Uno de los momentos más aterradores de mi vida fue cuando Ayano me dijo que Ryoba le había enseñado a limpiar la sangre correctamente. Estaba aterrorizado de ir a trabajar a la mañana siguiente.
La idea de dejar a mi angelito con esa psicópata, que ya la estaba preparando para que resultara como ella…Era repugnante. Me sentí demasiado enfermo para moverme. Sin embargo, Ayano y yo tuvimos nuestra charla mientras Ryoba estaba sumergido en la bañera.
―Ayano, sé que esto podría no tener sentido ahora, pero necesito que me prometas algo...―Comencé a hablar mientras la metía en la cama.
Ella me miró, abrazando a su conejito de peluche con fuerza.
―¿Qué pasa, papá?
―Por favor...Nunca olvides la compasión. Incluso las personas que no nos gustan tienen personas que las aman, y esas personas no quieren que le sucedan cosas malas a su ser querido. Las personas son personas. Por favor, nunca las veas como menos que eso.
Ayano miró a su conejito con tristeza, sin decir una palabra. Eventualmente me miró con esos ojos tristes.
―Me siento entumecida. Tú y mamá son los únicos por los que siento algo.
―Sé que es difícil, Ayano, pero recuerda que las personas son personas―Insistí. Ella asintió y me abrazó con fuerza. La abracé cerca de mí, feliz de abrazar a mi pequeña sin Ryoba cerca. Ayano era la única razón por la que tenía que vivir. Ella era lo único que importaba en mi miserable vida. Volví a mentir a Ayano y le acaricié el pelo, rozando accidentalmente una cicatriz en su frente. Ella se estremeció y abrazó a su conejito con más fuerza. Suspiré y le di otro abrazo.―Está bien, hija, ahora estás a salvo. No hay necesidad de asustarse. Estoy aquí.
―No quiero lastimar más...
―Tampoco quiero que te lastimes―Suspiré.―Lo entenderás alguna vez, cuando tengas tus propios hijos.
―No quiero tener hijos, porque entonces sería mami, y no quiero ser mami―Respondió Ayano sombríamente.
Me estremecí un poco por eso.
―No tienes que serlo. Todo lo que importa es que haré todo lo que pueda para protegerte―Besé su frente y la acosté para dormir.
Ayano sostuvo mi mano por un tiempo antes de finalmente quedarse dormido y soltarse.
“―¡¿Por qué no me quieres?! ¡¿Por qué me obligas a hacer esto?!―Ryoba gritó mientras me lanzaba un cuchillo.
Lo esquivé por poco, temblando un poco de miedo.
―¡Ryoba, por favor, haré lo que sea, déjame llevarla al hospital! Está sangrando, no quiero que muera, ¡por favor!
―¡La amas más de lo que me amas a mí!
―Por favor, por favor, por favor, no la dejes morir, Ryoba, haré cualquier cosa, solo por favor no la mates. Por favor, te juro que haré cualquier cosa. Ella es mi bebé, por favor no la mates, es tan sólo una niña, por favor!―Rogué desesperadamente, tratando de acercarme lo suficiente para quitarle a Ayano a Ryoba.
―Bien. Sálvala tú mismo entonces―Ryoba enojada soltó a Ayano, quien estaba flotando en la bañera sin fuerzas.
Entré y la saqué. Inmediatamente entré en modo de rescate, realicé la RCP y traté sus heridas sangrantes lo mejor que pude. Ella comenzó a respirar de nuevo para mi alivio. Le vendé las heridas y le puse un pijama limpio, abrazando a mi pequeña para que me salvara la vida.
La arropé en la cama y me derrumbé junto a ella, llorando. Casi pierdo a la única persona que amaba.
Mi pequeña casi muere.
¿Cómo podría desaparecer ese dolor?
No pasó mucho tiempo antes de que sintiera a Ryoba envolviendo sus brazos alrededor de mí y riendo en mi oído.
Esa risa enfermiza.
Me dan ganas de gritar.
―Oh, cariño, eres tan sexy cuando usas ese entrenamiento médico y de RCP. Estoy casi celoso de Ayano.
―¿Que demonios?
―Me hace pensar en cuando estábamos en la escuela secundaria. Estuviste en el club de ciencias médicas por un tiempo. Fue realmente sexy―Rió Ryoba.―Házmelo ahora, te perdono, cariño. ¡Ese espectáculo fue fantástico! Oh, ¿por qué no lo hice antes?”
Cuando mi Ayano trajo a casa un gato muerto hoy me asustó casi hasta la muerte. Tenía una expresión en blanco en su rostro, pero cuando me vio comenzó a llorar.
Dejó caer al gato en el piso de madera y corrió hacia mí con los brazos extendidos como un niño pequeño. Acepté su abrazo y la abracé contra mí.
Tenía miedo, ¿Qué pudo haber pasado? Lo único que pude sacar de ella fue "No sentí nada".
Nos sentamos en el suelo un rato, lloramos los dos. Le tomó un tiempo decir algo coherente.
―Quería sentir algo―Explicó Ayano.―Me siento entumecida. Siento tristeza y amor a veces, pero es débil...No lo se.
―¿Y ahora que sientes?
―Tristeza.
―¿Por qué?
―Porque no me importa lo que le hice al gato.
Le di a Ayano un abrazo más fuerte y le pregunté:―¿Por qué eso te entristece?
―Porque a mamá tampoco le importaría el gato.
![](https://img.wattpad.com/cover/244285964-288-k685592.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El escapé ||Yandere Simulator
FanficNo iba a haber otra oportunidad. ―Bebé, ¿estás lista para irte? ―Si...―Ella me respondió en su tono habitual y plano que usaba en casi todas las conversaciones. ═════════════════ ➜Yandere Simulator es un videojuego de sigilo y acción que está sie...