Capítulo 11: "¿Una ida sin retorno?"

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Empezó la expedición, el ejército se dividió en 2 grupos, tal como acordaron en la última reunión que tuvieron, afortunadamente no hubieron problemas por la presencia de los Xenos, el avance era rápido, los monstruos no eran problema para la gran cantidad de personal que se movilizaba, monstruos rebanados como panes y cristales tirados en el suelo para marcar el camino de regreso, habían creado un sendero de muerte y destrucción merecedora de los mejores aventureros de Orario, el camino era largo, pues eran 20 pisos de batalla, apenas habían arribado al piso 58 cuando fueron recibidos por una gran cantidad de Valgangs, listos para enfrentarlos a todos, todos los miembros más fuertes y experimentados hicieron filas para una carga frontal junto a los aliado Xenos, los monstruos fueron vencidos, y no hubieron bajas. el avance continuó, el piso 59, recuerdos de una batalla llegaban a la mente de Aiz, el lugar de una titánica batalla, pero eso no importo en aquel momento, todos avanzaron, campeones de la alianza, campeones de lo vivo, piso 60 encontraron férrea resistencia, los estaban esperando, las divisiones de elfos arremetieron con todas sus fuerzas haciendo retroceder al enemigo, los Xenos dieron una carga brutal para alejar a otro grupo del combate, ellos eran más fuertes que muchos humanos, con algunas excepciones, así que lograron derrotar a su grupo y rodear dando apoyo a la línea frontal la cual tenía problemas por la avalancha que los alcanzaba, El avance siguió y siguió, los monstruos no eran un problema en esta expedición, eso se creía hasta las puertas del infierno mismo, las puertas del piso de la muerte, las puertas del piso 70.

Nota aclaratoria: En este capítulo esta la batalla de los aventureros contra los monstruos del piso 70, con excepción del dragón, que solo es problema de los elegidos por Bell y Aiz.

Les esperaba la muerte misma, Asterius estaba allí, así como distintos enemigos del pasado, los estaban esperando, había mucho veneno en aquel piso, con componentes de monstruos los iban a abrumar, además había una generación importante en aquel piso, iba a a ser imposible ganar, pero al menos conseguir tiempo a los campeones para vencer a ese dragón. El éxtasis del acero y de la sangre empezó, la carga de ambos bandos fue potente, tanto que desgarro las paredes del calabozo, Finn sería el encargado de dirigir la batalla por el destino del mundo se daba, Asterius fue congelado, se empezó a cumplir el plan, el frente debía aguantar, tenía que hacerlo, pero la batalla de desgaste no sería fácil, el flanco derecho empezó a romperse y Finn mando una de las 4 divisiones que le quedaban para cubrir el hueco, los magos y el level boost de Haruhime no se daban abasto, no tenía cuando dejar de usarlo, pero tenía que ser fuerte si deseaban vivir.

Finn: Magos, apunten a la brecha del flanco derecho, arqueros, enfóquense en los monstruos venenosos del izquierdo, muévanse, rápido.

Todos asintieron sin chistar las palabras de Finn, el flanco derecho logro resistir un poco más, pero el frente, era otra historia, entraron en desbandada hacia la segunda línea, 2 Goliats negros aparecieron de repente, al punto de decir sálvennos de este inferno, la segunda línea frontal cargo para evitar que los flancos sean rodeados desde el centro, que fue posible por la magia de Mikoto, quien dio el tiempo necesario para llevar a cabo la acción, quedaban 2 divisiones a su mando, así que ordeno a los Xenos cargar hacia el flanco izquierdo donde se estaba por formar una media luna, Finn fue a la carga, la última división, la de magos y arqueros, estaba a punto de quedar a mente 0, si no hubiera sido, por la determinación a salir con vida de aquel lugar y las pócimas que habían traído consigo, nadie en ese lugar habría sobrevivido, al menos por unos minutos más, la batalla contra el dragón también estaba a la par de la realizada por los aventureros contra el piso 70, donde las criaturas más horribles y poderosas, aparecían indiscriminadamente, empezaron a retroceder, Lefiya no podía más, estaba al borde del colapso, al ver que su maestra Riveria, yacía boca abajo, con heridas en toda su carne de elfo. Un mago que estaba a su lado la logro calmar, la logro mantener en la guerra.

(narra un capitán elfo) Nos habían mandado a la zona más crítica de la batalla, mis soldados están heridos, mi hermano está muerto, peleare por mí, por lo poco que me queda, pasaron los minutos y no podía más, mi cuerpo dejaba de responder como siempre, un hacha de minotauro caía sobre mi hasta que fue congelado, seguí luchando, me alcanzo el veneno de un monstruo, esa sería mi tumba, luchare con todo lo que me queda y di un grito con Ira, no sé si abre conseguido algo con eso pero, empecé a luchar como nunca lo había hecho, estaba determinado a matar, entre en trance, no podía detenerme, hasta que ...

(Volvemos al narrador omnisciente) Drag, había desarrollado acciones heroicas en esa batalla, su flanco se mantenía vivo gracias a su determinación, daría la vida por todos de ser necesario, esta vez su amor de toda la vida, su condena, su prisión, vivía en su corazón, siendo su motivación principal para seguir luchando. Veía a sus compañeros morir a su lado, pero él estaba feliz, porque, sabía que había contribuido en una hazaña heroica, el flanco resistió, no podían más, pero resistió.

(Narra Sarmen), Mis compañeros están muriendo, "Guerreros sigan peleando" les grite para que no se detuvieran, todos sabíamos que en algún momento seriamos eliminados, pero en el fragor de la batalla eso no importo, seguíamos luchando, hasta que nos dimos cuenta que no aparecían más monstruos, la batalla había empezado a igualarse, pero estábamos muy cansados para intentar si quiera acabar con todos los enemigos que teníamos al frente. Debo reconocer, que esos Xenos amigos del conejo, son gente muy valerosa, estaban acabando con una gran cantidad a pesar de recibir bajas, eran gente valiente, de verdad querían su paz, ofrezco mi vida a que ellos tengan lo que merecen y que alcancen sus objetivos, así muera en el intento. La batalla continuaba, ya me habían herido, pero se escuché a alguien decir un canto: "Noche tormentosa, pléyade ..." (Quedo inconsciente antes de escuchar el final).

(Narra Drag) La pelea me está superando, no, debo resistir, debo luchar por mi redención, debo luchar por ti mi amor, nos están masacrando, pero felizmente ya han dejado de salir, tenemos una oportunidad, "debemos seguir avanzando" grite a todos los presentes, pero nadie podía seguir, todos aguantaban la posición, el agotamiento ya estaba pasando facturas graves, cada vez nos precipitábamos más hacia atrás, no tuve tiempo de ver la batalla contra el dragón, la situación era desesperada, los Xenos recibían bajas constantes y no creo que fueran a resistir mucho más, tenia que ayudarlos, pero era imposible llegar a ellos, debo aceptar que pelean excelentemente bien y que ellos merecen ser libres y convivir con los humanos.

(Narra Finn) La situación se está saliendo de control, no vamos a resistir mucho más, estoy combatiendo, Tiona y Tione están en el suelo tratando de levantarse y luchar, los miembros de la familia de Bell están dándolo todo, pero no sé si van a resistir más. ¿Pero qué...? el sonido de una persona volando me confundió por unos segundos, que fueron suficientes para que un minotauro me saque volando y me vea forzado a activar todas mis habilidades, después de unos minutos de combate estaba rendido, un Xeno me acaba de salvar la vida, nunca creí estar tan equivocado en mi vida, los he juzgado mal. Bell, te pido perdón por eso, por haberte perseguido al estar protegiéndolos, pero debemos seguir luchando. La situación es apabullante para mis hombres, mi flanco el izquierdo esta en situación crítica, no encuentro a a Bete por ningún lado y he perdido a Asterius de vista. Ojalá no encuentre a Bell.

(Narra Welf) Esto es un caos, Lilicuajo está en el suelo, la van a matar, me precipite hacia adelante para protegerla, la lancé a otro sitio para que no recibiera el golpe, Mikoto está conmigo, estamos rodeados, llegan andanadas de flechas, pero no hacen muchos daños y la munición es insuficiente, felizmente los designados a las armas mágicas están reteniendo a Asterius, si esa cosa llega a atravesarnos será el fin de todos nosotros, Mikoto y yo seguimos luchando, no nos pensábamos rendir, en eso Bete apareció y nos salvó de una dolorosa muerte, pero hemos quedado aislados en una elevación, aquel lobo antiguo enemigo de Bell, ahora estaba ayudando a sus familiares, ¡Que irónica es la vida! me dije, mientras seguíamos luchando, la energía se nos está acabando, pero después de una lucha incansable hemos logrado regresar al grupo central, a pesar de no tener oportunidad, seguiremos en pie, en pie por ti amigo Cranel.

Nota el siguiente capítulo es la misma batalla, pero desde la perspectiva de Bell, Aiz y los que están peleando contra el dragón.

La princesa, el héroe y el diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora