Forgive Me [Terminada]

18- Rosadas Y Naranjas

Gratitud y aprecio; Alegría y satisfacción

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Valentina

Miércoles

Sofía nuevamente no me dejo dormir en toda la noche, se movía de un lado a otro, la única vez que estuvo tranquila fue cuando Juliana se quedó a dormir, bueno, yo le pedí que se quedara, pero era con la única con quien se sentía más tranquila, creo que esta pequeña quiere que Juliana venga a dormir todas las noches.

–Eres una pequeña traidora— le susurre mientras me veía la enorme panza en el espejo. Ya había desayunado y comencé a ordenar las cosas en la habitación de Sofía, tenía un bolso preparado para el día del parto. Me acerque al oso que Juliana le compró y lo acaricie— Tu mamá Juliana— sentí que se movió al nombrarla, sonreí— Te compró este tremendo oso— salí de la habitación y baje al primer piso, me acerque al florero donde estaba las 6 rosas, toque suavemente sus pétalos.

Ya era hora de irme, y el uber me estaba esperando, tomé mis cosas y me fui.

***

El tráfico que extrañamente estaba más lento de lo habitual, así que nos demoramos un poco más, el uber tuvo que tomar otro camino un poco más largo, al parecer había un accidente con varios autos involucrados, así que varios autos también tuvieron que tomar otro camino.

—¿Cuántos meses ya tienes? — me pregunto Willy al atenderme.

—Dos semana mas para los 9 meses— le conteste.

—¡Vaya! Debes de estar muy contenta en tener a ese bebé.

—Lo ame en el momento en que me entere que iba hacer mamá— le dije.

—Espero que cuando nazca la traigas para acá, aquí la atenderemos muy bien— me dijo con una sonrisa, yo asentí.

—Lo sé.

Willy me trajo un jugo de durazno y galletas con chispas de chocolate y, la respectiva caja aun lado, sonreí de lado.

—"Gratitud y aprecio" — abrí la carta para leerla

"No se lo que vi en ti, solo se que no lo veo en nadie mas"

—ay, Juls, de donde sacas estas frases— suspiré con una sonrisa, tomé la caja y la abrí con cuidado, eran tres rosas Rosadas, en eso mi teléfono sonó, lo mire, era mi amiga Leila, atendí— Hola, Leila ¿como estas?

—Hola, Valen. Muy bien ¿y tú?

—Muy bien también, estoy aquí en la cafetería escribiendo.

—Ya llevas tres días yendo para allá— me dijo— Recuerda que estás a dos semanas de que Sofía nazca, no quiero enterarme que la tuviste en la cafetería o en la calle— yo reí, mi amiga puede ser dramática a veces.

—Lo sé, y tengo cuidado. Además me aburro en casa y aquí en la cafetería estoy más tranquila y aprovecho de terminar de escribir— le dije— ¿Aun estas en la ciudad?