La Soldado Del Invierno

☆ 𝖢𝖠𝖯𝖨𝖳𝖴𝖫𝖮 𝖳𝖱𝖤𝖲 ★

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     Luego de explicar el plan, trataba sobre que nos entregaban a mi, a Sam y al capitán unos chips que pueden hacer que los helicarriers se destruyan entre ellos y caigan al agua. Nos infiltramos en el Triskelion justo en la torre de control para el capitán hablar sobre los infiltrados de HYDRA. Seguido nos vamos cada uno a nuestro objetivo.

     De mi parte agarre una de estas avionetas para ir directo al tercer helicarriers que se me dificulta un poco ya que otros comenzaron a dispararme. Cuando logro llegar pude cambiar el chip sin problema hasta que lo escuche.

— Steve no podré ayudarte más, mi traje fue destruído — explica Sam.

— Esta bien, yo ya estoy dentro — dice el capitán.

— Si pero tendrás compañía, el soldado del invierno esta en el helicarriers — dice Sam.

     Quise ayudarlo así que llegue hasta aquel helicarrier por la avioneta y esta vez quise que se estrellara en el agua para así saltar y llegar hasta el lugar y los veo pelear.

— ¡Barnes! — le grite para así subir y ponerme detrás de el.

— No eres parte de esto Beckham — me dice sin querer voltearse.

— Soy parte de ellos y se que te mandaron a matarme — digo rápidamente para mirar detrás los chips y volver mi mirada a Barnes.

— No podría y lo sabes — dice en un susurro pero logre escucharlo — ¡no me distraigas! — grito enojado para seguir peleando con el capitán.

     Me metí en la pelea haciéndolo caer para darle más tiempo al capitán.

— No te metas — me dice serio.

— Anda, termina tu misión por mi parte — digo retándolo.

    Trataba de que peleara conmigo pero el no quería. Retrasaba más el proceso ya que lograba herir al capitán, pero hace que me detenga lanzándome un pedazo de metal para pillarme.

— Quédate ahí — me señala para seguir con el capitán.

    Al final Steve logró terminar la misión pero quedamos los tres en esta cosa incluso a punto de caer. Vi como el capitán hacia que Barnes se enfureciera hablándole sobre el pasado. Al momento me di cuenta que Steve es una parte importante en la vida de el, incluso le perdonó la vida pero su cuerpo cayó al mar inconsciente luego de los golpes que Barnes le brindó.

    Se voltea hacía mi para quitar el metal y ambos saltamos al agua. Primero salgo yo para ver cuando salga y justo veo que sale pero con el cuerpo del capitán.

— Barnes — me acerco a el para ver como el miraba a Steve — somos libres — digo para el quedarse callado.

    Solo se voltea comenzando a caminar para irme detrás de el.

— Beckham — dice como si estuviera regañándome.

— Barnes — le digo con el mismo tono en el que me hablo. — Si quieres podemos quedarnos juntos hasta que recuperes la memoria — le ofrezco para el detenerse por un momento.

— No soy como tu, Gretchen — primera vez que me llama por mi nombre y créanme estoy sorprendida.

— Entonces te obligo — digo para estrechar mi mano — a pesar de todo fuiste alguien quien me defendió aun haciendo unas cosas mal, no permitiste que me matarán a la primera y yo se todo lo que has sufrido, vamos a ayudarnos ¿si? — .

     El observo mi mano por un rato y termino tomándola. Salimos juntos hasta la ciudad donde lo ayude a conseguirse una ropa que pasará desapercibido.

— Venga — le digo para darle unos guantes que el pidió y se los pone — antes de irnos quiero que veas algo — le digo para el solo asentir.

   Lo llevo hasta el museo del capitán América para que leyera y supiera mejor de el, luego lo lleve a la historia de el mismo.

— Fuiste, y por lo que veo sigues siendo, el mejor amigo del capitán América, así que si se conocen — digo para sonreírle.

    Leía todo muy concentrado pero le costaba aun recordar. Al salir decidimos ir a Minnesota, Saint Paul, la capital, donde vivo; o eso suponía. Al llegar a mi casa la vi tan diferente a como la recordaba.

— ¿Que es este lugar? — pregunta Barnes observando la casa.

— Aquí vivía con mi mamá — conteste para acercarme y tocar el timbre.

— Hola ¿en que puedo ayudarle? — veo a una mujer demasiado joven para ser mi madre y encina embarazada.

— ¿Quien eres? — pregunte confundida.

— Soy Maddie — me contesta esta vez ella aun más confundida.

— Am, ¿y que eres de Janice? — pregunte esta vez creyendo que sería alguna hermana, prima, o hermanastra algo así.

— ¿Janice? No, lo siento yo me mude hace 6 años cuando me case, y esta casa era prácticamente del banco — me contesta lo cual se me hace raro.

— Claro, gracias — digo para ir con Barnes de nuevo.

— ¿Que paso? — pregunta el al verme pensativa.

     Fui hacia la vecina que realmente estaba ya bastante mayor. Al verme ella me sonríe — al fin has vuelto — pone sus manos en mis mejillas.

— Si, señora Dorothy, quería preguntarle ¿de casualidad mi mamá se mudo? — le pregunto.

— Yo pensaba que tu madre volvería contigo, desde que te llevo a aquella academia pasaron 12 años sin verlas a ambas — dice asentir mientras fingía una sonrisa.

— No se preocupe señora Dorothy, ella esta bien, solo quería ver como estaba la casa — contesto con cierta dificultad.

No quería hablar mas sobre el tema, me volteo para de vez jalar a Barnes por su brazo normal. Llegamos hasta un hotel en el cual nos infiltramos ya que no traemos lo que quieren, dinero. Luego de darme un baño me siento en la cama a observar la ciudad.

— Al menos tu tienes tus recuerdos intactos, yo solo tengo lo que he hecho en HYDRA — me dice saliendo del baño y sentándose a mi lado.

— ¿Sabes lo que le paso cierto? — pregunto para mirarlo — sabías todo lo que hacía Pierce — el sabía que yo estaba insinuando que el la mato.

— Creía que éramos amigos — dice para dirigir su mirada en mi — yo no la mate y yo no sabía casi nada de lo que Pierce hacía, solo seguía ordenes — me contesta y respiro hondo volviendo mi mirada a la ciudad.

— Perdón yo, es que realmente pensaba que — mi voz comenzó a entrecortarse y en cuestión de segundo unas lagrimas bajaron — pensaba que al fin iba a verla después de 12 años — tape mi cara con ambas manos.

— No llores por favor — quita mis manos de mi cara para hacer que lo mire.

     Limpia mis lagrimas para abrazarme, esta claro que ella no salió con vida de allí y era lo más que me dolía. Tenia tantas esperanzas en que realmente la volvería y mi mundo solo acaba de caer.