Capítulo Diez: No me gustan las zanahorias.

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Doyoung observó su desayuno con una ligera mueca de desagrado, les habían preparado panqueques con fruta picada y palitos de zanahoria, palitos, de, zanahoria, ¡A él no le gustaban las zanahorias! Eran tan anaranjadas y tan zanahorias y sabían raro y definitivamente no le gustaban para nada de nada.

-¿Por qué no comes Doyi?- Pregunto Junghwan a su lado, como su desayuno podía fácilmente tomarse con un tenedor el osito no había tenido tantos problemas para comer pero si noto que el conejito a su lado no lo estaba haciendo.

-Es que no quiero Zanahorias- Se quejó el cachorro con un notable y exagerado puchero en muestra de cuanto le desagradaban estas.

Junghwan lo observo por algunos segundos, y luego su propio plato, y luego a la maestra Lisa que le daba de comer a Mashiho, y como la mayor no los estaba observando rápidamente tomo dos palitos de zanahoria del plato de Doyoung y los dejo en el propio. La maestra Lisa era muy estricta con los desayunos porque decía que era muy importante comer todo y no quería que obligara a Doyoung a comer las zanahorias, aunque ella no lo obligaría ya que conocía el desagrado del niño por estas.

-¿Qué estas haciendo?- Preguntó confundido el conejito recibiendo un rápido shhhh de su amigo.

-Te ayudare a comer las zanahorias- Susurro Junghwan tomando otro palito a la vez que comía de su propio desayuno, su hermano Yohan siempre se comía sus vegetales a escondidas, Yohan siempre lo cuidaba y él también quería cuidar a Doyoung así que iba a comerse las zanahorias porque al conejito no le gustaban.

-Oh entonces yo me voy a comer tus fresas- Acordó Doyoung con una pequeña sonrisa contenta, repitió la acción de su amigo y sin que la maestra Lisa lo notara pico una de las fresitas con su tenedor comiéndola rápidamente a la vez que no dejaba de sonreír, a Junghwan si le gustaban las fresas pero solo no dijo nada y siguió comiendo con una sonrisa, ya quería llegar a casa y contarle a Yohan lo que había hecho para ayudar a Doyoung.

Los últimos días habían estado jugando a imitar cosas, no cosas no, a imitar trabajos, la maestra Lisa había traído un gran baúl con disfraces de todo tipo de trabajo, bomberos, doctores, chef, astronautas, policías, había un disfraz de abogado pero ese era muy aburrido pero el de juez era mucho más divertido porque tenia un gran vestido gracioso y un martillo.

-Tu- Señalo Haruto utilizando el disfraz de juez, estaba sentado en la mesta de plástico y golpeaba su martillo fuertemente -Eres, este, eres culpable por tirar a Kyngio- Señaló el corderito a Jeongwoo que se molesto por la acusación.

-¡Yo no lo tire! ¡Se me cayo sin querer!- Se defendió el lobito mientras que Asahi, que se supone también debía defender su parte como el padre de Kyngio a quien habían tirado al suelo solo se distrajo con Jaehyuk que se movía hasta otra parte del salón.

-¡Jae espérame!- Grito el gatito corriendo hasta su amigo que buscaba algo entre los disfraces.

En otra parte del salón estaba Mashiho llorando, el cierre de su traje de astronauta se había trabado y ahora no podía quitárselo, Junkyu era un marcianito y estaba tratando de hacer que el hámster dejara de llorar. Lisa había pensado que era posible tener un día de tranquilidad pero al parecer se equivocaba. Lejos de toda la distracción estaban Jihoon, Hyunsuk y Doyoung, ellos estaban jugando a la familia que era el juego favorito del pequeño panda que estaba "preparando la cena" tal como lo hacia su papá.

-Papá papá papá papá papá- Repetía una y otra vez Doyoung moviendo su cabecita de un lado a otro haciendo que sus largas orejitas le cubrieran un poco la cara -Yo quiero jugar con Junghwan también- Pidió el conejito con un puchero, había tomado la costumbre de hacer pucheros cada vez que quería algo, siempre funcionaba con los adultos pero nunca con sus amigos.

Orejitas ~ TREASUREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora