20. No me sueltes

985 90 24
                                    

Holiii! Ya llegamos al capítulo 20 y no nos cansamos de dar las gracias por la magnifica acogida de esta historia, un millón de gracias 🤗 como de costumbre del capitulo 21 al 25 solemos hacer maratón pero lamentablemente el lunes tengo una jornada intensa tanto de trabajo como de clase así que Pili y yo hemos decidido que en lugar de hacer el maratón el lunes lo haremos el martes y no de 5 capítulos si no de 6!!!  Que os parece!? Asi que nada, aquí os dejo el capitulo de hoy y nos vemos el martes mis amores 🤗❤️🥰


Flavio observaba desde el ventanal de la sala la tormenta que se estaba desatando, había enviado un par de mensajes a Irina pero esta no le contestaba y eso la tenía preocupado, era casi la hora en la que ella había dicho que regresaría, pero él prefería que no lo hiciera, no quería que estuviera en peligro y eso intentaba decirle, pero las llamadas no le entraban y los mensajes no los leía aún.

Beatriz: te veo preocupado-se acercó a su hijo abrazándole por la espalda.

Flavio: estoy bien-se giró observándola e intentó darle una ligera sonrisa.

Beatriz: ¿seguro cielo? Sabes que puedes confiar en mí-Flavio acarició con ternura el rostro de su madre- sabes cariño, tiene tanto tiempo que tú y yo no tenemos una charla, de esas en las que me contabas todo lo que te pasaba.

Flavio: lo que pasa es que ahora no hay mucho que contar.

Beatriz: mi amor, tú eres joven, y muy guapo, es justo que busques el amor-él le dio una ligera sonrisa- necesitas una mujer bella, de clase, con la que puedas hablar, reír, soñar... -la puerta la interrumpió y Flavio dibujó una enorme sonrisa al verla-pero cielo estás empapada.

Irina: hola Beatriz-se acercó a ella, pero antes de saludarla estornudo.

Flavio: lo mejor sería que te fueras a cambiar.

Irina: tienes razón-lo observó-el agua esta helada.

Beatriz: pero solo a ti se te ocurre manejar así, mira que parece que el cielo se está cayendo.

Irina: lo sé-le dio una mirada a Flavio-es sólo que hoy quería comer contigo.

Beatriz: ay mi vida, me comentó Arturo que en la mañana estabas mal, ¿todo bien con mi hijo?-Irina suspiró-ay no, no me digas más, mejor vete a cambiar.

Irina: si es lo que haré-se dirigió hacia las escaleras ante la mirada atenta de él, Flavio no le perdía de vista.

Beatriz: esa muchacha es tan dulce y buena, y tú hermano es tan ciego.

Flavio: sí que lo es... -como alma que lleva el diablo entró Arturo.

Beatriz: ¿qué pasa?-observó a su hijo empapado pero sobre todo furioso.

Arturo: que no entiendo que hacen estos todavía aquí.

Beatriz: ay no hijo

Flavio: ¿¡disculpa!? Esta es nuestra casa y en ella viven mis padres.

Arturo: ahora te acuerdas que esta es tu casa y que aquí viven tus padres, valiente hijo-Flavio se colocó frente a él retándolo.

Beatriz: por dios hijos-se colocó en medio de los dos-sabes... ¿Dónde está Samuel?-pregunto preocupada.

Arturo: el imbécil ese...

Beatriz: ¡Arturo!

Flavio: no sé de qué te espantas, madre, si este siempre ha sido así.

Arturo: tú...-lo miró fijamente-¡te callas! Si no quieres qué...

Flavio: ¡qué!-lo empujó furioso.

QUÉDATE CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora