Cap 14- Venganzas placenteras

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POV: Mave

Me desvanecí por la oscuridad del pasillo dejando atrás a Malfoy. Todavía estaba con la respiración agitada, quería volver y seguir besándolo hasta que me ahogara, todos sabían que él tenía un efecto sobre las chicas y aunque nunca había descartado la idea de probarlo en mis propias carnes, nunca llegué a pensar que fuese tan intenso.

Besarlo fue una experiencia que nunca había sentido, era como una especie de droga sabes que te está matando pero te hace sentir demasiado bien como para dejarla.

Cuando me quise dar cuenta estaba al final de un pasillo cualquiera del castillo, quedaba un rato para que terminara mi guardia, pero sinceramente me daba igual. Volví a la habitación con la intención de sentarme cerca del fuego y planear la estrategia, sin embargo cuando llegué Malfoy había pensado lo mismo que yo.

Cuando me escuchó se giró un poco sobresaltado a mirarme. -Hola- dijo sentándose lentamente en el sofá sin apartar su mirada de la mía.

-Hola... bueno creo que me voy a dormir- dije intentando huir de la situación lo más rápido posible.

-Espera, tenemos que hablar.- dijo completamente serio.

-No vamos a hablar- dije a la defensiva.

Se levantó rápidamente del sofá, me empujó con fuerza hasta una pared y me agarró del cuello.- Te he dicho que vamos a hablar- casi siseó con los ojos llenos de rabia.

No entendía por qué razón estaba tan cabreado, solo sabía que me estaba cabreando, y mucho.-¿Qué coño te pasa ahora Malfoy?- escupí con asco.

-¿Es que pretendes dejarme como un gilipollas Nott? ehh dime ¿eso es lo que quieres?- dijo acercándose cada vez más a mi cara.

No entendía nada, mi confusión solo crecía a cada palabra que salía de su boca. Él parecía ver esa expresión en mi cara por lo que continuó hablando.

-¿Qué pasa, no recuerdas el hecho de ir a follarte a otro después de montar la escenita del pasillo?¿Qué pasa que te quedaste cachonda y como conmigo no podías fuiste a por otro?

Te recuerdo que fuiste tú la que dijo que nada de follarse a otras personas cuando estuviéramos juntos oficialmente, no esperaba que llegases a ser tan zorra tan pronto.

Mi cabeza no daba crédito, ¿ME ESTABA MONTANDO UNA PUTA ESCENA DE CELOS?

En ese momento decidí tomar el control, estaba empezando a calar a Malfoy, tenía que intentar emplear esos conocimientos para manipularlo.

Con mis manos acaricié su mano hasta ponerlas en su muñeca indicando que apretara más su mano la cual todavía estaba en mi cuello y eche mi cabeza hacia atrás cerrando mis ojos con placer.

Él con confusión, se apartó un poco de mi, fue entonces cuando aproveché ese momento de debilidad para pegarlo a él a la pared, cogí su mano y la empecé a deslizar por todo mi cuerpo, mientras le susurraba.

-Es verdad me dejaste muy cachonda, pero no me he follado a nadie, teniendo a lo que tengo en casa para que voy a perderlo con otro que no valga tanto la pena- casi que sollocé en su oído.

Él seguía claramente confundido pero mis palabras lo estaban empezando a disuadir y cada vez caía más en mi juego.

-Pero tengo un problema, cada vez que me acuerdo de nuestro beso necesito repetirlo ¿Tú puedes ayudarme con eso?- dije con un puchero pegando sus manos al dobladillo de mi falda. Vi como sus ojos pasaban de un gris plata a un gris mucho más profundo y oscuro.

-Claro que puedo princesa- dijo con voz ronca agarrandome de la cintura y pegandome a su cuerpo, le sonreí triunfante y lo arrastré a mi habitación, una vez allí lo tumbe en mi cama, volví a cerrar la puerta, al girarme lo vi apoyado en sus codos tumbado casi en el borde de mi cama, era una imagen muy tentadora pero la ira reinaba en mi cuerpo.

Con toda la lentitud me fui acercando a él dejando caer por el camino mi túnica. Una vez en el borde de la cama me agaché y fui subiendo respirando pesadamente hasta su pecho con la intención de llegar a su boca, en el camino vi como echaba su cabeza hacia atrás para resistir mejor la tortura que suponia la lentitud.

Entonces hizo una cosa que me pilló desprevenida, se tumbó por completo en la cama con una mano me sentó encima de él agarrando mi culo, mientras con la otra tiró de mi pelo por la zona de la nuca, dándome la vuelta y colocándose él encima.

No hablábamos, no nos besábamos, solo nos torturábamos el uno al otro con los roces y la miradas. No se muy bien cómo conseguí volver a colocarme encima, él apoyó la cabeza en la almohada. Empecé a besarle el cuello, y le volvía loco. Mientras seguía besándole el cuello subí sus manos por encima de su cabeza. Cuando vió las esposas en mi cabecero sonrió cómplice, con una mirada que en otra situación me habría hecho perder la cabeza.

No opuso ninguna resistencia cuando lo exposé al cabecero, entonces cuando lo miré a esos ojos de lujuria estando completamente a mi disposición no pude resistirme, lo besé con todas las ganas y la rabia que tenía, mientras lo hacía y con una mano acariciaba su cara con la otra alcancé mi varita que tenía agarrada en la parte trasera de la falda pegando a la espalda.

Continué besándole y moviendo mis caderas encima de él, provocando un gemido ronco de su parte, poco a poco subí la varita y hechice las esposas para que no se soltaran hasta por la mañana, entonces le susurre al oído:

-Nunca me vuelvas a formar una escena de celos como esta gilipollas, no estamos juntos no eres mi novio, y yo podria hacer lo que quisiera pero para no joder la cuartada que tu creaste no lo voy a hacer.

Me incorporé del todo y aun sentada encima de él me hice una cola, su cara de confusión y rabia no tenía precio, pero no perdió los papeles hasta que pronuncié las palabras:

-Accio varita de Draco- Dije extendiendo una mano en el aire hasta que la varita llegó a ella.

-¡NOTT NI SE TE OCURRA!- Dijo retorciéndose en la cama.

-Demasiado- tarde dije levantándome de la cama dirección a la puerta.- Ah por cierto hoy duermo en tu cuarto ya que tu no puedes salir del mío- a continuación le guiñe un ojo y salí por la puerta escuchando como me maldecía.

Me metí en su cuarto, todo estaba embriagado por su olor. La venganza me había dejado a mi también en un mal estado. por lo que decidí darme un baño. Encendí algunas velas me hice un moño desordenado y me metí en el agua caliente.

No podía parar de pensar en él.

Al salir me sequé con una toalla y me vestí con una camisa negra de Malfoy.

Antes de dormir decidí disfrutar un poco más de mi triunfo, y fui a mi cuarto a darle las buenas noches a Malfoy. Cuando abrí la puerta estaba medio incorporado apoyado en el cabecero de la cama.

-Me atas, usas mi baño y también mi ropa ¿Qué más te queda?- dijo con cara de querer matarme.

-Pero... ¿A que me queda mejor que a tí?- dije riéndome de él.

-Acércate más.- Camine hacia un lado de la cama , apoyé las manos en el colchón rozando su nariz con la mía.

-¿Mejor?- pregunté con una sonrisa juguetona.

Él me besó con fuerza y mordió mi labio haciéndome sangre. Me separé por el susto, y él sonrió con autosuficiencia.

Limpie con mi dedo la sangre de mi labio y me volví a acercar a su cara.

-No intentes hacerme daño así por que me encanta- escupí con una mezcla de furia y deseo.

-Te odio- musitó pasando la lengua por su labio.

-No es verdad- le respondí suavizando un poco el tono.

-Cuando te alcance me voy a vengar de la manera más cruel posible- me dijo con una mirada tan cargada de ira que aterrorizaría a cualquiera, pero que a mi personalmente me atrapaba.

-Lo estoy deseando- contesté rozando mi nariz con la suya para acto seguido abandonar la habitación provocando una risa juguetona de su parte.

Me acosté en su cama y me quedé dormida embriagada por el olor de su sábanas de satín negras, mañana iba a ser un día complicado, estaba segura de que Malfoy se iba a encargar de ello.

SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora