d i e c i s é i s|🍇

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Cuando volví a abrir mis ojos me encontré con mi no tan pequeño gatito a mi lado. Se veía muy tranquilo así que hice la menor cantadad de movimientos para no despertarlo y salir de mi cama.

Estuve a punto de tomar mi celular de la mesa junto a la cama pero vi una nota junto a él, así que la tomé para leerla.

"Tu hermano se irá después del almuerzo, ni él ni yo volveremos hasta la tarde. Te dejo dinero por si quieres comprar algo.
ATTE: mamá♡

Si te sientes bien limpia la mugre de tu cuarto."

Voltee y observé mi cuarto... No estaba tan mal, sólo estaba mi mochila detrás de la puerta y el uniforme arrugado sobre mi cama

Después de soltar un suspiro y me puse a juntar la ropa para guardarla junto a la demás, busqué mí mochila y metí unos libros dentro de ella para ponerla en la silla de mí escritorio, frente a él había una ventana que dejaba ver la calle. Pude ver como mamá se iba en el auto, parecía que estaba hablando sola, supuse que estaba atendiendo una llamada.

No le di mucha importancia, pues pensé que era alguien de su trabajo, seguramente tenga que entregar algunas fotos hoy.

No me molesté en cambiarme, sólo me puse mis pantuflas de jirafa, no tenía pensado hacer nada ese día, después de todo no hay mucho que hacer. Desconecte mí teléfono y miré la hora "11:47", almorzariamos muy tarde ese dia.

Cuándo salí de mí cuarto me encontré con Ryunozuke pasando por el pasillo, al igual que yo; con su pillama y el cabello todo revuelto, nos miramos detenidamente por un par de segundos, hasta que levantamos nuestras manos y nos apuntamos con nuestros dedos índices para gritar al mismo tiempo.

- ¡Quien llega a la cocina primero no hace el almuerzo!

Y ahí empezamos una carrera al estilo "Juegos del Hambre", sólo que literalmente teníamos hambre(?. Él usaba su qüirk para con su sombra atrapar los pies de la mía, manipulando así mí cuerpo físico y haciéndome caer.

Mi qüirk no es uno que me guste usar dentro de casa, aun así terminé ganando la carrera después de tirar "accidentalmente" un florero, Ryunozuke inevitablemente se detuvo para atraparlo y evitar que se rompa. Ese día me di cuenta que el camino desde mí cuarto hasta la cocina es más largo de lo que creía.

- Nos vemos más tarde, ¡No te trages todo lo del refrigerador! - Fue lo último que dijo mí hermano antes de cerrar la puerta rapidamente -

Yo sólo estaba saliendo de la cocina con un pote grande de helado en mis brazos, eso no significa que vaya a comer todo.

- Tsh, tongto, gse jue rapigdho pogrt que me quiegne miegdo. - Pronuncie con dificultad debido a la cucharada de helado de limon que tenía en mí boca -

La tarde fue totalmente normal y tranquila, sólo estuve hechada en el sofá viendo programas totalmente aleatorios mientras comía helado en pillama, una tarde casi de ensueño diría yo.

Así fue hasta que escuché una vibración viniendo de algún lado, voltee hacía todos lados, hasta que encontré mi celular sobre la mesa, suspiré profundamente y de mala ganas fui a atender.

El miedo llegó a mí cuando lo tomé, había 20 mensajes de mamá, por suerte era la primera llamada, pero mí paz se fue totalmente al escuchar sus gritos.

- ¡Por fin constestas! Escuchame, sobre la mesa de la cocina hay una carpeta, quiero que la tomes y la lleves a la dirección que te mandé. - Mientras hablaba puse mí mirada sobre la carpeta negra, supuse que eran un montón de fotos -

Mi luz de sol ‖ Bɴʜᴀ x ᴏᴄ - Pausada -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora