Parte 17.

237 21 0
                                    

El café que tomaban esa mañana sabía más amargo de lo usual, después de que Shippo llegará había pedido cortésmente al moreno quedarse en su cabaña mientras su madre regresaba de su viaje por Japón, el moreno se lo había permitido pues según el propio Shippo solo llegaría a dormir por sus entrenamientos de Zorro Mágico.

-¿Sabes? Este café no es tan bueno como el que prepara tu madre, el de ella es dulce y cálido, en cambio este es más amargo.

-Madre siempre le pone amor a las cosas que hace por eso el sabor es distinto.

-¿Cómo sigue el perro?

-No lo sé, no lo he visto desde que supe que dejó a mi madre.

-Antes me parecía honorario, pero al ver de primera mano lo que le hizo a tu madre queda claro que no.

-¿La quieres, cierto?

Esa pregunta descolocó por completo a Bankotsu, así que juntando todo el valor frente al kitsune se atrevió a hablar mientras un sonrojo adornaba su piel morena.

-Si, lo hago.

-¿Te ha correspondido?

-En realidad no lo sé, le pedí que se casará conmigo al volver, pero solo dijo que al volver me daría la respuesta.

-Madre puede ser muy madura, pero aún tiene sentimientos de adolescente.- Una pequeña risa adorno el rostro del kitsune.

-Tú también eres aún un niño.

-Lo soy, pero si lo dices frente a la abuela Kaede lo negaré.- Afirmó el pequeño kitsune.

Entonces si el piel canela rió con ganas, al pensarlo bien en ese niño se encontraba mucho de Aome a pesar de no ser su hijo biológico.

-Madre te corresponderá, a pesar de todo no eres tan mal hombre, Bankotsu.

-Lo soy pequeño kitsune, pero quiero ser mejor, así que no tientes tu suerte.

-Cuando sea más grande borraré esa sonrisa socarrona de tu cara Banky.

Y Bankotsu confirmaba otra vez que ese kitsune se parecía en medida a Aome.

Deseos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora