté la mandíbula—¡Ahhh! — grite molesta y lance el teléfono, se golpeó con la punta de la mesa de centro—Imbécil.