Un poco de libertad

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Los personajes de Sakura CardCaptor, no me pertenecen son una idea original de Clamp

Un mes y medio había transcurrido, Sakura regresó a dormir en su habitación pese a las insistencias de Shaoran, si bien su padre estaba de acuerdo con su relación, ella no veía correcto dormir con él, aunque realmente lo deseara, Shaoran aceptó su...

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Un mes y medio había transcurrido, Sakura regresó a dormir en su habitación pese a las insistencias de Shaoran, si bien su padre estaba de acuerdo con su relación, ella no veía correcto dormir con él, aunque realmente lo deseara, Shaoran aceptó su decisión, puesto que no la quería presionar, iban a ir al ritmo que ella marcara, estaba consciente de que Sakura no había tenido ninguna relación antes, el castaño quería que disfrutara de cada momento y así estaba sucediendo.

Las actividades del ambarino habían cambiado drásticamente, ahora estaba al tanto de personas con enfermedades más complejas, que requerían de cuidados especiales, aunque de vez en cuando regresaba a sus antiguos pacientes, quienes solicitaban la presencia de Shaoran, muchos de sus nuevos pacientes habían mejorado de forma significativa y regresaban revitalizados a sus actividades, el médico chino ganaba poco a poco fama en Edo, las personas sabían que era buen médico, también sabían que su actitud sería afable siempre y cuando siguieran las indicaciones, porque de lo contrario solía regañar a los pacientes con poco tacto, algo que Sakura siempre le reñía.

Seguía pendiente de la salud de Fujitaka Kinomoto, su enfermedad no se detenía, en varias ocasiones durante las sesiones aparecían los pequeños ataques de tos y de vez en cuando había sangre en el pañuelo pese a los tratamientos que él le administraba, sin embargo, el dolor era casi imperceptible y había recuperado peso, ya no se veía pálido, dormía muy bien por las noches, el maestro Kinomoto a primera vista se notaba con buena salud.

El extracto de flores cerezo seguía resguardado dentro de la habitación de Fujitaka, los dos castaños llevaron sus frascos el día que salieron de paseo a la arboleda, eso los dejaba tranquilos, porque las únicas personas que conocían acerca de la sustancia eran Sakura, Shaoran y el maestro Fujitaka o al menos eso pensaban ellos tres.

El ambarino caminaba cargando un envoltorio enorme que se veía muy pesado, iba junto a Eriol por las calles de Edo, habían ido a tomar un poco de sake, en esta ocasión no asistirían al distrito del placer, por cómodo que fuera pasar la velada en las casas de té, dejaron de ir a esos lugares para no exponer a sus respectivas mujeres a las habladurías del pueblo, en esta ocasión decidieron ir a un pequeño lugar ubicado en el centro de la ciudad, ya estando en la mesa Shaoran dejó a un lado la pesada carga y ambos comenzaron a conversar.

—Es bueno que la pequeña Sakura le haya dado permiso de salir maestro Li —se burló el ojiazul, tomando uno de los bocadillos, que hace poco les habían servido.

—El hombre casado es usted Hiragizawa, Daidouji no me dijo a qué hora, debo regresarlo a su residencia, me aseguraré de que no tome mucho sake —contratacó Shaoran.

—Ahora es Tomoyo Hiragizawa, que no se le olvide Li, además tenemos tiempo, mi pequeña flor estará con las chicas, contando los detalles del viaje —aseguró Eriol con tranquilidad.

Extracto de flores de cerezoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora