Deseos.

Parte 9.

Ya habían pasado dos días desde que Inuyasha había regresado de la aldea vecina, cuándo todos los demás preguntaron por Aome él sólo dijo que estaba bien que regresaría de nuevo y que no hablaría más del tema, a todos se les había hecho raro pero por su cara de enojo nadie preguntó más.

Aome llegó gritando a eso del medio día a sus amigos.

- ¡Sango! ¡Monje Miroku! ¡Niños!

- ¡Aome!- gritaban todos al unísono.

-¡Como les he extrañado!- decía la bella azabache, nadie se percató de Bankotsu hasta que una de las gemelas gritó.

-¡Tia Aome! ¿Quién es él?- Todos se voltearon a ver a Bankotsu con asombro, a lo que Aome y el solo intercambiaron miradas, en donde ella decía que era normal aquello y él solo hacía sentir su fastidio.

- Tranquilos el no recuerda nada y ha accedido a venir porque tal vez la anciana Kaede o Kikyo sepan algo del porqué está aquí, vivo.- Específico la bella azabache, lo que ella no se imaginaba era que aquel Bankotsu la acompañó porque temía que algo le ocurriese aún más después de la pelea con ese Híbrido.

- ¿Es cierto lo que dice Aome?- preguntó la desconfiada castaña.

-Sólo quiero recordar quien fui, quien soy.- rectificó el pobre piel canela.

- ¡Bankotsu es por aquí, vamos!- decía Aome al piel canela mientras se dirigían a casa de la anciana Kaede.

0.0.0.0.0.0.0.0.0.0.0.0.0.0.0

Inuyasha se dirigía a donde Sango y Miroku para pasar a otra aldea vecina por provisiones cuando sintió el olor de la futurista a la que amaba, sentía un rayo de esperanza de disculparse con ella, pues con lo que había pasado hacía dos días se dio cuenta de que a ella era a quien realmente pertenecía su corazón pues como una vez su sabia madre le había dicho, se dio cuenta de que la amaba al creer que la perdía, si todo salía bien dejaría a Kikyo diciendo que él no la amaba que solo la quería y no se había dado cuenta, ya corría en esa dirección cuando escucho la voz de una de las gemelas preguntar por Bankotsu, se dio la media vuelta y maldijo a su mala suerte.