Mask || Joel Pimentel

Capitulo 12«Cuentame de tí.»

—¿Qué creen que pasó?—preguntó Darien, mientras me extendía una taza con café.

—Gracias, la verdad no lo sé. Yo ni siquiera tengo claro nada. En un momento estaba con Erick y al otro..., ya no estaba.—preferí omitir el momento con Joel.

—Es increíble, tenía pinta de ser una buena noche.—dijo Cat. Justo ahora, estamos en casa de Darien. Ya era madrugada y ninguno quería dormir.—Pero no sabemos si Erick tiene problemas con alguien o algo así. Lo mejor es dejar el tema.

—Hablando de eso, Cat, tenemos que volver.—hablé.

—¿Están seguras? Pueden quedarse aquí.

—No. Kar tiene razón, además, ya es de mañana.—luego de que Darien nos trajera al campus en su carro, la pareja se despidió y entramos de una vez.—Estos zapatos estaban matándome.—dijo y se tiró en la cama.

—¿No te vas a duchar?—pregunté, pero cuando le volteé a ver, estaba dormida. Tomé mis cosas necesarias para darme un baño y salí de la habitación. Ya en el lugar, me duché, mientras me peinaba mi móvil vibró; cuando lo tomé, era un mensaje de Joel.

Joel

Hey, ¿estás bien?

Sí, lo estoy. ¿Por...?

Por lo que pasó con Erick en la fiesta, me preocupé por tí.

Lo agradezco, pero estoy bien. 

Aún así quiero saber como está él.

Está bien, hace poco quedó dormido, pasamos la noche con Chris y sus amigos.

Oh, gracias.

Adiós.

Visto.

Oh dios, ahora que lo pienso bien, ¿cómo le veré a la cara? No estoy segura de lo que pasó anoche..., ni siquiera hablamos del tema. Después de eso no volví a verlo en el resto de la noche aunque luego de lo ocurrido con Erick, no quedó mucho hasta que la fiesta terminó. Até mis rizos y volví al cuarto, donde Cat continuaba dormida. Me recosté sobre mi cama, no es bueno que hunda mi mente en tantos temas que no sean mis estudios, sacudí mi cabeza y me dediqué a dormir.

Desperté casi en la tarde, no podía darme el lujo de dormir tanto un día Domingo. Me pasé la tarde estudiando, de vez en cuando perdía mi mirada en la ventana. Me está costando concentrarme, entonces decidí caminar un poco para despejarme. Estaba caminando por las gradas, luego de poder encontrar un lugar con sombra y sentarme, me quedé observando a los deportistas entrenar, todos eran dirigidos por su capitán: Erick. Como me dijo Joel, se veía bien, pero aún así quiero saberlo de él mismo. Me quedé esperando a que terminaran su entrenamiento, cuando el momento llegó, me acerqué lo más rápido que pude antes de que se fuera.

—Hey, hola, ¿cómo estás?—pregunté, y como no oí respuesta intenté acercarme un poco más.—Erick.—le tomé del brazo, él solo me miro serio.—¿Sucede algo?

—Ahora que lo dices, sí. Quiero que te alejes de mí.—me dijo de manera seca, no logro entender su enojo.

—Hey, ¿qué pasa contigo? Anoche eras bueno conmigo y ahora me tratas de esta manera.—le reclamé, él solo me dio la espalda.—Sabes, no es mi culpa que te agarren a golpes.—le dije, se detuvo y caminó hacia mí de una manera que llegó a asustarme un poco, por supuesto no lo demostré.—¿Qué?