Espada de Fenrir

Capítulo 46: Superando el pasado: Fin

"Parece que ... las cosas están llegando a un punto crítico".

Archer se paró en lo alto de su colina y 'vio' cómo una explosión consumía la visión de Shirou. Si bien no podía ver físicamente lo que estaba sucediendo, pudo sentirlo a través de su conexión con Shirou y Unlimited Blade Works. Frunció el ceño ante lo que podía sentir de Shirou y de lo que podía ver en este 'mundo'.

Los engranajes en el cielo, una vez tan orgullosos en su brillo y movimiento, estaban comenzando a desacelerarse. Casi imperceptiblemente, el óxido comenzó a extenderse a través de ellos cuando el cielo azul comenzó a oscurecerse, las nubes se arrastraron hacia el "sol".

Pero el cambio más notable fue la tierra de abajo. De la arena, la hierba brotó, creciendo deliciosa y verde, pero repentinamente marchitándose, volviéndose seca y las hojas empaladas en el mundo, tanto normal como God Arc, comenzaron a opacarse y oxidarse, pero también comenzaron a vibrar, como en anticipación.

Pero aparte de todo eso, la corrupción blanca que creció hace tanto tiempo, que se volvió ordenada con el paso del tiempo, parecía brillar. No creció ni se movió, pero uno podía sentir que ese no sería el caso por mucho tiempo.

Y el Arquero vestido de rojo lo observó todo, antes de mirar al cielo con el ceño fruncido.

"Hazlo, Shirou."

Un gemido salió de Shirou. Con un gruñido de esfuerzo, se levantó del suelo de tierra, conteniendo otro gemido de dolor. Abrió los ojos y vio una mancha de marrones, grises y negros. Frotándolos, parpadeó y todo volvió a enfocarse. Entonces sintió algo fuera de lugar. Se sentía ... caliente. Con un lento giro de cabeza, luchó contra la sensación de pavor y trató de averiguar la fuente del calor.

Vio llamas.

Vio barro negro y llamas lamiendo a través de él.

Vio llamas cubriendo el suelo y los edificios, el humo subiendo y comenzando a tapar el sol del mediodía.

Por un segundo, vio el infierno .

Entonces todo volvió. Con un grito ahogado, se dio la vuelta para enfrentarse al epicentro de las llamas. Y vio una bestia grande y descomunal, su cuerpo negro parecía absorber la luz a su alrededor. Lo miró fijamente, sus ojos rojo carmesí, sin pupilas y brillantes, inmovilizaron a Shirou. Incluso cuando pequeñas llamas rodaron por su cuerpo y hacia el barro debajo de él, ni Shirou ni el monstruo se movieron.

Shirou se sintió arrastrado al pasado, una visión de ese infierno superponiéndose a su vista. El cielo se había oscurecido, las cenizas arrastradas por el viento, y el niño se sintió sucumbir al arrepentimiento, al miedo, a la simple muerte, no lo sabía. Un destello de alguien cuya cara no reconoció, pero sí , alguien con cabello castaño y ojos azules, alguien a quien quería salvar pero no podía, no podía salvar a nadie, qué clase de tonto arrogante pensaría que podría-

El sonido de alguien gruñendo seguido de una risa húmeda lo sacó de su ... introspección. Girándose, pero sin perder de vista al monstruo, miró hacia abajo para ver a Kirei Kotomine, el increíblemente poderoso 'sacerdote', sangrando profusamente por un agujero en su pecho. También fue en ese momento cuando se dio a conocer el olor a carne quemada.

"Je. Entonces, ¿así es como termina? ¿Mi corazón estalló por el mismo ser que lo dio? ¿Maldito por ver solo los primeros momentos fugaces de desesperación recién descubierta? En verdad, este es el castigo máximo ..." Girando la cabeza, miró a los ojos de Shirou, que tenían una cierta cantidad de disgusto e incluso odio. Una sonrisa floreció. "Al menos pude presenciar tu desesperación ... Shirou ... Emiya ..."