🌼|o c h o

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Ya habíamos terminado de cenar, por lo que me despedí de mamá y Ryunozuke, mamá se quedó en la cocina lavando los platos mientras yo y el idiota subimos para ir a dormir.

- Oye.. - Llamó mí atención dandome un pequeño toque en mí hombro -

- ¿mmh? - articulé volteando a verlo -

Antes de hablar me tomó de los hombros acercandome a él mientras, miraba hacía atrás para revisar si no había nadie, luego me llevó hasta el final del pasillo, donde había un ventanal enorme dando la vista de un balcón.

- Necesito que me cubras... Tengo que hacer algo importante. - Habló casi en un susurro, era algo extraño -

Cada vez que yo quería salir a algún lugar tenía que avisarle a mamá como mínimo, pero Ryunozuke era mucho mayor y podía hacer casi lo que quisiera. Era raro que quiera salir a escondidas.

En este caso, este chico tenía algo raro entre manos, porque tranquilamente le podía avisar a mamá a donde iría, pero no, ni siquiera intentaría mentirle, pues mamá le sacaría la verdad en un minuto.

- Está bien, ¿Pero a dónde irás...? - Le pregunté curiosa, él soltó un suspiro y miró hacía otro lado -

- Tú... Sólo no dejes que mamá descubra que no estoy. - Fijó de forma seria, yo me quedé en silencio mirándolo con una ceja arqueada. Él sabía que no daría mis servicios gratis, volvió a suspirar y me miró algo molesto - Y te voy a traer tus gomitas ácidas...

Lo miré con una sonrisa complacida por sus "ofrendas" y acepté. Dijo que me avisará cuándo esté por irse, así que me quedé sentada sobre mí cama, viendo cualquier video random que me recomendaba YouTube, mientras acariciaba a Koichi, quién estaba durmiendo.

- Tengo muuuchas cosas que contarte, amigo... - Le susurré con una pequeña sonrisa. Él respondió con un maullido casi inaudible, ya que lo había despertado -

Estubimos así unos... ¿20 minutos tal vez? Creo que si, cuándo veo videos mí noción del tiempo muere.
Llego Ryu (Aveces lo llamo así, maldigo a la escritora que le puso un nombre tan largo) avisandome que ya era hora de empezar. Por suerte no tendré clases un par de días debido a los acontecimientos, porque esta noche no es para dormir... Bueno, tal vez un poquito.

- No volveré muy tarde. Ya sabes, mamá pensará que estoy aquí mientras dejes la luz encendidas y no entrará a tu cuarto si piensa que estás ahí dormida. - Dijo serio mientras se ponía una mochila sobre su espalda, yo ya estaba sobre su cama -

Así es, sabemos muy bien que hacer en la situación de querer irnos a escondidas. Mamá podía decir que nos conocía perfectamente, pero nosotros también tenemos nuestros secretos.

Se podría decir que es un juego de vida o muerte, pero en este caso los dos vamos a llevarnos el castigo, él por escaparse y yo por mentir.

- Si, si, ya se... ¿Aún no me dirás a dónde vas a ir? - Pregunté en el mismo tono que él, soltó un pesado suspiro -

- Creí que no te querías meter en las cosas de adultos. - Dijo en un tono burlón, pero aún susurrando -

- Y por suerte tu no eres un adulto... - Dije mirando hacía otro lado con una sonrisa -

Él me miro fingiendo indignación.

- Por su puesto que soy adulto, ¡Voy a cumplir 21, cucaracha! - Levantó su cabeza intentando mostrarse superior -

- Si, si. Ya vete antes de que mamá escuche tus gritos de niñita. - Lo empujé sacándolo de la habitación, al cerrar la puerta no pude evitar decir otro comentario -

Mi luz de sol ‖ Bɴʜᴀ x ᴏᴄ - Pausada -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora