Capítulo Nueve: Todos mis amigos.

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Yedam despertó siendo un nudo de gran cola pomposa, muñecos de felpa y su manta, dejándose vencer nuevamente por el sueño y recostándose otra vez apenas su niñera salió de la habitación. El pequeño zorro no solía dormir por las tardes y en consecuencia ya a las ocho de la noche tenia sueño y nunca quería salir de su cálida camita por las mañanas.

Ese día en especial Yedam tenia extra sueño, regreso muy cansado luego de aprender a saltar como un conejo con Doyi, era muy divertido pero luego se sintió muy pero muy cansado. El pequeño zorro apenas se movió un poco cuando la niñera lo cargo para un pequeño baño, odiaba los baños, su cola era muy pomposa y siempre era tedioso secarla y peinarla nuevamente.

Yedam tenia dos hermanos mayores, Suhyun y Chanhyuk estaban en la preparatoria y en la escuela de música, ambos tenían muchos premios y reconocimientos que mamá se encargaba de colgar en la pared para que todos lo viesen, Yedam quería ser como sus hermanos, él también quería ganar muchísimos premios y que mamá los colgara en la pared que por el momento solo estaba llena de dibujos que el mismo había pegado con cinta adhesiva. Papá siempre trabajaba y mamá solo estaba en casa por las noches así que los días de la semana solo compartían la cena juntos.

—¿Papá no va a desayunar?— Pregunto el cachorro jugando con su vaso, mamá siempre preparaba licuados extraños por las mañanas y sabían raro aunque ella decía que era para darles energía y otras cosas que el niño no recordaba.

—Él tuvo que viajar ayer y vendrá en una semana— Explico la mayor terminando de organizar algunos papeles que debía llevar a la empresa y el colegio de sus hijos mayores ese día —Vamos bebés, el señor Kim y el señor Cho los están esperando para ir a la escuela.

El señor Kim era el chofer de sus hermanos y el señor Cho era quien lo llevaba a la escuela a él, el señor Cho era un híbrido de oso un poco mayor, era algo gordito y siempre conversaba con Yedam cuando lo llevaba a alguna parte lo cual era casi siempre ya que el niño siempre iba de un lugar a otro, señor Cho lleve a Yedam a la escuela, señor Cho no olvide buscar a Yedam en la escuela, señor Cho llévelo a comer un helado, señor Cho tráigalo a la empresa para que se quede un momento conmigo, señor Cho venga a buscar a Yedam a la empresa porque regresare tarde, señor Cho lleve a Yedam a pasear un rato. Para el hombre era gracioso como su jefa le recordaba cada diez minutos que llevase al niño a alguna parte, incluso le pedía que fuese a comprar algún juguete con él porque ya hace días no le compra ninguno.

El oso ayudo al pequeño a abrochar su cinturón se seguridad para tomar asiento detrás del volante y conducir tranquilamente como cada mañana, la señora Bang era un poco paranoica y nunca le permitía conducir rápido, el debía ir a menos de ochenta kilómetros por hora sin importar a donde fuese así que debían salir muy temprano de casa para no llegar tarde, y aun así el cachorro siempre llegaba casi al último.

Ambos bajaron del auto para que el pequeño zorro fuese con sus otros amigos, otra de las obligaciones del señor Cho era dejar a Yedam solo si ya había tomado la mano de la maestra y nunca podía bajar del auto y dejar al niño ni tampoco soltar su mano en el transcurso que caminaran hasta cualquier parte. El menor se despidió alegremente de su chofer yendo a sentarse junto a Yoshinori y Junghwan, ambos cachorros estaban viendo unas tarjetitas de colores con dibujitos que sobresalían y era realmente divertido aplastarlos y ver como retomaban su forma otra vez.

—Yo también quiero— Pidió Asahi tomando de la mano a Jaehyuk, ahora el gatito no solo era como un chicle sino que también tomaba al leoncito de la mano arrastrándolo a cualquier parte que iba.

—Toma esta— Ofreció Yoshi entregándole al gatito una tarjetita con un pececito squichy, entonces Yedam también extendió sus brazos tratando de tomar la tarjetita.

Orejitas ~ TREASUREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora