Forgive Me [Terminada]

7- Buen Corazón

Valentina

Cuando desperté lo primero que hice fue tomar mi celular, necesitaba hablar con él con urgencia, le deje un mensaje, luego me senté en la cama y busque mis pantuflas, me puse de pie y saqué la bate que estaba tras la puerta, me la puse y salí de la habitación, el cuarto donde durmió Juliana estaba vacía y la cama hecha, seguí mi camino hasta el baño, para lavarme un poco la cara y peinarme. Baje las escaleras, todo estaba muy silencioso, fui a la cocina y mi sorpresa fue mayor, el desayuno estaba hecho, hotcakes cubierto de caramelo y rebanadas de frutilla y chocolate caliente, todo estaba de bajo de una tapa transparente, me senté y lo destape, tomé la taza, el chocolate seguía caliente, tomé un cuchillo y un tenedor para partir el hotcakes, me metí a la boca el primer bocado y mis papilas gustativas lo agradecieron, lo disfrute, me lo comí todo.

Al terminar lave solo la taza, los cubiertos y el plato. Subí a mi habitación para ponerme ropa antes de que llegara.

El timbre sonó justo cuando estaba bajando las escaleras, me acerque y abrí, sonreí al verlo.

–Hola, Valen— me saludo con una sonrisa y me abrazo —¿Y como esta esa lombriz en tu vientre?— pregunto, me hizo reír, lo hice pasar.

—Por el momento no tengo ninguna queja- le conteste— ¿Quieres algo de beber?

—Si, pero yo mismo me sirvo— contestó, se fue directo a la cocina mientras yo me fui al living y me senté en el sillón más grande, Cris volvió con dos vasos de zumo de durazno, me pasó uno y se sentó, bebió un sorbo muy largo.

—¿No te moleste al enviarte el mensaje? — pregunté.

—Tú nunca me molesta— contestó, yo sonreí— Sabes que lo que necesitarás yo siempre estaría disponible. Además Juliana se quedó a cargo.

—Así que esta en el restaurante— dije en un tono relajado.

—Si ¿por qué?

—¿Sabias qué está tomando pastillas otra vez? — le pregunté preocupada.

—Si, lo supe ayer— contestó— Estábamos hablando, bueno, más bien discutiendo, tu sabes por qué— yo asentí— Estaba nerviosa, igual como esas veces— se notaba también preocupado.

—¿Sabes hace cuanto se la está tomando?

—Ella me dijo que hace 2 meses— contestó— Dice que son para la angustia.

—¿Volvió a ver a Camilo?— pregunté— Por qué si no mal recuerdo terminó su tratamiento hace dos años cuando ella y yo está...

—Estaban juntas— terminó de hablar él, yo solo asentí— No y eso es lo grave, ella me dijo que se lo consiguió por ahí.

—No está bien que las tome así si prescripción de un médico— le dije con preocupación, el me miró y asintió— Mira, se que no me debería preocupar por ella por todo lo que pasó, que tiene novia y ella debe preocuparse por su bienestar, pero yo no soy así, no puedo ser egoísta y no preocuparme, pero lo hago.

—Lo se— me dijo.

—Soy una tonta ¿verdad?

—No, solo tienes un buen corazón— me dijo con una sonrisa— Y que ese corazón— lo señaló— Aun ama a la estúpida de mi hermana— desvíe la mirada un momento.

—Ayer no se veía bien, se tomó varias de esas pastillas como si fueran dulces— le conté— Y empezó hablar estupideces de que no debris existir y eso me alertó y también me asustó. Se quería ir y no la deje. Hasta que se calmo.

—Sabes— lo mire atenta— Puede que esté con alguien más, pero tú eres la única que la calma cuando tiene ese tipo de ataques— le di una media sonrisa —Cambio por ti. No quiero justificar lo que te hizo, pero tú eres la única persona que le hace bien. Tal vez se sienta mejor quedarse aquí contigo esos dos meses.