┃❛𝐑 ━ 𝐒𝐡𝐚𝐝𝐨𝐧𝐢𝐜❜┃
Una sombra es capaz de muchas cosas, entre ellas, esconder a demonios feroces con el único deseo de acechar almas ingenuas.
Pobres seres corrompidos por un vil ser, aunque digan que la muerte es algo natural, esos casos, e...
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Silver no se tragaba el cuento de que fueron asaltados, es decir, ¿un ladrón atacando a semejantes horas que los hubiera golpeado como si quisiera matarlos? Lo creería de Sonic, su amiguito era muy débil y apenas si lograba defenderse del fastidioso equipo de fútbol, extrañamente, del capitán nunca sospechó que se metiera con él, ¿pero de Shadow? No, había algo que no cuadraba. Y solo por petición de ellos no llamó a su padre y una ambulancia.
Cuando recién abrió la puerta y vio al azul, su corazón latió a mil por verlo herido, sucio y nervioso, mas cuando el otro erizo intentó entrar, sus venas iban a hincharse; ¿con qué cara se atrevía a estar cerca de su hermano menor de otra sangre? ¡Peor! ¿Cómo el muy cínico intentaba ingresar a su casa luego de que por su culpa estuviera suspendido y con el cuerpo, literalmente, molido? Una pomada no logró quitarle ese dolor infernal; por poco tomaba una escoba cercana y lo sacaba a la fuerza, pero el cían rogó e imploró que se quedase, ¿por qué? La duda más grande de su vida.
Al no tener más opción le dio pase a su casa, que más que agachar la cabeza con una pizca de humildad, se la pasó criticando, su consuelo era que esa cara tan bella para las chicas estaba hecha un asco, así que él también se burló de eso. Por ser buen amigo dejó que el erizo se duchara para quitarse la mugre y que se cambiara con una de sus ropas que ya no le quedaban, y al idiota forzosamente le dio unas viejas; cuando terminaron sacó un botiquín de primeros auxilios con vendas, alcohol, etc.; solo que el de pelaje carbón le agradeció a regañadientes y lo sacó de la pieza, Silver maldijo al supuesto ladrón por no terminar de matarlo.
Se fue a su recámara y trató de dormir un poco, consiguiéndolo en menos de lo que creyó; por unos ruidos extraños se levantó en la madrugada, asomándose levemente por la ventana observó un fenómeno extraño en el cielo, parpadeó y se restregó la cara para despertarse y dejar de ver cosas raras, notando la luz de la luna brillar tenuemente por ser casi reemplazada por el sol. Suspiró dándose unos golpecitos en la cabeza.
—Me estoy volviendo loco por el estúpido de Shadow —dicho eso estuvo por regresar a la cama, mas unos murmullos terminaron colándose por sus oídos.
Muy despacio salió de su recámara y se fue de puntillas a la de huéspedes, de ahí provenían unas palabras muy bajitas que no entendía en absoluto, abrió con cuidado la puerta y vio por el resquicio que ya ambos erizos estaban dormidos; siguió caminando sin hacer ruido hasta cerciorarse de que el menor estuviera (en lo que cabe) bien, honestamente no se esperó que los dos estuvieran muy pegaditos durmiendo a gusto, una escena desagradable contando de que eran su "enemigo" y mejor amigo. Con sumo sigilo logró acomodar al jovencito de forma que descansara mejor sin verle la cara al otro, pero a los momentos regresó a su antigua posición, lo volvió a quitar, y regresó; ese bucle estuvo repitiéndolo por al menos seis veces, así que con ayuda de la lamparita de noche ya encendida mejor inspeccionó sus heridas.
—(Ese idiota más inútil no puede ser, ¿en serio ni colocar vendas puede?) —se dijo internamente, volviendo por su botiquín para mejorar ese desastre que se hacía llamar vendaje.
