Te presento a mi He.

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El reporte de la policía indicaba que tres hombre de 18 y 19 años estaban fugados, no se sabía con exactitud de quienes se trataban, solo se habían guiado por pocos testigo, no había evidencia, muchos menos algo que le indicará su apariencia.
Shan estaba angustiado, se encontraba en un enorme apartamento, aparentemente drogado o con una especie de relajante muscular en el sistema, no se podía levantar del sofá y su verdugo caminaba de un lado u otro fumando de manera constante, revisaba su teléfono, por lo poco que podía apreciar He Tian esperaba alguien.

—Créeme que en el momento en que te descuides me marcharé. — Comentó con cansancio y cerrando sus ojos.

—Te quiero presentar alguien, dependiendo tu reacción podrás marcharte. — Se sentó a su lado dejando su mano en la pierna del pelirrojo.

Se acercó y lo beso en los labios, Mo por costumbre le correspondía, dejándose llevar por la sensación de los labios de quién fue su novio, llevo su mano a la mejilla del chico y profundizó el acercamiento entre sus bocas, jugueteando con su lengua dejando que explorará todo de sí, solo cuando le faltó un poco el aire se alejó, no sin antes recibir uno que otro beso corto.

—Le estás siendo infiel a ese alguien, dejándote besar Momo.— Argumentó con seriedad, observando la reacción.

—Si te dejo es porque no tengo opción, además me siento débil. — Respondió mientras se acomodaba de nuevo en el sofá.

—Solo es un relajante muscular, si hizo ese efecto significa que no estás del todo saludable— Respondió con sospecha.

Inspeccionando cada parte del cuerpo de Mo, desde sus manos que estaban pálidas, hasta sus mejilla llenas de pecas, se fijó en su abdomen, su estómago se miraba delgado en comparación de otros años.

—Deja de verme así, me siento incómodo. — Se cubrió con una manta y giró su rostro por vergüenza.

—No te estás alimentando bien, eso pasa. — Expresó su molestia mientras se levantaba.

En la entrada del lujoso apartamento ya hacía He Sheng con un pequeño de aproximadamente un año, su piel era blanca, su cabello negro como el de su padre, era un niño sano con el peso indicado, se miraba tranquilo en el pecho de su tío, si su tío, lo que más deslumbraba del infante eran aquello ojos verde oscuro que miraban con fijeza a su padre, He Tian.

El cual con una sonrisa se acercó y lo tomó en su brazos, besando su frente, acariciando su mejilla con sus dedos largos.

—Hola Campeón, ¿Cómo te has portado con tu tío? Te quiero presentar alguien—  Miró a Shan, el cual como pudo se levantó.

Observó con detenimiento, era un niño hermoso, tranquilo como su padre, movía sus puñitos con emoción de ver su progenitor, el bebé miraba con curiosidad el pelirrojo, le gustaba y le llamaba la atención el color de ojos y cabello, tanto así que quería acercarse.

—Tu hijo.. El que tuviste con tu mujer, felicidades. ¿Me puedo retirar? — Sus lágrimas estaba retenidas, su pulso se alteraba, sudaba con nervios y miraba el niño con tristeza.

—Si, es Liu. Mi hijo Mo, mi heredero, quiero que lo aceptes, quiero que.. — Fue interrumpido por el chico de cabello rojizo.

—No seré su madre, apenas y se cuidar un perro, además te deje muy claro que.. Mierda. — Sus lágrimas salieron, era inevitable el heredero de su amigo lo miraba con una sonrisa y moviendo sus manos.

Mo GuanShan se acercó sin dudarlo y lo sujetó entre sus brazos, besando la manito del niño y dejando que este tocará nariz.

—Eres la viva imagen del bastardo, tienes unos ojos hermoso Liu. Tu papá piensa que con esto me va a retener, que solo con saber que a lo mejor tu mami no te quiere, me quedaré y seremos la familia feliz. — Alzó el niño a la altura de sus ojos— Pero no es así, mi sueño es ser policía y tu padre no me lo va impedir, lo siento por ti Liu, pero nada me detiene. — Le dio el niño a Sheng y se encaminó con la poca fuerza reunida.

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