Procede al plan 02.

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Beijing— 11:00 a.m— Mansión He en la montaña.

Tian miraba las noticias en su teléfono, la nueva sensación del momento, el extraño pelirrojo y pelo corto su amigo, toda las industrias de moda lo estaban solicitando, especialmente las deportivas y para caballeros, portada para revistas, hasta actuaciones en videos musicales, documentales y películas.

No le gustaba esa sensación, su chico prácticamente era famoso, y solo por una estúpida foto para promoción, todo por culpa de Jian Yi, por su puesto era una buena estrategia para alejar de los medios al caso reciente dónde varias cabeza de la mafia fueron encarcelada, es como si el rubio fuera previsto el mal augurio y hubiera realizado la sesión para despistar a China de lo más importante.

Pero no lo parecía factible a el, para Mo Guan Shan muchos menos, ya que iba a dejar de ser policía para estar con el, para pertenecer a su familia, la cual aunque tenía buen prestigio a luz del día, en el bajo mundo y en los reporte policiales, fiscales, narcóticos y criminales, también lo eran, era hora de irse del país, debía suspender su carrera a futuro Ministro de Defensa e irse a Japón hasta que las aguas se calmaran.

—Shan, alista lo poco que te llevarás, haremos un viaje a Japón y luego a Italia, ¿Estamos? — Argumento con autoridad, orden y molestia.

—No me puede sacar de mi país, y segundo toma una práctica de modales, se pregunta. — Estaba sentado en el sofá mirando la naturaleza que rodeaba la inmensa construcción. — Además tengo que trabajar para algunas empresas y aún estoy en la policía con un posible ascenso agente de narcóticos.

—A mi me da igual si quieres o no trabajar, ahora lo haces para mí. — Reafirmó mientras se ubicaba en su campo de visión, con un semblante amargo.

El pelirrojo era un poco más bajo que He Tian, por esa razón cuando lo enfrentaba quedaban casi a la par, se levantó y lo miró con rebeldía.

—¿Sabes que pasa contigo? Que tú piensas que a mí tú me dominas, que puedes arruinarme la vida, te crees dueño de mi vida. — Se acercaba casi rozando sus labios. — Pero estás muy equivocado, puede ser que acepté tu propuesta, pero no me hace tu empleado.

Se giró para terminar la conversación, pensó por un momento que había ganado la batalla verbal hasta que sintió el tirón de su corto cabello, y como su cuerpo retrocedía de nueva cuenta a Tian.

—Yo puedo hacer de tu vida lo que quiera, tu peor error aceptarme de nueva cuenta en tu vida. — Le susurro en los labios mientras dejaba pequeño besos húmedos.

—Ese juego lo pueden jugar dos He Tian, tu decides si te quemas o te salvas. — Lo miró con desafío, haciendo contraste de mirada, Rojizo Y negro se complementaban entre si.

Jian Yi y Xixi estaban en el súper que quedaba a dos calles de su apartamento, la tensión era notable gracias a la discusión de ayer, el ánimo no estaba muy agradable ya que el castaño había recibido una llamada de su prometida furiosa, dos de su padre exigiendo respuesta y una de su madre preocupada, su hermana sabía dónde estaba así que no se preocupaba desde muy pequeña había apoyado a su hermano, y eso no cambiaria, la niña que ya era un poco mayor, prefería mil veces al rubio escandaloso, que a la que tenía nombre de mascota.

El joven modelo caminaba entre la tiendas, ante el un hombre bastante sospechoso, con lentes y un simple chaqueta, Jian trato de no acercarse mucho, necesitaba estar alerta ya que se estaban enfrentando tanto al gobierno, como a la mafia, era difícil no estar paranoico.

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