Capítulo 10: No olvides las raíces princesita

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La senda del destino se amoldaba a las decisiones del grupo, poco a poco se acercaban, otro día de caminata transcurría, hasta llegar la 4ta noche y el campamento enemigo visible. Tenían gran vista del campamento enemigo, buscaban al líder de los centauros de ese campamento para matarlo.

Aiz: Allí están esos centauros, esperaremos que duerman.

El jefe de guerra de esos centauros se encontraba reunido con sus generales planeando su próxima jugada, la reunión acabó y los generales se dirigían a dormir en unas especies de casas adaptadas para esas criaturas. El jefe de guerra salía y se encontraba con su hijo, cerca de una especie de fuego sagrado, ambos iban a casa mientras el padre cargaba al hijo.

Helena: Hay poca vigilancia en este lugar chicos.

Riveria: Deberíamos pensarlo mejor.

Aiz: Riveria, Randall, quédense con Bell y con las diosas, los demás entraremos.

Todos: Entendido.

Con el sigilo del viento rodando suavemente los rostros de todos, irrumpieron en el campamento, uno a uno caían los guardias enemigos mientras entraban velozmente, gargantas rotas, centauros apuñalados eran la manera más sutil de entrar y no ser detectados.

Aiz estaba cerca de la tienda del líder enemigo, pero algo trágico sucedió, un alma inocente, expedita de todo mal, un infante se cruzaba, siendo ese su único pecado, Aiz estaba manchada en la sangre de otros guardias por el que el infante iba a dar la alarma, corriendo a la tienda de papá, pero rápidamente Aiz lo tomó por la espalda, lo llevo hasta un sitio con paja y se escondió de un centauro que pasaba por allí, el pobre infante la pateaba aterrado, queriendo ver a su papá buscando refugio.

Aiz: No por favor.

El niño empezó a luchar un poco más intenso, Aiz no se perdonaría eso, un alma inocente pagando por un lío ajeno, contuvo las lágrimas en su corazón y las encerró, cumpliendo con su misión. Asfi, Ryu y Drag se acercaban a la casa, en sigilo extremo, abrieron la puerta lentamente, el centauro jefe dormía plácidamente, de pronto la alarma sonó, rápidamente los centauros se percataron de las presencias, Aiz se acercó al centauro para darle un golpe letal, pero algo la hizo detenerse antes de matar.

???: Hazlo por favor, si mi muerte acaba con esta guerra, la aceptaré gustoso. Decidle a mi hermano que ganó y que ya puede quedarse a dominar está región como desea.

Aiz: Explícate

???: ¿Que más da? Mátame y entrega mi cabeza.

Aiz: Quiero saber la razón de esta guerra.

???: Codicia y poder, mi hermano el rey de los centauros nos quiere esclavizar para sus propósitos. ¿Por qué lo ayudas? ¿Es por qué no sabías eso?

Aiz: Quiero recuperar a mi marido

???: Ve, hazlo por favor, estoy muy viejo, solo déjame despedirme de mi pequeño

Aiz solo le clavo la espada el corazón sin dejarlo cumplir su última voluntad,se hizo invisible y empezó a salir de allí, ocultando la cabeza del centauro, sin darse cuenta, dejó un rastro de sangre, en pisadas y gotas, se reunió con los demás en un pantano cercano.

Riveria: Pensamos que te habían capturado Aiz

Aiz: Tengo la cabeza (dice con pena), vamos a cerrar el trato.

Ryu: Salgamos rápido de aquí, nos van a cazar y es mejor tener ventaja en estos bosques.

Helena: Vámonos pero ya, centauros aproximándose a las 6 en punto, corran, el campamento entero se moviliza tras de nosotros y tienen muchos rastreadores.

La princesa, el héroe y el diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora