Capitulo 4: "Unos días previos a la guerra"

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Ryu se había quedado con Aiz. Se podía ver a una Aiz sudando apretando con fuerza la mano de Ryu, estaba reviviendo ese momento.

Ryu: (Pensamiento: Esta terrible, ¿Debería despertarla?)

Aiz (dormida): Déjame, déjame, suéltame por favor con su mano disponible trataba de golpear al aire, debilmente, como en ese momento, una

Aiz("""): Bell ayúdame por favor

Aiz: Para, déjame (empieza a llorar y gritar, repitiendo la misma frase 9 veces)

Ryu: Señorita Wallenstein, despierte (la samaquea para que se despierte)

Aiz: ¿Qué paso?, ¿Dónde esta Bell? (Su cuerpo temblaba, como si tuviera un escalofrío)

Ryu: Tranquila, échate y trata de descansar, has pasado por mucho (se abre la puerta y aparece Welf y Gareth)

Gareth: ¿Están bien? Escuchamos gritos y vinimos

Welf: Señorita Wallenstein, ¿Esta bien?

Ryu: Váyanse por favor, yo me quedo con ella.

Welf: ¿No quieres ayuda?

Ryu: Welf, llama a Bell por favor (Ambos se retiran) Tiene que ser fuerte señorita.

Aiz: Dime solo Aiz, gracias por decirles que se fueran, no es que sean malas personas, esos días me tienen traumada. Bell me habla para que pueda dormir y se queda conmigo, es muy dulce y siempre me apoya.

Ryu: Así es Bell. Tal vez te pueda ayudar hablar con alguien sobre lo que paso.

Aiz: No lo sé, fue muy duro ese momento, Bell estuvo allí (rompe en pequeñas lagrimas) trato de defenderme (aparece Bell) yo ...

Bell: ¿Qué paso? (Decia agitado, pues le avisaron y salió como un rayo a la habitación de Aiz)

Aiz: Otra vez la pesadilla. (Baja la cabeza haciendo que su hermosa cabellera de oro cubra sus ojos, cosa que Bell no permitió volviendo esos hilos de oro a su lugar original)

Bell: Tranquila, yo estoy contigo, Ryu toma mi lugar en la mesa por favor, no puedo dejarla sola.

Ryu: De acuerdo (Se retira y se dirige a la mesa en el lugar que le había indicado Bell)

Aiz: Gracias conejito, no sé que haría sin ti

Bell: Debemos hallar una forma de que superes ese trauma.

Aiz: Espero no sé molesten por mi actitud. (Bell le da un beso en la frente)

Bell: Nadie se va a molestar, yo te protegeré, ¿Te parece si tratamos ahora?

Aiz: Esta bien, vamos. (Se pararon y cruzaron el umbral de la puerta, estaba Bete, conversando con Lefiya y Finn subía las escaleras)

Bete: Aiz, ¿Cómo estas?

Aiz: Bien (Sentía inseguridad, pero Bell la compensaba)

Bell: Un paso a la vez Aiz

Finn: Hola, ¿ya despertaste?

Aiz: Sí, ¿Cómo están las cosas abajo? (Una sensación que la incitaba a huir de allí la carcomía por dentro, pero Bell logro apagar esta sensación tomándola de la cintura con suavidad creando algo más de seguridad en ella)

Finn: Todo esta bien, pero tenemos problemas, los necesito allá

Bell: Ok, te seguimos.

La princesa, el héroe y el diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora