15. Dos semanas después

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Beatriz: ¿todo bien cielo?-entró en la cocina viendo a su hijo con una manzana en la mano y el móvil en la otra.

Samuel: todo bien-dejó la manzana sobre la mesa.

Beatriz: de eso nada, te comes eso-sonrió de forma dulce acercándose a su hijo quien tenía cara de preocupación-¿Qué te preocupa?

Samuel: nada, es solo que recibí una llamada por trabajo-suspiró-urge que vaya a Houston.

Beatriz: ¿¡Que!? ¡No!

Samuel: solo serán unos días-se apresuró a decir al ver que la respiración de su madre se agitaba-iré a resolver un pendiente y volveré.

Beatriz: ¿seguro? ¿No me estás mintiendo?-Samuel la abrazó con una sonrisa.

Samuel: no, madre-le dio un suave beso en la mejilla-me iré mañana, serán unos días y me volveré.

Beatriz:-suspiró-¿vuelves por algo o por alguien?-Samuel frunció el ceño extrañado por su pregunta.

Samuel: claro, por mi familia-su madre manoteó ligeramente su pecho.

Beatriz: no me refiero a eso Samuel... te he visto-él tragó saliva.

Samuel: ¿verme? ¿Qué quieres decir?-vio a su madre soltar una pequeña risa.

Beatriz: te he visto con Andrea-su hijo enrojeció al momento-¡Y me encanta!

Samuel: ¿Cómo que me has visto madre?

Beatriz: si cielo, os he visto...-miró a su alrededor y bajó la voz-besándoos...

Samuel:-cerró los ojos todavía mas enrojecido-bueno, yo...

Beatriz: ¿te gusta mi amor?-vio la mirada esperanzada de su madre.

Samuel: yo... esto...-suspiró-no, no sé.

Beatriz: vamos cariño, cuéntaselo a tu madre, te conozco perfectamente-sonrió.

Samuel: no sé mamá, todo lo que rodea a Andrea es tan extraño-suspiró.

Beatriz: ¿Por qué lo dices cielo?

Samuel: me siento confuso, eso es todo.

Beatriz: Andrea es buena niña, es solo que lo que pasó con sus padres tal vez la hizo tener que defenderse de muchas cosas, tú tienes a tus padres, a tus hermanos... ella no tiene a nadie Samuel.

Samuel: me tiene a mí-dijo inconscientemente bajo la sonrisa de su madre-pero no sé cómo ayudarla, como hablarle, que decirle... no sé cómo tocarla por miedo a sus reacciones.

Beatriz: no te preocupes mi amor-acarició su rostro-ve a Houston, resuelve ese pendiente y piensa en ella ¿sí?-vio la emoción de su madre en los ojos-vuelve y si entendiste que la necesitas, quédate con ella.

Sollozaba al mismo tiempo que su caballo galopaba por aquellas tierras rumbo al lugar del que a lo mejor nunca tuvo que haber salido, una vez más los sentimientos de Andrea se desbordaban ante lo que sentía, llegó a la casa de Soledad la cual estaba en la puerta con un café, ella pudo apreciar las lágrimas y la angustia de Andrea.

Soledad: cielo, ¿Qué te ocurre?-Andrea no conseguía dar palabra mientras Soledad agarraba su rostro viéndola completamente derrumbada.

Andrea: es algo...-se tocó el pecho-es un sentimiento...-sollozó-¡No me lo puedo arrancar del pecho!

Soledad: cielo...

Andrea: es Samuel, Soledad, ¡Me gusta!-soltó un llanto mientras miraba al cielo-¡Me gusta demasiado! Y tengo miedo.

QUÉDATE CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora