Capítulo Seis: Hermanos y manos pequeñas.

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La casa de la familia Kim era un desastre las 24 horas del día, a pesar de las empleadas que limpiaban y ordenaban todo, siempre se podía encontrar algún juguete, zapato, libro o moño tirado por cualquier lado.

Junkyu tenia cuatro hermanos, Minkyu era el mayor con trece años, luego estaba Minji que tenia diez y los gemelos Dongmyeong y Dongju que apenas estaban por cumplir dos.

Minkyu siempre peleaba con Minji por cualquier cosa, aunque casi siempre era debido a que la menor tomaba alguno de sus libros o plumones mientras que Minji siempre se la pasaba en su habitación viendo televisión o molestando a Junkyu para que le hiciera favores.

El pequeño koala era quien tenia el trabajo más pesado, a pesar de tener una niñera para cada uno Junkyu nunca se libraba de tener que jugar con los gemelos, ambos niños eran muy traviesos y él como buen hermano jugaba con ellos mientras mamá trabajaba en su oficina.

—Myeoni no tires de mi cabello— Lloriqueo el pequeño koala, chillando cuando Dongju se unió a su gemelo y empezó a tirar de sus orejas, alertando a las niñeras que tomaron a ambos menores separándolos con cuidado a la vez que empezaban a llorar fuertemente.

—Gyu— Lloriqueo Dongju estirando sus pequeños bracitos hasta su hermano, empezando a llorar mucho más fuerte cuando Junkyu salió corriendo hasta la habitación de su hermano mayor.

—Me duelen las orejas— Se quejó el menor tirándose en la cama de Minkyu y enrollándose como una oruga en la gran cobija de su hermano que resoplo molesto, ignorando al cachorro para volver a sus deberes.

Junkyu tenia sueño, los gemelos no lo habían dejado tomar la siesta, ni tampoco la merienda.

—Hyung tengo hambre— Se quejo el cachorro escondiéndose bajo todas las  almohadas y muñecos de su hermano.

—Pues ve y pide algo en la cocina— Respondió el mayor ignorando al niño que se quejaba bajo un bulto de almohadas y cobijas.

Junkyu salió molesto del cuarto, arrastrando toda la ropa de cama hasta el piso, haciendo que Minkyu se quejase aunque el cachorro no le presto atención, yendo esta vez hasta el cuarto de su hermana, riendo al sentir la suave alfombra de las escaleras en sus piececitos descalzos. Repitió la acción de enrollarse como oruga en las cobijas esta vez en la cama de Minji, lastimándose con varias barbies que estaban tiradas sobre la cama.

—Noona tengo hambre— Se quejo nuevamente el cachorro desordenando las sabanas y escondiéndose bajo las muchas más almohadas de su hermana.

—Ve a pedir algo en la cocina— Le respondió Minji sin siquiera mirarlo, la niña estaba concentrada en su teléfono, asustando a Junkyu cuando lo miro sin dejar de sonreír.

Junkyu salió del cuarto de su hermana con un extraño tejido en su cabello, luego de varios tirones y un gran moño verde. Camino esta vez hasta la oficina de mamá, asomándose con cuidado por la puerta y entrando sin hacer ruido para no interrumpir a la mayor que hablaba con su computadora, deteniéndose cuando su madre le hizo algunas señas, al parecer su conversación era importante así que Junkyu solo camino derrotado hasta la cocina.

Dongmyeong y Dongju estaban tomando la merienda en sus sillas de bebé así que el cachorro solo acerco una de las sillas para grandes hasta sus hermanos, recibiendo un envase con puré de frutas y comiéndolo feliz, Minkyu y Minji siempre le decían que era comida de bebé pero era rica comida de bebé así que a Junkyu no le importaba mucho.

Luego de pasar todo el día jugando con los gemelos el pequeño koala estaba agotado. Comía su cena perezoso, dejando caer algunas cucharadas a la vez que sentía su cabeza caer un poco hacia adelante, los domingos eran agotadores y el que sus hermanos no lo dejasen tomar la siesta solo causo que el cachorro terminara por dormirse en la mesa.

Orejitas ~ TREASUREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora