Capítulo 5

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Hoy maté a mi esposa. 

Debe sonar tan brusco, tan horrible. Lo es, lo admito. Me siento más como un monstruo por mi falta de remordimiento por mis acciones más que por mis propias accione, por lo que le hice a Ryoba. Pero fue nada comparado con lo que ella me hizo durante veintinueve años. 

Pasé más de mi vida prisionera que libre. Ella me robó de mi familia, mis amigos, mi vida. Me robó la vida y me obligó a ser su puto esclavo bajo la patética mentira de que supuestamente me amaba. 

Me mantuvo atado a una silla en la misma habitación que mis amigas y mi novia podridas durante un año. Me senté allí en su sótano, mirando los cuerpos de las personas que amaba pudriéndose lentamente. Ryoba se salió con la suya y la gente tiene la puta audacia de decirme lo afortunado que soy de tener una esposa tan "dulce y amorosa". 

Eso hace que quiera gritar. 

Ella me da ganas de gritar.

Cuando Ryoba llegó a casa, la golpeé con un bate de béisbol y la até en el sótano.

―¿Cariño? ¡¿Qué está pasando?!―Exclamó Ryoba.

―No me vuelvas a llamar así nunca más.

―Oh, cariño, ¿De qué estás hablando? ¿Qué estamos haciendo?

―¡¿Al menos puedes recordar cual era mi nombre real?!―Grité.―No, tú también me quitaste eso...Ni siquiera recuerdo mi nombre real.

―Eres Aishi.

―No...Tu eres Aishi. Yo ya no sé quién era. Destruiste todo. Me quitaste todo. ¡Mi vida, mi familia, mis amigos, mi nombre, mi identidad! Mataste...¡Mataste a todos! Me amaste, me secuestraste, me violaste, me obligaste a casarme contigo, yo cambié mi nombre y mi rostro, ¡Y tu traté de matar a mi pequeña! ¡¿Qué tienes que decir por ti, Ryoba?!―Grité, apuntando el arma a su cabeza. 

Los ojos de Ryoba se abrieron con horror y comenzó a sollozar.

―¡P-Por favor, no! ¡No lo hagas!

―¿Cuál fue tú respuesta cuando te dije lo mismo hace veintinueve años?―Reflexioné en voz alta, sintiendo que las lágrimas comenzaban a correr por mi rostro.―No, no tienes ese lujo. Me destruiste, ahora paga el precio. Te odio, Ryoba Aishi, ¡Y no hay nada en este mundo que pueda hacerme amarte!―Me quedé allí por un minuto, tratando de reunir las agallas para disparar y matar a Ryoba…No pude. 

Quería hacerlo, pero me quedé inmóvil, incapaz de matarla. 

¿Por qué fue tan difícil? Esa mujer...Ella me quitó todo. 

¡¿Por qué no podía matar a ese monstruo ?!

―Eres patético, querido―Se rió Ryoba.―En serio, después de todas esas tonterías que dijiste, ni siquiera puedes matarme. Acéptalo, cariño, me amas. No eres nada sin mí. Me NECESITAS.

―¡No te necesito! ¡Te odio, siempre lo he hecho!

―¡Me amas! No tienes elección, ¡Maldita sea! ¡Me amas! Ahora sé un buen chico y déjame desatarme de esta silla. Hazlo ahora, cariño, y tal vez Ayano esté bien.

Ayano...

¡¿Ayano?!

―¿Qué hiciste?―Pregunté con horror.

Ryoba se rió tontamente.

―No te lo diré hasta que me desates.

―¡Ryoba! ¡Habla ahora!

El escapé ||Yandere SimulatorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora