Capítulo cuatro: Somos niños grandes.

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Jihoon despertó entre sus cálidas mantas apenas escucho sonar la alarma, restregándose la cara para envolverse en una de las cobijas y salir rumbo a la habitación de su padre.

Park&Park era una gran cadena de electrodomésticos administrada por el señor Park como único dueño, contando con cientos de sucursales alrededor del país y una gran sede principal que contaba con diez pisos y un pent-house en la parte superior donde la pequeña familia vivía.

El cachorro camino enredándose con la cobija y subiendo a la cama de su padre, dándole los buenos días al mayor acompañado de un fuerte abrazo, Jihoon no tenia una mamá pero los abrazos de papá eran tan cálidos y amorosos que el pequeño no necesitaba nada más para ser feliz.

Ambos eran niños grandes que sabían lavarse los dientes y peinarse solos, vistiendo con sus respectivos uniformes para el trabajo y la escuela, yendo a sentarse en el sofá mientras tomaban una taza de café y una chocolatada. Su hogar era grande pero estaba completamente lleno de juguetes y documentos, en su comedor solo habían dos sillas y al igual que con este se podía observar solo un par de cada cosa, ellos eran una familia pequeñita pero llena de amor y no necesitaban nada más.

El pequeño panda ato sus zapatos sin ayuda, contándole a su padre lo que quería hacer ese día en la escuela, mencionando todos los nuevos amigos que tenia y como algunos cachorros eran tan traviesos que la maestra Lisa siempre debía estar detrás de ellos.

—Hyunsuk siempre corre a todas partes— Se quejo el pequeño mientras su padre le abrochaba el cinturón de seguridad del asiento para niños —El juega futbol y es muy veloz pero también corre cuando no juega futbol tropezando con todos.

—Él debería ser un poco más cuidadoso ¿Sabes lo que puede ocurrir cuando corremos?— Pregunto el hombre a su hijo, empezando su corto viaje hasta el jardín de niños para luego volver al trabajo.

—¡Nos lastimamos! El siempre se lastima y usa muchas banditas— Explico el cachorro haciendo muchos gestos con las manos, observando por la ventanilla como los grandes edificios se movían rápidamente —No me gusta cuando se lastima, siempre le digo que deje de correr pero no me hace caso y también me sigue a todas partes.

—¿Te sigue a todas partes? Son compañeros de clase es normal que estén en los mismos lugares— El mayor conducía tranquilo, prestando atención a todo lo que su hijo le contaba y tratando de entender cómo era que uno de sus amigos lo seguía a todas partes.

—Es solo que si me siento el viene y se sienta conmigo, si voy con los bloques el también juega con los bloques, si quiero dibujar el me sigue y siempre quiere que juegue con él— El pequeño observaba a su padre con los ojos muy abiertos, sin entender al pequeño guepardo.

—Jihoonie, Hyunsuk solo quiere ser tu amigo, deberías jugar con él un poco más.

Llegaron al jardín despidiéndose en la entrada con un fuerte abrazo, ambos saludando a la maestra mientras que el mayor volvió al auto emprendiendo camino de regreso a su trabajo. Jihoon siempre era de los primeros en llegar, siendo esta vez él y Yoshinori los únicos cachorros que jugaban esperando la llegada de los demás.

—¡Buenos días!— Saludo el pequeño guepardo emocionado, abrazando rápidamente a su maestra y despidiéndose con la mano de la niñera que lo había traído ese día, corriendo a sentarse junto al pequeño grupo de niños que esperaban a los demás, específicamente junto a Jihoon —¿Qué hacen?— Pregunto el guepardo emocionado, queriendo jugar también sin siquiera saber de que se trataba.

Luego de que todos los cachorros llegasen antes de la hora limite, formaron un trencito para ir al comedor y tomar el desayuno, eran un grupo revoltoso y esto solo empeoraba cuando estaban los doce cachorros comiendo en la mesita designada al grupo.

Orejitas ~ TREASUREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora