XII - Terror en el Centro

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Con los ojos rojos, un rostro agotado y el labio partido, el profesor John Miers sujetó del hombro a Felicity para intentar mostrarle una débil sonrisa. El sujeto no se veía para nada bien, dentro de lo posible, estaba fatal a la vista de la joven.

Preocupada, le preguntó qué era lo que le había ocurrido, debía existir alguna explicación como para aparecerse en ese estado en la escuela. Él respondió que se había dedicado a hacer muchas investigaciones, todo el tiempo estuvo trabajando con una organización, que año tras año se dedica a hallar la cura para distintas enfermedades.

Debido al poco tiempo que dispone, John no había podido conciliar el sueño en un largo rato. Así que mientras permanecía en los laboratorios, sus estudios iban en avance en lo que se estaba dedicando.

Entrando al laboratorio, John se dirigió a su oficina a paso muy lento y sujetándose del largo mesón. Mientras tanto, Felicity dejó su mochila encima de la mesa al costado del muro, donde había hecho sus investigaciones con anterioridad.

Vigilando que no hubiera nadie más en el interior, abrió el cierre de su bolso para acercar un guante, dejando los nudillos a la vista. Con una pinza apartó cuidadosamente el polvo que estaba pegado, lo depositó sobre un portaobjetos y cerró la mochila para no salir descubierta.

Aproximó el microscopio con la luz encendida y puso los ojos en los visores, la idea era comprender de qué se trataba el material que componía a esa persona que había desaparecido de un puñetazo. Felicity pensaba que quizás pudo haber asesinado a alguien tras ese ataque, aunque en el momento de los hechos, la extrañeza de la situación no le había llevado a pensar en eso.

Cuando contempló lo que estaba ocurriendo, se sorprendió tanto al notar que el polvo tenía actividad. Las células presentes en el portaobjetos se movían como si se tratara de un ambiente estable. Era como si un montón de glóbulos rojos transitaran por una vena para circular por el organismo.

Era bastante extraño el ver que un montón de polvo se movía, imitando lo que ya había visto anteriormente en otras investigaciones con sangre. Tomando un frasco con agua oxigenada, vertió una gota encima de la muestra para ver cuál sería la reacción. Si se trataba de simple polvo, obviamente debería convertirse en barro. Pero la respuesta no era la que esperaba.

El polvo adquirió una especie de cualidad cristalizadora, que le permitía brillar como si fuera la arena de un río cristalino. Sin embargo, la contextura no se había vuelto como la arcilla o el barro, se mantenía tal y como era de forma natural. Algo que llamó por completo la atención de la joven.

Habiendo aparecido nuevamente el profesor, se acercó para averiguar de qué se trataba lo que investigaba la alumna, se demostraba bastante interesado a pesar de verse tan fatigado.

Le preguntó qué era lo que estaba observando con tanta sorpresa, parecía asombrada tras notar la reacción tras aplicar una sustancia sobre la muestra, así que se sentía deseoso de conocer por qué.

Felicity se levantó del asiento para entregárselo a John, de esa forma observaría de una manera más cómoda. Una leve sonrisa de notaba en el rostro del hombre, que poco a poco sufrió la transición de incómodo a serio.

— ¿Qué es esto, señorita Brown? — preguntó John.

— Eh, es un poco de tierra que saqué de un parque. — contestó con nervios. — ¿Por qué lo pregunta?

John se levantó con complicación para dirigirse hasta la puerta del salón. A pesar de las incesantes preguntas de Felicity sobre qué ocurría, el profesor se fue caminando por el pasillo con dificultad.

Sombra Furtiva [+18] [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora