Cadenas.

He Tian.

Les sonrió mientras se ubicaba a su lado, el no era muy expresivo, tampoco era una persona que mostrara sentimiento efusivos, pero algo era seguro, cuando regalaba una sonrisa era porque quería trasmitir seguridad y cariño a ese ser humano, como lo eran Pelo corto y Jian que estuvieron en lo momentos difíciles, apoyándose, llorando, riendo, sufriendo junto, sonaba hasta cursi pero era como la aventura de la amistad.

—¿Donde dejaste a mi sobrino? Madre desnaturalizada. — Preguntó a modo de broma, frunciendo el ceño como costumbre.

—¿No te lo comentaron? Vivirá con su primo Liu, en mi familia la cuestión de poder ha finalizado en guerra, además de que Xixi me quiere jugar sucio. — Expresó con un deje de tristeza, enojo, frustración.

—No le permitas a nadie que lastime a tu hijo, solo tu sabes lo que te costó tenerlo, criarlo, amarlo.— Observó como se acercaba un mesero con una bebida color caramelo, se la entrego con un pequeño papel que decía. “Te espero H”

—Mo, no sabemos con exactitud en dónde nos estamos metiendo. ¿Por qué estás tan dócil con He Tian? — Pregunto Cutt que lo miraba con preocupación y viendo la nota en las manos del pelirrojo.

—El es un producto clave para esto Cutt, el tiene el poder para que por fin podamos ser felices, tengo un plan y créanme está vez funcionará. — Le dió un apretón de mano a los dos, los miro por última vez y se encaminó hacia la zona VIP

Miraba a través de un ventanal blindado lo que pasaba a su alrededor, en la zona más alta, con objetos de máximo valor, guardaespaldas del mejor calibre, una habitación fría, tonalidades de gris y negro, muchas botellas de vino y Whisky importado, aquello aunque llenaba la estancia no llenaba su corazón, su mano estaban en sus bolsillo, su ojos reflejaban seriedad y el gris en ello mostraban que era un tipo de temer, Mo le tenía miedo a esa mirada, fumaba un cigarro como era costumbre y esperaba a su invitado estrella que entraba en silencio y tan solo a un metro de el.

—Pensé que no vendrías, te ves bien. — Alagó mientras se giraba inspeccionado su cuerpo.

—Prefiero venir, no quiero escuchar después tu quejas y exigencia. — Miraba a otro lado, su cara era amarga sus cejas estaban en V, ya no quería sentir nada por He Tian, ya estaba cansado.

—Pareciera como si estuvieras agotado de mi presencia, y solo tenemos tres días viéndonos. — Dijo con amargura mientras iba por un trago.

—Estoy cansando de todo, el mundo no gira a tu alrededor. — Se sentó y luego de varios minutos vio el movimiento de manos de Tian, su espalda el como respiraba pausadamente la habilidad que tenía de mostrarse elegante a la hora de realizar acciones comunes. — ¿Que quieres que haga? Estoy cansado de este jueguito silencioso.

—Besame y quédate conmigo está noche, te necesito a mi lado. — Miraba el trago como si fuera el líquido más interesante del mundo, para luego posar sus ojos grises en los rojizos cansados.

Mo lo miró, se mostraba enojado, pero era todo lo contrario, estaba cansado, desesperado, triste, se levantó con pesar, las lágrimas salían por si sola, el chico He lo miraba con asombro, solo por decir aquello Shan se estaba desbordando.

—El trato cambia, mata Feng y yo me quedo a tu lado todo lo que quieras, pero por favor, por lo que reste de este tiempo, no me toques, no me beses, no me mires. Por favor. —Suplico mientras tocaba su pecho con angustia y su respiración de volvía irregular.

—Esta bien, pero cálmate. — No se acercaba, uno de los guardias lo hizo por el, y lo llevo con cuidado hasta el auto, para luego ser llevado a su casa.

He Tian suspiro con rabia, mientras entre sus manos ya hacían pequeñas gotas de sangre, y rastro del cristal.

—Maldita sea.