6. Ira

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Ira: del latín ira. Estado emocional en el que se suceden sentimientos de enfado de diversa intensidad. Suele aparecer en la segunda etapa del duelo, aunque no tiene por qué ser en ese orden. Se produce cuando una persona considera que existe o se va a producir un resultado negativo para sus intereses, que se podría haber evitado si alguien los hubiera tenido en cuenta y hubiera actuado de otra forma. Mal gestionada, puede tener consecuencias nocivas para la salud: estrés, riesgo de trombos o infartos, reducción de la capacidad cognitiva, etc.

***

Había aproximadamente diez días de viaje entre la región cercana a Gusu en la que Wei Wuxian se encontraba y Yunmeng. Para no gastar más dinero del necesario a lo largo del recorrido, no se hospedó en ninguna posada y acampó con Manzanita durante el trayecto. Si necesitaba comida, la compraba en los pueblos y ciudades de paso.

Pensó en volver atrás muchas veces, pero al final sacaba fuerzas de flaqueza, diciéndose a sí mismo que no podía posponerlo más. Había muchos asuntos pendientes que resolver, y dar ese paso era imprescindible. Estaba seguro de que enfrentándose a ello, fuera cual fuese el resultado, lo ayudaría a dejar cerrado ese capítulo en su mente. La incertidumbre siempre era peor que un mal desenlace.

Yunping era última ciudad antes de llegar a Muelle de Loto; un lugar que, irremediablemente, traía muchos recuerdos a Wei Wuxian. Allí se encontraba el Templo Guanyin, donde los temas relacionados con Jin Guangyao quedaron, por así decirlo, resueltos.

Wei Wuxian quiso ir a echar un vistazo al templo y se detuvo en la entrada. La gente entraba y salía tranquilamente, y habían reparado aquellas zonas que quedaron dañadas la última vez. Pensó en entrar, pero no se atrevió. Dentro estaba aquel pequeño espacio en el que él y Lan Wangji habían compartido sus sentimientos. Solo con recordarlo, su cara se tensó y sintió una calidez familiar que llenó sus ojos de lágrimas. Ir allí había sido una mala idea, y se marchó rápidamente.

El atardecer ya casi llegaba a su fin, dando paso a la noche. El viaje en barca hacia Muelle de Loto tomaría varias horas, así que era mejor esperar hasta el día siguiente. Necesitaba encontrar un lugar donde Manzanita y él pudieran pasar la noche. Después de caminar un rato, se detuvo frente a una posada. «No puede ser», pensó Wei Wuxian al reconocerla.

Sí, podía ser. Era la posada en la que él y Lan Wangji tuvieron relaciones por primera vez.

Wei Wuxian no recordaba la ubicación exacta de la posada dentro de la ciudad, y no había llegado allí de forma deliberada. ¿Había sido una simple coincidencia? Estaba cansado, y no quería darle vueltas al asunto. Tanto él como Manzanita necesitaban un lugar donde descansar y recuperar fuerzas.

Al entrar, la dueña salió enseguida a recibirlo. Era la misma mujer que la vez anterior, y reconoció a Wei Wuxian. Al verlo, lo saludó con entusiasmo:

—¡Joven señor! Me alegra verlo de nuevo, ¿cómo se encuentra?

—Buenas noches, señora. Yo bien, ¿y usted? Me sorprende que me haya reconocido —dijo Wei Wuxian con una sonrisa.

—Sí, aunque sus ropas son diferentes, ¡es difícil olvidar a un hombre tan encantador y con una sonrisa tan bonita!

Wei Wuxian pensó que, seguramente, la dueña se acordaba de él por el estropicio que causó con Lan Wangji cuando estuvieron juntos en la habitación: agujerearon el suelo con Bichen, rompieron una tina y vertieron agua por todas partes. Que le hablara de su sonrisa o su aspecto era, claramente, un intento de quedar bien.

—¡Me halaga, señora! —dijo Wei Wuxian, riendo y siguiéndole la corriente—. ¿Tendría alguna habitación disponible para mí?

—¡Por supuesto! ¿Viene solo esta vez?

Una cura para el almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora