XVI - El último aliento

45 10 8
                                    

Sonriendo de forma malévola, Miers se quedó mirando a Felicity como esperando a que se atreviera a hacer algo. Mientras que el doctor Holdinol contemplaba aterrado el cómo había transformado su mano, con la disposición de asesinar a todos en la habitación.

En su intento por detenerlo, la Sombra Furtiva buscó la manera de convencerlo diciendo que había mejores formas de demostrar que él era el mejor de todos. Frunciendo el ceño, Miers alejó la cuchilla de Marcus y se retiró hacia sus computadores nuevamente.

Las luces rojas parpadeantes en la pantalla aun seguían, como esperando a que John hiciera algo, tal vez faltaba que presionara una tecla para iniciar todo, nadie lo sabía.

Dando un par de pasos hacia el costado, Felicity buscaba la manera de liberar a Jan y a su padre, para no tener ningún obstáculo que pudiera usar Miers en su contra. Pero era demasiado el riesgo como para acercarse más de lo necesario.

Una vez que John volvió a dar media vuelta, descubrió que Sombra se había movido un par de centímetros, así que le ordenó que se quedara quieta si no quería ver morir a toda la ciudad. Con esas palabras, claramente quería dejar clara la situación a la que se enfrentaba la heroína.

Aunque claro, podía ser un farol para distraerla, pero no podía permitir que la engañaran. Cuando la joven vio la pantalla con más detención, pudo contemplar el mapa de la ciudad y dos puntos bastante grandes en cada extremo de ella. Tal vez se trataba del terrible plan de Miers y pensaba, cómo detenerlo sin que haya muertos en la escena.

John mostró una sonrisa más grande, mencionando que los dos grandes puntos que ve en el mapa significaban sismos. Dos sismos muy potentes azotarían los dos extremos de la ciudad, tanto en el extremo de Bajo Manhattan como en Harlem. Eran lugares muy lejanos entre sí y Felicity no podría acudir al mismo tiempo, debía tomar una decisión, puesto que uno de esos lugares caería desde los cimientos.

— Llegó el momento de tomar una decisión, niña. — dijo John.

— Necesitas ayuda, yo puedo dártela. — dijo Felicity. — Por favor, no lo hagas.

— ¡Respuesta equivocada!

Convirtiendo nuevamente su mano en una cuchilla, la movió muy rápido a un lado y disparó la parte filosa contra el torso de Marcus. No pudiéndolo creer, Felicity soltó un grito lleno de furia junto con un montón de lágrimas que emergieron de sus ojos. Mientras que la joven corría para desatar las cuerdas que sostenían a su padre herido, John presionaba el botón de la computadora para iniciar su protocolo.

Soltando las ataduras que lo sujetaban, Felicity sostuvo a Marcus lo mejor posible hasta dejarlo caer en el suelo. Sus lagrimas recorrían sus mejillas, contemplando la pronta muerte de su ser más amado en el mundo.

— ¡Papá! — gritó desesperada. — ¡Papá! ¡No me dejes, por favor!

Luego de toser, Marcus giró lento su cabeza para mirar el rostro de la heroína; quien parecía estar lo suficientemente triste como para llorar por el daño que había recibido en el estómago.

Intentando alzar su mano, acarició la mejilla de la joven con tal de secar las lágrimas que seguían recorriendo su rostro.

— No llores, mi niña... — susurró Marcus. — Estoy muy orgulloso de ti, a pesar de que...nunca quisiste contármelo...

— ¿Lo sabías?

— Siempre lo supe...eres mi hija. — dijo entre jadeos y tos. — Perdóname...por haberte herido.

— ¡No! Perdóname tú, papá. — suplicó Felicity llorando.

John se estaba acercando a Holdinol, quien le imploraba que no le hiciera ningún daño al hombre que demostraba una nueva cuchilla en sus manos. Con el rostro lleno de sed de venganza y el cuerpo bastante tenso, asestó su golpe final cortándole la cabeza al hombre que le había robado sus sueños, sus anhelos y el futuro de su vida.

Sombra Furtiva [+18] [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora