Capítulo 13: "El adiós y luchas por un gran héroe"

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El combate duraba horas, estaba amaneciendo, pero los demonios seguían atravesando el portal, Bell escapó de la batalla contra Dix, que se había prolongado demasiado, Reims, el ejército de Alf, los aleados de Alf y los amigos de oriente habían entrado a la fortaleza, matando súcubos, sátiros, guardias del apocalipsis, entre otras criaturas del vacío abisal, por lo que Bell tomó una decisión suicida, cerrar el portal. Corrió, pero las magias lo alcanzaban, Aiz le pedía a gritos que no fuera, pero fue terco, prefería ser el tarado más grande del mundo a verla morir, el conejo, solo avanzó al matadero, un señor del terror se interpuso en su camino para ser despedazado por la fuerza acumulada del albino, siguió corriendo con Dix tras él, estaba agotado, pero solo quería su cabeza, Bell hizo acrobacias, y enterró su espada y su daga en el generador del portal, lo destruyó en un impacto desesperado, liberando a la elemental de fuego, rompiéndose algunos huesos y perdiendo por poco la conciencia.

Dix: Ha llegado la hora de mi venganza Crannel. (Le entierra su lanza en el pecho, pero no le da a nada vital)

Bell: Firebolt (Lo dice débilmente, porque al intentar salir de allí se corta algo y empieza una hemorragia brutal)

El niño de pelo blanco estaba tendido en el suelo luchando por su vida, solo para decirle su último adiós, no habría más vida para él, las cartas se habían dado y esta era su suerte, un sacrificio necesario, un sacrificio predicho.

Tirado estaba en el suelo con una lanza atravesándome, luchando por sobrevivir, aunque sabía ese era mi destino, nunca pensé. He matado a Dix, hemos vencido, pero no veré el final de esta guerra, adiós mi Aiz.

Riveria: Bell, ¿Me escuchas?, quédate con nosotros. Aiz, ven rápido.

Bell: Adiós Riveria. Adiós Ryu. Adios Aiz. Adiós amigos.

Ryu: Bell, no te vayas. (Ryu y Riveria trataban de parar el sangrado y Aiz llega)

Aiz: Bell, No me dejes sola.

Bell: Lo siento, pero esta vez no podré cumplirte esa promesa, se feliz, aunque cof cof, no esté aquí contigo. Acércate Aiz, quiero darte un regalo de despedida. (Aiz se acerca a su rostro y Bell con su último aliento prende con sus últimas energías sus labios en los de ella)

Aiz: Bell, ¿Por qué? (Lloraba desconsolada encima del pecho de su héroe difunto)

Riveria: Bell se ha ido Aiz, aun tienes un recuerdo de él, su hijo (Aiz responde después de unos 20 segundos)

Aiz: Ya nada será igual. (Seguía desconsolada encima de su pecho)

Maiev: Ya se fue, hemos ganado la batalla, pero hemos perdido a un gran héroe.

Illidan: Vámonos, tenemos que llevarlo a la capital para su funeral y nosotros debemos volver a nuestro mundo Maiev.

Maiev: Hay que quedarnos para el funeral, él nos ha ayudado bastante, además necesitamos vuestra cooperación para salvar Azeroth de la misma forma que nosotros los ayudamos

Riveria: Claro Maiev, tendréis las tropas que deseen, solo déjenos despedirnos de él

Mientras tanto en el trono de los dioses.

Freya: Bien, ahora el conejito estará en los Campos Elíseos

Ishtar: Parece que al final de cuentas te lo llevarás.

Freya: Jajaja, Bell será mío de una forma u otra.

Hades: No estés tan segura Freya, Bell aún no está listo para tener el honor de los grandes héroes.

La princesa, el héroe y el diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora